Hoy en día, las redes sociales son el canal de información más influyente para millones de personas y en ellas circulan multitud de mensajes sin ningún tipo de amparo científico. El último en salir a la palestra, es el denominado “callo solar”, una práctica que consiste en exponerse al sol sin aplicarse sin ningún tipo de protección para conseguir un supuesto bronceado saludable. Esta tendencia defiende que tomar el sol sin protección genera células más sanas, reforzando el sistema inmunológico y consiguiendo que la vitamina D se fije en la piel. Pero nada más lejos de la realidad, todo esto es mentira. La exposición solar sin protección lo único que hace es aumentar exponencialmente el riesgo de padecer un cáncer de piel.

Exposición solar inteligente

En este sentido, José Aguilera, coordinador del Grupo Español de Fotobiología de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) ha recalcado la importancia de la educación sanitaria y las búsquedas de fuentes de información fiables para hacer un uso inteligente y sano de la exposición solar. De hecho, subraya que la mejor manera de luchar contra los bulos es la creación de conciencia y tener “una exposición solar inteligente”. Por ello, explica que una exposición, en torno a 10-15 minutos antes de las 11 de la mañana o después de las cinco de la tarde son más que suficientes para tener la vitamina D asegurada, y siempre con protección. “No hay que huir del sol, hay que respetarlo”, asevera Aguilera.

José Aguilera, coordinador del Grupo Español de Fotobiología de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV)

Con apenas 15 minutos de exposición solar en las horas adecuadas vamos a conseguir el mismo nivel de vitamina D, el mismo aumento del flujo sanguíneo, el efecto positivo en músculos, articulaciones y vamos a generar la misma dopamina que si nos ponemos al sol horas. Una exposición solar dilatada en el tiempo no ofrece ningún beneficio a la persona, sino todo lo contrario, es altamente perjudicial. De hecho, en España la incidencia de los cánceres de piel y las patologías relacionadas con la exposición (hiperpigmentación cutánea, fotoenvejecimiento cutáneo, lentigos solares, queratosis actínicas) es elevada y está en aumento. El carcinoma basocelular tiene una incidencia de casi 80 habitantes por cada 100.000 habitantes, el espinocelular de 30 por cada 100.000 habitantes y el melanoma de 15 por cada 100.000, pero lo realmente preocupante es que es una tendencia al alza.

App UV-derma

Por eso, la AEDV para luchar contra estos datos tan dramáticos frutos de la desinformación que existe en nuestro país ha creado una aplicación, “UV-derma”, para explicar cómo hacer un uso inteligente y sano del sol. En la app, se explica el tiempo que tarda tu piel en quemarse, el índice de incidencia de los rayos ultravioletas según la hora del día, información relativa a la protección solar necesaria y como hacer un correcto uso de la exposición solar.

Por su parte, Tomás Muret, vocal nacional de Dermofarmacia destaca la labor de las oficinas de farmacia a la hora de dar consejos en torno al cuidado de la piel y la prevención de enfermedades. “Lo hacemos cada día a través de las 22.220 farmacias comunitarias y mediante las campañas organizadas desde las instituciones colegiales. De hecho, esta misma semana hemos presentado una campaña de detección de la hidradenitis supurativa”, apunta Muret.

Asimismo, añade que una de las principales labores de las farmacias comunitarias es la labor en el desmentido de bulos y así lo hacen con esos 2,3 millones de ciudadanos que cada día entran en las farmacias. “Además debemos combatirlos allí dónde se proliferan, por ejemplo, internet y las rede sociales, y por ello estamos siendo activos generando información en todo tipo de canales”, asevera el vocal de Dermofarmacia.

Bulos más habituales

En este aspecto, Jesús Aguilera indicó cuáles son los principales bulos que más escuchan los profesionales: “Mientras más tiempo te expongas mejor estas”, “si en primavera te vas poniendo poquito a poco al sol, ya no hace falta protección solar en verano, porque la piel está más protegida”; “si me pongo protección solar, la vitamina D no se sintetiza”, “todos tenemos niveles de vitamina D más bajos”. De hecho, Aguilera incide que la AEDV realizó un estudio en el que se comparaban los niveles de vitamina D en dos grupos de niños, unos con protección y otros sin ella. Se demostró que el grupo de niños con protección solar presentaba unos niveles de vitamina D más altos que los que no la utilizaron., puesto que la protección se usaba cuando se iban a exponer al sol durante periodos más largos

Por ello, Aguilera subraya que es crucial fomentar una “exposición solar inteligente” mediante la educación desde edades tempranas y el uso de herramientas basadas en la evidencia científica. De manera que todos los bulos deben de ser desmentidos con evidencia científica y recalcar que la exposición solar controlada y el uso adecuado de protectores solares son esenciales para prevenir problemas graves de salud.


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