La mitad de la población española con más de 15 años tiene una enfermedad crónica. La cronicidad requiere de una colaboración estrecha de la farmacia comunitaria y avanzar en su rol asistencial. Para ello se deben impulsar medidas centradas en mejorar la atención al paciente, optimizar la gestión de los tratamientos y fortalecer la colaboración entre los profesionales de la salud. Algunas de las estrategias más efectivas que se recomiendan desde el CGCOF y su area de servicios farmacéuticos:
Potenciación de los servicios profesionales farmacéuticos asistenciales (SPFA)
–Adherencia Terapéutica: Implementar programas robustos de adherencia terapéutica para asegurar que los pacientes sigan correctamente sus tratamientos. Esto incluye recordatorios de medicación, seguimiento personalizado y la identificación de barreras a la adherencia.
– Revisión del Uso de Medicamentos (RUM): Realizar revisiones periódicas de los medicamentos que toma el paciente para evaluar la efectividad, seguridad y posibles interacciones, ajustando los tratamientos según sea necesario.
– Dispensación Personalizada: Proveer información detallada y personalizada sobre el uso correcto de los medicamentos, posibles efectos secundarios y medidas preventivas.
Educación y formación continua
– Formación de Farmacéuticos: Ofrecer programas de formación continua para farmacéuticos en el manejo de enfermedades crónicas, nuevas terapias y técnicas de comunicación con los pacientes.
– Educación del paciente: Desarrollar campañas educativas dirigidas a pacientes crónicos para mejorar su conocimiento sobre la enfermedad, tratamiento y autocuidado, utilizando folletos informativos, talleres y plataformas digitales.
Tecnología y digitalización
– Historia clínica electrónica: Integrar sistemas de historial clínico electrónico accesibles para farmacéuticos, permitiendo una visión completa del perfil de salud del paciente y facilitando la coordinación con otros profesionales de la salud.
– Telefarmacia: Implementar servicios de telefarmacia para realizar consultas, seguimientos y asesoramientos a distancia, especialmente útiles para pacientes con movilidad limitada o en áreas rurales.
– Aplicaciones móviles: Desarrollar o recomendar aplicaciones móviles que ayuden a los pacientes a gestionar sus tratamientos, recordar tomas de medicación y recibir información relevante sobre su condición.
Colaboración interprofesional
– Equipos multidisciplinarios: Fomentar la creación de equipos multidisciplinarios que incluyan médicos, enfermeros y farmacéuticos para un enfoque integral en el manejo de enfermedades crónicas.
– Comunicación bidireccional: Establecer canales de comunicación eficientes entre farmacéuticos y médicos de atención primaria para discutir y coordinar planes de tratamiento, ajustes de dosis y manejo de efectos secundarios.
Iniciativas y proyectos de investigación
– Proyectos piloto: Desarrollar proyectos piloto para evaluar nuevas formas de prestación de SPFA y su impacto en la salud de los pacientes crónicos.
– Investigación aplicada: Promover la investigación en farmacia comunitaria para identificar las mejores prácticas y desarrollar guías basadas en la evidencia para el manejo de enfermedades crónicas.
Políticas y regulaciones
– Flexibilidad en la dispensación: Abogar por políticas que permitan mayor flexibilidad en la dispensación de medicamentos, como cambios en las formas farmacéuticas para abordar problemas de suministro.
– Reconocimiento de SPFA: Trabajar con las autoridades sanitarias para el reconocimiento y la financiación de los SPFA, asegurando su sostenibilidad y expansión.
La implementación de estas medidas permitirá a las farmacias comunitarias desempeñar un papel más activo y efectivo en el manejo de enfermedades crónicas. La clave está en una atención centrada en el paciente, la colaboración interprofesional, el uso de tecnología avanzada y la continua adaptación a los cambios en el entorno sanitario.