Legislación farmacéutica, desabastecimientos, salud mental, cáncer, datos sanitarios, salud cardiovascular… Son muchos los asuntos prioritarios que conciernen a Sanidad en Europa. Y para conocer la situación del entorno sanitario a nivel de la UE, EG habla con Nicolás González Casares, eurodiputado de S&D, quien afirma que Europa está centrando el foco en todas estas cuestiones, pero aún quedan flecos por resolver.

Pregunta. ¿Qué temas en materia de Sanidad marcarán la agenda europea durante estos primeros meses antes de las elecciones? ¿Qué queda pendiente?

Respuesta. Lo más importante que queda pendiente es la revisión de la legislación farmacéutica, que aún está en pleno debate tanto el reglamento como la directiva. El Parlamento lo está discutiendo, el Consejo prácticamente no ha empezado… Es algo que va a quedar para la próxima legislatura, pero, sin duda, es importante. Por otra parte, en el Espacio Europeo de Datos Sanitarios, España cumplió durante su Presidencia fijar una posición del Consejo y está ahora en trílogos con dos discusiones: uso primario y uso secundario de los datos. Además, el Reglamento de Sustancias de Origen Humano (SOHO), en el que trabajé como ponente en la sombra, está acordado y hemos avanzado mucho, aunque queda el monto final, pero hay un buen resultado. También hay otras discusiones sobre salud mental –hay que hacer una renovación, una nueva Estrategia de Salud Mental– o las resistencias antimicrobianas. Ese es el panorama que veo en estos momentos. Pero la discusión, fundamentalmente, estará en el ámbito farmacéutico y en cómo evitar los desabastecimientos de medicamentos y cómo mejorar la autonomía europea en la producción de fármacos. Es posible que en la siguiente legislatura haya legislación específica para favorecer la industria farmacéutica europea con incentivos. Por ahora no lo hay, pero debería haberlo.

P. ¿No verá entonces la luz a tiempo la revisión de la legislación farmacéutica antes de que se disuelva la Eurocámara?

R. Como mucho, el Parlamento fijará su posición de la legislación general y podríamos votarlo en Pleno, pero las discusiones van a ser intensas, con dificultades para el acuerdo. En cuanto al sistema de incentivos y la propiedad intelectual, deben potenciar la innovación, pero al mismo tiempo no comprometer el acceso a los medicamentos. Y yo estoy muy interesado en elementos como la exención hospitalaria, que es muy española, para algunos medicamentos que no existen o cuando los habituales no sirven. Estoy seguro de que no se va a acordar en esta legislatura, pero el debate ya es un camino recorrido.

“El sistema de incentivos y la propiedad intelectual deben potenciar la innovación, pero al mismo tiempo no comprometer el acceso a los medicamentos”

P. ¿Qué otras cuestiones quedarán pendientes para la próxima legislatura?

R. En el próximo mandato se debatirá sobre una Estrategia de Salud Cardiovascular y se realizará un seguimiento de lo que empezamos en el Comité de Cáncer. Hay un interés por diferentes sociedades científicas y también grupos políticos en salud cardiovascular, que también se ha visto en cáncer. La estrategia contra el cáncer es un éxito, pero las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en Europa y lo seguirán siendo, por lo menos, hasta 2030. Por ello, es necesaria una estrategia europea, con medidas comunes, que nos permita, a través del Espacio Europeo de Datos Sanitarios, avanzar en la investigación y la prevención. Se comparte en gran medida con el trabajo realizado en cáncer. Creemos, por tanto, que también es necesario también hacer palanca aquí y que esos dos grandes argumentos (la mayor parte de las muertes en Europa las acaparan las enfermedades cardiovasculares y el cáncer), tengan claramente el foco europeo. Y algo que a mí me importa mucho en términos de salud y que España ya ha comenzado a trabajar en ello es la lucha contra el tabaco equiparando los productos adictivos de los vapeadores, toda esta gama de productos de nuevos elementos de tabaco. La norma va en la buena dirección y Europa debería tomar nota de otros países que ya lo están haciendo. Es pertinente que haya una revisión de la directiva de productos de tabaco, que estaba programada para 2022 y es uno de los grandes elementos que quedan en el tintero para la nueva Comisión.

P. Como ha comentado, el Espacio Europeo de Datos está en trílogos. ¿Cómo se va a implementar en todos los países y, especialmente, en España?

R. Se necesitan recursos, pero todos los países cuentan con fondos de EU4Health y NextGenerationEU. Aunque puedan ser necesarios recursos adicionales, deberíamos apostar por la digitalización sanitaria y creo que España parte de una buena posición. Es cierto que somos 17 sistemas sanitarios, por lo que es importante la coordinación y que los datos compartan el mismo lenguaje sanitario. La discusión es, sobre todo, el uso secundario de los datos. Esta infraestructura va a permitir utilizar una gran cantidad de datos sanitarios, de pruebas médicas, diagnósticos e historias clínicas, para la investigación y para el desarrollo farmacéutico. Serán anonimizados y, en algunos casos, meditar cierta apertura es lo más complejo. Por ello, el uso primario, que estará gestionado por la propia ciudadanía, me parece más fácil de acordar. En el uso secundario son datos genéticos, que son especialmente sensibles, pero podría tener en algún caso acceso la industria para comenzar una innovación. Ahí están las discusiones y en qué usos deberían estar prohibidos. Me gustaría que se acordara cuanto antes, pero será difícil cerrar estas cuestiones.

P. ¿Qué supone el Reglamento SOHO y cómo puede contribuir a la innovación?

R. Aquí el problema es que es un texto muy técnico y lo que nos preocupaba era adaptar la legislación que había antes a la realidad actual, porque, por ejemplo, el concepto de plasma de las células reproductivas no se parece al de hace 20 años. También se aborda la compensación económica de los donantes, se han reforzado y unificado los estándares de seguridad y hay una plataforma digital común en todos los Estados miembro. También debe haber unos planes nacionales para asegurar el suministro de estas sustancias y contribuir a una estrategia de autonomía europea. Además, con la compensación económica de los donantes se ha reforzado el concepto de donación altruista y no remunerada. Habrá pagos para compensar los gastos del donante y cada Estado miembro fijará esas tarifas, pero esa compensación nunca debe ser una remuneración.

P. Los desabastecimientos son otra de las cuestiones prioritarias a abordar. Y, precisamente, la Comisión Europea ha puesto en marcha la Alianza de Medicamentos Esenciales. ¿Se trata de una acción útil?

R. La Alianza de Medicamentos Esenciales está muy bien, porque se teorizan las medicinas críticas. Era necesario y creo que esto es una buena acción de entrada. El desabastecimiento, la falta de medicinas críticas y la falta de autonomía europea para la producción de algunos fármacos… creo que una cosa lleva a la otra. Necesitamos mayor control de la Autoridad de Respuesta y Preparación para Emergencias Sanitarias (HERA) en las emergencias de salud, y es algo que está en el ‘debe’ de la Comisión Europea cómo hacer una mejor regulación y control de los desabastecimientos. Sí que están trabajando en ese aspecto y se quedará para la próxima legislatura el planteamiento de una agencia.

“La Comisión Europea está trabajando en cómo mejorar la regulación y el control de los desabastecimientos y quedará para la próxima legislatura el planteamiento de una agencia”

P. ¿En qué situación se encuentra actualmente Europa respecto a la escasez de fármacos?

R. Los fármacos varían por temporadas, pero hay mucha escasez en general. La capacidad económica o el tamaño de cada país influye en la decisión de introducción de algunos medicamentos en esos Estados miembro y también la remuneración de los Estados pueda afectar, el dónde se producen los fármacos, etc. Por tanto, la causa de los desabastecimientos es multifactorial y lo que hay que hacer es diagnosticarlo y abordar todas esas causas en la medida de lo posible.

P. ¿Cómo valora la gestión que ha realizado España al frente de la Presidencia del Consejo de la UE?

R. Se ha trabajado mucho y se han conseguido acuerdos sanitarios. Se ha cerrado el SOHO, se ha avanzado y cerrado temas como las tarifas de la EMA, y además se ha hecho algo muy importante: todas las reuniones informales sobre salud mental. Y, en este sentido, se realizó una reunión de Alto Nivel sobre Salud Mental. Creo que en el ámbito sanitario hay una sensación de que la Presidencia española ha hecho un trabajo muy bueno.

P. ¿Qué retos sanitarios hay por delante en Europa?

R. Continúa la necesidad de conseguir sistemas de salud que sean resilientes. También sigue habiendo problemas de personal en los Estados miembro, hay especialidades que no están reconocidas en el ámbito médico, y creo que deberíamos hacer un esfuerzo para una homologación europea. Asimismo, está el reto de la escasez de medicamentos o los problemas de salud mental, que han sido crecientes en los últimos años. Y, por supuesto, la innovación y la autonomía estratégica, que tiene que venir en el desarrollo farmacéutico. Es un elemento que necesitamos para promocionar la industria europea innovadora.


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