N.S. Madrid | viernes, 15 de febrero de 2019 h |

A pesar de que Japón ha sido históricamente uno de los mercados más potentes en cuanto a medicamentos de marca (también, por su escaso fomento de los genéricos), su crecimiento ha sido más lento de lo previsto, por las políticas de recorte de precios que han realizado sus Gobiernos con carácter bienal.

IQVIA ha realizado un análisis de la situación de la industria farmacéutica nipona y el camino que podría seguir durante los próximos cinco años, en el que se prevé una consolidación el cambio de rumbo promovido por el Ministerio de Sanidad para integrar medicamentos innovadores, aunque dentro de la tendencia de crecimiento contenido.

Dos de los factores que podrían acelerar este crecimiento son un aumento en el gasto de fármacos especializados —entre los que se incluye la oncología— así como el envejecimiento que está sufriendo la población japonesa; y es que precisamente esta última variable podría impulsar un cambio de tendencia ya que, al aumentar el uso de medicamentos por este grupo, se debería ampliar el uso de genéricos en el país lo que podría derivar en un cambio de corriente.

El incentivo al uso de genéricos podría desterrar esta ralentización que estaba relacionada con el uso de los medicamentos sin patente en lugar de genéricos; en cifras, aunque se estimaba que los genéricos supusieran un 80 por ciento de los medicamentos sin receta en 2021, la previsión de IQVIA estima que este logro se adelantará hasta 2020.

Y es que, aunque las políticas de recortes de precios han asegurado el acceso a nuevos medicamentos, se pide que estas revisiones se lleven a cabo anualmente. Con el fin de evitar efectos negativos, se propone incluir criterios de elegibilidad para medicamentos innovadores, entre los que se incluyen que los precios se fijen en base al beneficio clínico que aportan, y estableciendo que el importe de los fármacos no se incremente para continuar garantizando el acceso.

Sumando estos criterios al cambio a una revisión anual de precios, desde el Ministerio de Sanidad creen que se garantizaría el acceso, la innovación y un crecimiento controlado de la industria nipona.