| viernes, 07 de octubre de 2011 h |

Pablo Martínez, periodista e historiador

No se conocen datos exactos, pero la deuda acumulada por los Servicios de Salud de las autonomías españolas se estima que alcanza los 15.000 millones de euros. Son frecuentes los testimonios de proveedores que refieren tener facturas pendientes de 2009, 2010 y por la casi totalidad de 2011. Se trata de un escenario de demanda creciente, ilimitada para muchos, y recursos limitados. La infrafinanciación es histórica, desde tiempos del extinguido Insalud, en cada comunidad el presupuesto aprobado para cada año suele ser inferior al gasto real del ejercicio anterior. De ahí, precisamente, surge la deuda acumulada que amenaza con estrangular el SNS por la consunción de sus proveedores, que pueden llegar a no abastecer la tecnología, productos y medicamentos necesarios para el funcionamiento de cada día. Algo que representaría el colapso y previsiblemente la muerte del SNS.

El actual modelo de financiación, basado en impuestos, no da para cubrir los gastos. Mucho menos en una situación de crisis económica en la que bajan las recaudaciones fiscales. Guste o no es necesaria una solución in extremis, como la amputación de un pie gangrenado a un paciente para salvarle la vida, pero la divergencia entre los diagnósticos y alternativas que ofrecen los facultativos mantiene al paciente agonizante en la mesa de operaciones sin que resuelvan qué hacer ¿Hasta cuándo podrá aguantar así? Se ha dicho muchas veces, resulta imperioso: la Sanidad debe quedar al margen de la confrontación electoral, pero desgraciadamente a estas alturas de la precampaña del 20-N parece que no va a ser posible. Asistimos a una demagogia fácil: esto se resuelve subiendo esos impuestos ya menguados o esto se soluciona aplicando el copago. ¡Señores, que el paciente se muere! El sentido común indica que será mejor sacrificar una pequeña parte para conservar la mayoría, que enredarse en una polémica sobre si son galgos o podencos. Lo más posible es que todos tengan razón y que será necesario subir algún impuesto y aplicar de manera eficiente alguna tasa o copago. Por favor, déjense de gaitas, yo el pié cada día se lo veo más negro.