#PRÓSTATA

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Carmen M. López Madrid | viernes, 15 de junio de 2018 h |

La heterogeneidad del cáncer de próstata, el manejo del cáncer metastásico refractario a la castración, o las estrategias terapéuticas han tenido su traslación en ASCO.

Como indica el presidente de la Fundación ECO, Vicente Guillem, se presentaron los resultados de los estudios Stampede y Chaarter. “Ambos estudios ponen sobre la mesa que añadir docetaxel o abiraterona al tratamiento hormonal clásico en pacientes con cáncer de próstata metastásico aumenta la supervivencia global en más de un año y medio”, explica. En concreto, Stampede, testó abiraterona añadida al tratamiento antiandrogénico, y el Chaarter testó docetaxel junto al tratamiento hormonal.

Dos trabajos que, a juicio de Guillem, cambian la práctica clínica. De este modo, “a partir de ahora, en todos los pacientes con cáncer de próstata metastásico la primera línea será el tratamiento hormonal + docetaxel o abiraterona”, acota.

Por su parte, Álvaro Pinto, especialista en Oncología Médica del Hospital Universitario La Paz, añade algunos estudios interesantes. “Se confirma que los inhibidores de PARP tienen visos de ser la próxima estrategia terapéutica que se incorporará al tratamientos de estos pacientes, sobre todo los que presenten alteraciones de la reparación del ADN (como BRCA)”. De momento, en este área se sigue avanzando por introducir la inmunoterapia. “Es probable que un subgrupo de pacientes se beneficie de ella, pero a día de hoy no sabemos identificarlo”, apunta Pinto.

En cuanto a biomarcadores, un nuevo estudio (el ensayo Prophecy) podría “resucitar” el papel del AR-V7. Este biomarcador, una variante del receptor de andrógenos, se asoció inicialmente a resistencia a los nuevos fármacos de hormonoterapia (abiraterona o enzalutamida); posteriormente, otros estudios rebajaron la euforia alrededor de este biomarcador. Sin embargo, el estudio Prophecy parece establecer de forma clara que la presencia de AR-V7 condiciona peores resultados con esta terapia. “Si se valida y estandariza, podría utilizarse para personalizar el tratamiento de estos pacientes”.

Más resultados

Por otra parte, se presentaron también datos que muestran un incremento en la mediana de supervivencia libre de progresión radiológica (SLPr), gracias al uso de Lynparza (olaparib) en combinación con abiraterona, en comparación con abiraterona en monoterapia, el tratamiento estándar para estos pacientes con CPMRC. Como se puso de manifiesto durante el encuentro, es la primera vez que se comprueba una mejoría mediante el uso de un inhibidor de PARP en combinación con abiraterona en estos pacientes. Dicho efecto podría ser independiente del estado mutacional de la vía de reparación HRR.


Vicente Guillem:
“Esta edición de ASCO ha supuesto la consolidación definitiva de la inmunoterapia”