Una de cada ocho mujeres desarrollará cáncer de mama en su vida, según las estimaciones actuales. Estas cifras suponen en España unos 35.000 nuevos casos en 2023, según la Sociedad Española de Oncología Médica. La incidencia de esta patología sigue creciendo, al tiempo que sigue aumentando la supervivencia y el abanico de tratamientos disponibles.

En los tumores de mama, la revolución terapéutica ha llegado en los últimos años de la mano de las terapias dirigidas, que se deciden de forma personalizada en función de las características genómicas y moleculares de cada paciente. Así, los tratamientos son más específicos y plantean un abordaje más preciso, eficaz y seguro de la enfermedad. Son tratamientos que atacan a las células cancerosas y, en general, dañan menos a las células sanas que los convencionales.

Mientras que la primera de estas terapias contra el cáncer de mama se autorizó en Europa en el año 2000, la siguiente fue en 2008 y la explosión arrancó en 2018. Desde entonces, se han aprobado 14 nuevas terapias dirigidas frente a esta enfermedad. “La medicina personalizada supone un salto en prevención, diagnóstico y tratamiento, ya que tiene mayor efectividad y menores efectos adversos”, explica la directora del Departamento de Investigación Clínica y Traslacional, Amelia Martín Uranga, que señala además que “en los próximos años debemos seguir avanzando en la implementación del diagnóstico precoz, los cribados y el tratamiento de los datos”.

La vía para encontrar estos nuevos medicamentos son los ensayos clínicos, un campo en el que España ha afianzado su liderazgo en los últimos años. Entre 2018 y hasta junio de 2023, el Registro Español de Estudios Clínicos (REEC) registró 223 ensayos clínicos en cáncer de mama, en los que hubo más de 2.400 participaciones de centros sanitarios de toda España. Dos tercios de los ensayos ya son en fases tempranas. Otro dato relevante de estos ensayos es que el 65 por ciento de ellos fueron de fases tempranas (I y II), lo que supone que las mujeres que acceden a ellos pueden beneficiarse de forma muy precoz de estos nuevos tratamientos, que para ellas son muchas veces la única esperanza tras el fracaso de tratamientos disponibles. Son cifras que reflejan el aumento de la investigación biomédica en oncología, que en 2022 acaparó más de un tercio de todos los estudios clínicos según el REEC.

Ésta es una de las principales áreas de investigación para la industria farmacéutica, que a nivel general impulsa el 86% de toda la investigación clínica que se realiza en España, según los últimos datos de la Encuesta de Actividades de I+D de la industria farmacéutica.

A nivel europeo, la UE considera la lucha contra el cáncer como uno de los cinco pilares de Horizonte Europa, el programa marco de I+D+i en la región. En este sentido se ha puesto en marcha la Misión Cáncer, cuyo objetivo es impulsar avances en innovación en esta área de gran impacto y lograr salvar al menos tres millones de vidas en Europa en la próxima década. En el Día Mundial contra el Cáncer de Mama, que se celebra el 19 de octubre, Farmaindustria reafirma su compromiso con la innovación en esta área y la importancia de practicar la prevención y participar en los programas de cribado para el diagnóstico precoz, dependientes de cada comunidad autónoma.


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