Ainhoa Muyo Madrid | viernes, 29 de septiembre de 2017 h |

La inversión en investigación y desarrollo de la industria farmacéutica asentada en España creció un 8 por ciento en 2016, lo que supone el mayor incremento desde el año 2008, cuando comenzó la crisis económica, según los resultados de la Encuesta sobre Actividades de I+D que elabora cada año la patronal Farmaindustria. Con estos datos se confirma la tendencia positiva marcada en años anteriores con los incrementos de un 2,4 por ciento en 2014 y un 5,7 por ciento en 2015. Además, esta cifra consolida a la industria farmacéutica como el sector líder en I+D industrial, ya que representa el 21 por ciento del total.

Con este aumento, la industria farmacéutica invirtió el año pasado 1.085 millones de euros en I+D, el máximo histórico del sector. Además, este incremento se ha producido dentro del marco de contención del gasto público en medicamentos derivado del Convenio de Colaboración suscrito por Farmaindustria con el Gobierno con el objetivo común de garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud (SNS).

“Estos resultados demuestran la apuesta de la industria farmacéutica innovadora por fomentar en España la investigación y desarrollo de nuevos medicamentos, así como el empleo de calidad. Gracias a este esfuerzo de las compañías, hemos logrado situar a España como uno de los países de Europa con mejores condiciones para albergar investigación clínica, y así atraer inversiones y facilitar el acceso temprano a las nuevas terapias”, explicó Humberto Arnés, director general de Farmaindustria.

Casi la totalidad de los fondos que han supuesto este incremento (492 millones de euros) han sido dedicados a proyectos de investigación desarrollados en colaboración con hospitales públicos y privados y centros de investigación, un aumento del 18 por ciento. Esta inversión consolida un importante marco de colaboración público-privada.

Inversión en ensayos clínicos

Por proyectos, más de la mitad de la inversión en I+D (557 millones de euros) se destinó a la elaboración de ensayos clínicos. El resto de la inversión se repartió entre investigación básica con 150,7 millones de euros, investigación preclínica con 63,5 millones, e investigación galénica con 70,4 millones. Los estudios postautorización, de farmacoeconomía y epidemiología, supusieron inversiones por valor de 106 millones, mientras que las compañías farmacéuticas destinaron 55,1 millones al desarrollo tecnológico.

En este sentido, destaca el aumento de los ensayos en fases tempranas. Estos ensayos fases I y II han pasado del 29 por ciento del total de la investigación clínica en 2006 al 33 por ciento diez años después, mientras que los ensayos de fase III suponen un 55,3 por ciento del total.

Todo este aumento de la inversión investigación clínica se ha producido a un ritmo medio del 6,3 por ciento en los últimos diez años, traduciéndose de 314 millones de euros en 2006 a 577 millones en 2016. Este crecimiento ha propiciado además el posicionamiento de España como uno de los países más adecuados para realizar ensayos clínicos en Europa. Cabe destacar que este es uno de los sectores con mayor importancia para la industria y los hospitales, por lo que genera gran competencia internacional a la hora de realizar proyectos.

Colaboración de todos los agentes

Una de las claves de todo esto es la colaboración entre Administración, centros sanitarios e industria. Además, las facilidades para agilizar los procedimientos de puesta en marcha de los ensayos; las infraestructuras, implicación y alta cualificación de los profesionales sanitarios, y el compromiso de la industria contribuyen a que España sea uno de los Estados europeos con menores plazos para iniciar la investigación y desarrollo de nuevos medicamentos (desde que se presenta la documentación hasta que se recluta al primer paciente).


El incremento de fondos ha sido dedicado a proyectos de investigación desarrollados en colaboración público-privada



Más de la mitad de la inversión en I+D ha sido destinada a la elaboración de ensayos clínicos en todas las fases


Más empleo de alta cualificación

Dentro de los resultados obtenidos de la Encuesta sobre Actividades de I+D, la encuesta contiene un apartado sobre la evolución del empleo en el ámbito de la investigación y desarrollo en la industria farmacéutica. En este sentido los datos muestran que el sector farmacéutico empleaba a 4.402 personas en tareas de investigación y desarrollo en 2016, alcanzando un aumento del 3,4 por ciento. Esta cifra confirma además la tendencia positiva que comenzó en el año 2015 tras cinco años consecutivos de descenso en el empleo en I+D de la industria. Además, cabe destacar que no sólo ha aumentado el número de empleos, sino que éstos corresponden a puestos de mayor cualificación, hasta el punto de que el 86,3 por ciento de los profesionales dedicados a I+D son titulados superiores (licenciados y doctores), frente al 73,6 por ciento de hace diez años.