El año 2022, que se suponía podría ser el de la consolidación económica en España después de la pandemia, no ha cumplido con las expectativas. A la guerra de Ucrania (que ha acarreado un problema energético y alimentario) se han sumado una crisis de logística internacional y la crisis inmobiliaria que ha estallado en China.
El presidente de la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE), Luis De Palacio, que ha participado en una nueva sesión de “Tus Jueves de Formación”, que organizan FarmaQuatrium y FEFE, con el objetivo de aportar claves que contribuyan a mejorar el rendimiento económico y la gestión de la Oficina de Farmacia, ha apuntado que en este complicado momento económico el sector durante este ejercicio está un 6,7 por ciento, “nos comportaremos como en todas las crisis, como jabatos. Porque tradicionalmente aguantamos mejor que el resto de los establecimientos”, ha apuntado.
Un escenario turbulento
En el escenario internacional los organismos ya han revisado a la baja el crecimiento de 2023 en Europa porque la persistencia de la inflación en tasas elevadas es el gran problema. Unos niveles de precios que han acelerado el endurecimiento de las políticas monetarias y se han elevado los tipos de interés en los principales bancos centrales hasta cotas inusitadas en décadas. Todos los factores se convierten en cuellos de botella que van a derivar en el agotamiento del impulso producido tras las medidas restrictivas.
“En España, la elevada inflación (del 8,9 por ciento) ha llegado de la mano de los alimentos. Hasta 8,9 desde 10,5 en agosto. Los cereales, la leche y los huevos se han incrementado más del 20 por ciento, lo que se traduce en una presión social, que en nuestro sector ha sido determinante en la negociación colectiva”, ha explicado De Palacio. “Porque si nuestros empleados tienen problemas en su vida en el día a día estamos arriesgando un malestar social que se traduce en la relación personal entre titulares y trabajadores”.
La desaceleración ha llevado al Fondo Monetario Internacional (FMI) a recortar las previsiones de crecimiento mundial para 2023. Hasta niveles del 2,2 y el 2,7 por ciento y, en el caso de Unión Europea, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) la ha rebajado hasta el 0,3 por ciento.
Los PMI´s sacan la bandera roja
Los PMI´s en España se han situado en niveles de contracción, lo que se traduce en que podríamos entrar en recesión o estancamiento. Aunque haya un crecimiento en 2023. “Nos afecta mucho porque habíamos conseguido ser más exportadores. La información de aduanas muestra una evolución más dinámica en importaciones, con un déficit comercial 4,5 superior al de 2021. Y la balanza por cuenta corriente alcanzó los 1.100 millones de euros frente a los 4.200 de superávit del año anterior”, ha explicado el presidente FEFE.
La OCDE estima que con el cierre total del gas ruso o un invierno especialmente frío se podrían incrementar los precios un punto y medio. El incremento del PIB de 2023 se podría resentir 1,3 puntos por debajo de lo estimado -casi estancamiento-, lo que significa que estaríamos en recesión.
“Es fundamental para que el sector no sufra cambios en su modelo que España no necesite rescates, ni refinanciaciones graves, y que nos sigan comprando deuda”
Luis De Palacio, presidente de la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE)
Sin embargo, el mercado laboral español ha evolucionado mejor que el PIB. Porque la sociedad en general, y el sector empresarial en particular, se están esforzando por mantener los niveles de empleo para ver si se alcanza la actividad previa a la COVID-19 y, a partir de esos números, se produce crecimiento.
Empleo y convenio colectivo
Con el anuncio del impuesto solidario a grandes fortunas se anticipa pelea jurídica. Así lo ha entendido De Palacio, “lo que queremos es que, si alguien casa y farmacia, se mantenga la exención del patrimonio empresarial cuando la dedicación y principal fuente de ingresos viene de esa empresa. Algo que sería un grave perjuicio”. La situación económica y las nuevas leyes repercuten directamente en el convenio colectivo que está a punto de firmarse. “Estaremos por debajo de la inflación en el convenio. Pero no podemos pelear porque si se paga muy mal, dejará de interesar trabajar en España o en Madrid o las capitales de nivel de vida más alto, frente a las capitales de provincia. De hecho, el gran problema que tenemos es que no hay suficiente demanda de empleo en las zonas rurales. Y si el convenio se aleja mucho, será aún más complicado”.
El objetivo es mantener la jornada, más que el dinero. Las 1.783 horas actuales del convenio son menos que las del estatuto de los trabajadores, pero la jornada en el sector se va a distribuir con arreglo a las necesidades. Se ha priorizado esta jornada y capacidad de planificación a la pelea de un 2 por ciento de beneficios.
Una situación privilegiada pero…
Así las cosas, este 2022 será el último año ´normal´. Así lo ha entendido el presidente de la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles: “subirá el tipo marginal, pagaremos más en las operaciones de transmisiones, porque se van a restringir. No hay ahorro, no hay crédito. Por lo tanto, el mensaje es: vive al día. El vendedor verá su precio de venta bajar y lo normal sería que piense si esperar o vender ahora la farmacia. Lo que sí sucede es que en las crisis el negocio es anticrisis”.
Al modelo farmacéutico no le ven riesgo desde la FAFE. Se mueven en un entorno en el que es importante la presencialidad y es muy competitivo. Incluso en materia de medicamentos el ministerio prefiere que el mediador siga siendo un profesional. Por el contrario, en la administración sí ven riesgos. Y viene de la mano de la economía mundial. Y es que podría suceder que el ejecutivo quiera tocar el modelo porque se vea impelido por el hecho de que no nos compren nuestra deuda. Se hace imprescindible para la industria que España no necesite rescates, refinanciaciones graves y pueda consolidar así su crecimiento.
“Estaremos vigilantes. La pandemia ha demostrado que somos utilísimos y esenciales y que hemos salido reforzados. Apenas hemos tenido avances en la actividad remunerada, pero eso cambiará una vez que los cribados, vacunas, etcétera, se puedan hacer en las farmacias”, ha concluido Luis De Palacio.