Con la llegada de las vacaciones, la Asociación para el Autocuidado de la Salud (anefp) ha creado una campaña en la que recomienda cuales deben de ser los hábitos y medicamentos imprescindibles a la hora de realizar un viaje.

Una de las principales sugerencias de la asociación es que nuestro “botiquín” de este verano albergue “analgésicos y antipiréticos para el dolor ocasional y para algún momento en el que se pueda tener fiebre”.

Asimismo, también recomiendan con contar con materiales de cura como puede ser vendas o tiritar para tratar pequeñas heridas, cortes y rozaduras.

En el caso de asistir durante las vacaciones a algún destino exótico es recomendable contar con repelente de insectos y antiestamínicos por si alguna picadura puede desarrollar una reacción alérgica. Por otra parte, durante estos días de viajes, la asociación recomienda de igual forma contar con “antieméticos para evitar los mareos en la carretera”, para paliar los síntomas asociados a estos cuando las carreteras tienen muchas curvas o los viajes en barco.

“En el caso de los niños es recomendable usar cremas ligeras y fotoprotectores de tipo mineral, con componentes químicos más básicos”

Santiago Vidal, dermatólogo de la AEDV

Además, debido al cambio de hábitos alimenticios siempre es bueno contar con antiácidos, antidiarreicos y productos de rehidratación oral.

Crema solar

Pero, ante todo, anefp y los expertos recomiendan contar con un buen fotoprotector solar, el que más se adecúe al tipo de piel de quien lo use

Es importante diferenciar entre cremas faciales y corporales. “En adultos las cremas fotovoltaicas faciales deben ser ligeras. Cuando hace calor se requiere menos hidratación ya que tendemos a sudar más y una crema grasa podría producirnos una sensación desagradable. Además, se extiende peor y la permanencia del fotoprotector disminuye”, explica a EG, Santiago Vidal, dermatólogo de la AEDV.

“Un fotoprotector debe ser seguro y eficaz, formulado con filtros de amplio espectro de alta tolerancia y remanencia, que protejan la piel de las radiaciones UVB, UVA, IR y visible. Además, deben evitar el uso de ingredientes controvertidos y adaptarse a las necesidades, edad o patologías dermatológicas previas de la piel”, explica Raquel Aguado, vocal de Dermofarmacia y Productos Sanitarios del COF de Madrid.

“Un bebé bajo una sombrilla puede quemarse. No deben ser llevados a las horas centrales del día a la playa y se les debe proteger con fotoprotectores y camisetas”

Santiago Vidal, dermatólogo de la AEDV

“Cuando vamos a la playa es recomendable una crema fácil de extender y de en forma de espray. Debemos aplicárnosla entre unos 10 y 20 minutos antes de salir y hay que tener cuidado en los sitios muy cerrados con aspirarla”, comenta el experto.

Asegura que en caso de dar solo un paseo o para hacer ejercicio con la crema solar facial sería suficiente aplicándose en el escote y los brazos. En el caso de bañarnos en la playa, aunque sean resistentes al agua, el efecto de los fotoprotectores se ve alterado por las olas, las colchonetas, las toallas al secarse y demás por lo que deben de reaplicarse cada cierto tiempo. “Debe renovarse, al menos, cada dos horas en exposiciones prolongadas al sol”, recomienda Aguado.

“En el caso de los niños es recomendable usar cremas ligeras y fotoprotectores de tipo mineral, con componentes químicos más básicos, estables y de origen natural como el oxido de zinc”, apunta el dermatólogo.

A finales de mayor y en la feria del libro, durante la presentación de la campaña de ‘Euromelanoma’, se hizo hincapié en la radiación reflejada. Algunas superficies como la arena, el agua o la nieve, reflejan la radiación produciendo quemaduras como si fuesen un espejo, pudiendo alcanzarnos mientras estamos bajo una sombrilla. “Un bebé bajo una sombrilla puede quemarse. No deben ser llevados a las horas centrales del día a la playa y se les debe proteger con fotoprotectores y camisetas”, recuerda el experto.

Asimismo, recuerda que, en caso de riesgo, en jóvenes con la piel blanca, lunares o antecedentes familiares de enfermedades en la piel como melanomas, lo mas recomendable es que incluso a la hora de bañarse vayan protegidos con una camiseta técnica.

“La crema solar es la guinda del pastel. Los dermatólogos recomendamos también llevar gorra y exponerse al sol lo menos posible buscando lugares con sombra”, concluye.

Más demanda

Aguado asegura que con la llegada del buen tiempo, el comienzo de las vacaciones, los campamentos de verano y el aumento de las actividades de ocio al aire libre el inicio del verano es, sin duda, el momento en el que los productos tópicos y orales destinados a la protección y cuidado de la piel y el cabello frente al sol, los repelentes de insectos, los tratamientos calmantes de picaduras de insecto, etc. tienen mayor demanda.

“Hoy día, gracias a la gran variedad de fotoprotectores y sus distintas fórmulas y texturas, podemos elegir aquel que por gustos o necesidades mejor se adapte a cada tipo de consumidor”, aclara la farmacéutica, que ejemplifica con los fotoprotectores de color, también llamados fotomaquillaje, que además de ejercer una función protectora, embellecen e incluso camuflan posibles discromías e imperfecciones de la piel.

Por otra parte, ensalza el papel del farmacéutico en la educación de la población en lo referentes a la protección solar, la elección del fotoprotector más adecuado o los los hábitos de vida saludable. “Es el transmisor de la importancia de adquirir rutinas de autoexploración para detectar de forma prematura posibles lesiones sospechosas de malignidad”, apunta.


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