El constante aumento del gasto farmacéutico, las crecientes necesidades de salud de la sociedad, las amenazas evidenciadas por la pandemia de Covid-19 en la cadena de producción y suministro de medicamentos y la urgente necesidad de una mayor cohesión en el ecosistema farmacéutico, hacen fundamental contar cuanto antes con un plan estratégico de la industria en este sector. En esta línea la ministra de Sanidad, Mónica García, ha defendido la necesidad de garantizar el liderazgo público en el impulso de un plan estratégico de la industria farmacéutica en España.

Al igual que el Gobierno de España, aboga por un “modelo España” de industria farmacéutica, que repose sobre tres patas: el mencionado liderazgo público, un sistema nacional de salud descentralizado y de excelencia, e integralidad en la cadena de valor del medicamento. Este plan, ha indicado García, “debe garantizar la autonomía estratégica, cohesionar el sector y fortalecer el liderazgo público a lo largo de la cadena de valor del medicamento para que la innovación vaya alineada con el interés público, el bienestar social y las necesidades en materia de salud” del país. El objetivo debe ser” asegurar la independencia de medicamento para no depender exclusivamente de otros para satisfacer nuestras necesidades médicas”, ha dicho.

De hecho, y en este mismo ámbito esta semana se ha celebrado en Bruselas la primera reunión de la Alianza de Medicamentos Críticos, un hito histórico en la autonomía estratégica europea para garantizar la disponibilidad y la seguridad de los suministros médicos en Europa.

Prioridades

Mónica García ha subrayado en su intervención durante la jornada ‘La regulación económica de la Industria Farmacéutica’ que se necesita que lo público tenga capacidad de guiar y alinear los intereses existentes en la sociedad, de tal forma que la innovación se dirija a aquellas áreas prioritarias porque implican una mayor necesidad en términos de salud para la población, como las terapias avanzadas, enfermedades raras o resistencias antimicrobianas.

Dentro de un Sistema Nacional de Salud marcado por la excelencia, ha dicho también que es necesario potenciar la sinergia entre el sistema sanitario y la investigación. Y se debe atender el liderazgo actual que España ostenta en ensayos clínicos. Y también diseñar un papel central de los pacientes, para poner en valor el papel de la sociedad en la investigación, con el fin de que “se pueda revertir en ella los beneficios logrados a largo de la cadena de valor del medicamento”, ha declarado.

En este sentido el Ministerio de Sanidad está elaborando un Real Decreto de evaluación de tecnologías sanitarias en las cuales los pacientes van a ser incorporados y van a tener voz en aquellas cosas que el sistema incorpora.

La tercera pata importante, según la ministra, consiste en la integralidad en la cadena de valor del medicamento para asegurar la presencia pública desde la investigación hasta la cama del paciente.

El Ministerio de Sanidad considera que solo a través de una colaboración estrecha entre los diferentes actores del sector, junto con una visión clara y proactiva, “podremos superar los desafíos presentes y futuros en el ámbito de la salud”.


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