Como así han hecho otras entidades representativas de la cadena del medicamento, la distribución farmacéutica de gama completa—a través de su patronal continental GIRP— también ha presentado a la Comisión Europea sus propuestas para la futura Estrategia Farmacéutica de la UE que este organismo quiere poner en marcha en el último cuatrimestre de 2020.

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Más allá de las propuestas concretas que plantea para esta estrategia, la distribución farmacéutica europea inicia su documento remitido a la CE con una petición: el “reconocimiento al papel de servicio público” de los mayoristas farmacéuticos.  “Garantizan un suministro continuo, mantienen existencias de reserva, optimizan la asignación de unidades y prefinancian la cadena de suministro”, recuerda el GIRP respecto a las compañías que representa.

¿Cómo concretar ese “reconocimiento”? La patronal propone varias actuaciones. Por un lado, “la CE debería animar a los Estados Miembro a revisar sus actuales sistemas de concesión de licencias y avanzar hacia un régimen europeo de autorización de distribución y la diferenciación de los distribuidores sanitarios de gama completa por ley”. Por otro, “la CE debería instar a los EM que no lo han aplicado a que incluyan a las distribuidoras de gama completa en sus infraestructuras críticas nacionales”.

Faltas y derecho al suministro

Como no podía ser de otra manera, por ser los primeros que constatan y sufren los mismos, la GIRP se alinea con otras entidades farmacéuticas como PGEU y el CGCOF en reclamar un abordaje efectivo de los desabastecimientos de medicamentos. En este sentido, el sector mayorista insta a trabajar con una base de datos común continental de escasez de medicamentos y/o sistemas de alertas tempranas “que involucre a todas las partes interesadas de la cadena de suministro”.

El GIRP también pide la armonización de las bases de datos nacionales de faltas —“lo cual permite el análisis y la visibilidad de la raíz de la causa entre países”, consideran— y recuerdan que el sistema de verificación de medicamentos (SeVem, en su denominación nacional) no se está revelando como una herramienta efectiva para prevenir estas faltas. ¿El por qué? “Este sistema no contiene datos precisos de la oferta y la demanda del mercado”, apuntan.

De igual manera, recuperando una ‘batalla’ histórica —como bien conoce el sector mayorista farmacéutico español— la GIRP pide que la normativa puede recoger el “derecho al suministro” de este eslabón. “Deben tener el derecho a recibir un suministro adecuado” de los titulares de autorización de comercialización (TAC) para satisfacer las necesidades de los pacientes”, indica más en concreto.