Para los pacientes que padecen algún tipo de cáncer, los nuevos medicamentos juegan un papel clave. En términos reales, la mortalidad por cáncer en Europa se ha reducido de manera significativa en los últimos 25 años. Desde Farmaindustria señalan que a pesar de que la incidencia ha aumentado en casi un 50 por ciento, la mortalidad solo lo ha hecho en un 20 por ciento.

Esto se debe a los avances en diagnóstico, los programas preventivos de detección y los nuevos tratamientos. Con la suma de estos factores, se han aumentado las tasas de supervivencia a cinco años para algunos de los tipos más comunes en Europa: mama, próstata, colorrectal y pulmón. En este contexto, avances como la inmunoterapia y la investigación genómica, han desvelado algunas de las complejidades de esta enfermedad cambiando totalmente su abordaje. Como afirman constantemente los expertos en la materia, no hay dos cánceres iguales; se trata de una enfermedad muy compleja y variada como el material genético de cada persona.

Los avances científicos han ayudado a ampliar el conocimiento sobre cómo se desarrolla el cáncer y cómo seleccionar medicamentos para tipos de cáncer específicos. Esto ha dado como resultado nuevas terapias más efectivas para los pacientes. En este sentido, el 85 por de medicamentos en investigación en oncología utilizan un mecanismo nuevo y único para tratar una enfermedad; eso se extrae del informe Medicamentos en desarrollo en cáncer 2020 de la patronal estadounidense Phrma.

Importancia de las nuevas terapias

Algunas de las muestras de este esfuerzo investigador son las terapias CAR-T; los anticuerpos monoclonales; las terapias génicas y la edición genética; los inmunomoduladores; la inmunoterapia metabólica o las terapias basadas en mutaciones genéticas y en el ARN. Todas ellas son muestra del esfuerzo de la industria farmacéutica innovadora para dar solución a la amplia variedad de tumores.

Desde Farmaindustria también destacan el potencial de las vacunas contra el cáncer como forma de inmunoterapia. Aquí, distinguen entre las preventivas (para evitar que el cáncer se desarrolle en personas sanas) y las terapéuticas (herramientas para tratar el cáncer mediante el fortalecimiento de la respuesta inmune natural contra el cáncer. Entre las preventivas, destaca la vacuna contra el virus del papiloma humano, el cual causa cáncer de cuello uterino; entre las terapéuticas, ya existen algunas para cáncer de próstata o melanoma avanzado.

En total, la industria farmacéutica tiene en desarrollo más de 1.360 tratamientos contra el cáncer. De estos, 145 son para tratar varios tipos de leucemia, que representan más del tres por ciento de todos los nuevos casos de cáncer. 141 se destinan al cáncer de pulmón, enfermedad que destaca por sus altas tasas de mortalidad. Otros 129 son para linfoma (incluido linfoma no Hodgkin), que representan el cinco por ciento de todos los nuevos diagnósticos. 108 son para cáncer de mama, que es el tumor más frecuente entre mujeres; 85 para cáncer de próstata; 72 para mieloma múltiple, o los 67 destinados a tumores cerebrales, incluidos los gliomas, que representan aproximadamente el 33 por ciento de los de su clase.

Fuente: Farmaindustria, Phrma

Datos en España

Según datos del registro Español de Estudios Clínicos (REEC), la Agencia Española de Medicamentos (Aemps) autorizó en 2020 más de un millar de ensayos, de los cuales 351 pertenecen al área oncológica. Esto se traduce en que cuatro de cada diez estudios son para cáncer; el porcentaje aumenta a casi el 50 por ciento si se tienen en cuenta únicamente los impulsados por compañías farmacéuticas, que representan la gran mayoría.

En palabras de Amelia Martín Uranga, responsable de la Plataforma de Medicamentos Innovadores de Farmaindustria “esta cifra nos deja como conclusión que la investigación en cáncer no se ha detenido por el coronavirus; las compañías farmacéuticas han seguido impulsando estudios para dar entrada a pacientes, cuando era la única alternativa terapéutica para ellos”.

Así, España se mantiene como uno de los referentes en investigación clínica, ocupando la sexta posición a nivel mundial. A este respecto, Martín Uranga indica que “se deben mejorar indicadores de reclutamiento de pacientes oncológicos –con un 12 por ciento de centros hospitalarios que no reclutan-“. Asimismo agrega que “existe el desafío de crearensayos cada vez más dirigidos, con menos pacientes; por ello será necesario eliminar barreras administrativas para que una persona que viva en una comunidad autónoma que no tiene ese ensayo clínico para su tumor pueda sumarse”

Que España ocupe esta posición no es casualidad. Es fruto del trabajo realizado por los agentes públicos y privados. Siguiendo este hilo, Martín Uranga destaca que “el alto nivel de nuestros profesionales y centros sanitarios y el hecho de que las compañías estén apostando por España son los factores que han hecho posible que nuestro país sea una referencia en investigación biomédica para el cáncer”. Con ello, concluye que “esto se traduce en más inversiones para los hospitales, en más conocimiento para nuestros profesionales y, sobre todo, en más esperanza para nuestros pacientes”.


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