GM Barcelona | viernes, 25 de agosto de 2017 h |

La colonización del intestino de un recién nacido por parte de las bacterias que forman la flora o microbiota intestinal resulta clave en la salud que tendrá a lo largo de su vida, hasta el punto de que cualquier alteración que se produzca en esta etapa incrementa el riesgo de sufrir determinadas patologías.

Un equipo liderado por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha estudiado los efectos sobre la microbiota intestinal que tiene la administración de antibióticos durante el parto en niños a término (a partir de la semana 37 de gestación) nacidos vaginalmente. Los resultados, que aparecen publicados en la revista Microbiome, muestran alteraciones y sugieren que esta práctica favorece que se establezcan bacterias que portan genes de resistencia.

Antibióticos en el 30% de los partos

La administración de antibióticos a la madre durante el parto, que se prescriben por distintas razones, es una práctica común, presente, según los investigadores, en aproximadamente el 30 por ciento de los partos. En un estudio previo, los científicos demostraron que la exposición a antibióticos, incluidos los administrados durante el parto, provocaba “grandes alteraciones” en el establecimiento de la microbiota en niños prematuros.

“Ahora hemos observado que el potencial impacto de esta práctica sobre el papel de la microbiota intestinal neonatal como reservorio de genes de resistencia a antibióticos merece especial atención”, explica el investigador del CSIC Miguel Gueimonde, que trabaja en el Instituto de Productos Lácteos de Asturias.

Entre las alteraciones observadas, destaca la reducción, durante las primeras semanas de vida, de los niveles de microorganismos comensales de la familia Bifidobacteriaceae, así como el incremento de las potencialmente patógenas Campylobacteriaceae o Helicobacteriaceae.