El incremento de la obesidad es uno de las grandes razones por la que ciertos fármacos destinados para la diabetes están sufriendo desabastecimientos. Estos medicamentos de la familia de los agonistas del receptor del GLP-1 (semaglutida y liraglutida) están sufriendo escasez debido a su adquisición “para adelgazar”. Estos tratamientos están experimentando una altísima demanda por parte de personas como una “solución prodigiosa” para perder peso.

El uso de estos medicamentos para la obesidad sin diabetes está disparando el consumo

En este sentido, Antonio Pérez, presidente de la Sociedad Española de Diabetes (SED) señala que esta realidad “siempre ha existido, pero el problema es cuando el desabastecimiento es tan continuado, como esta ocurriendo con los agonistas del receptor GLP-1“. Además, indica que el problema no es por la sustancia en si, sino por los dispositivos debido a la altísima demanda, tanto desde el punto de vista de las indicaciones aprobadas como las que no. “Son tales los beneficios que aportan estos fármacos que la implementación en personas con diabetes ha sido superior a las que esperaban las predicciones cuando se desarrollaron estos tratamientos y a eso, se ha unido que son medicamentos que se están utilizando para el tratamiento de la obesidad sin diabetes, disparando el consumo y agravando la situación de los pacientes que sí lo tienen prescrito” asevera el presidente de la SED.

Además, alguno de los fármacos alternativos a estos, que eran “más veteranos” y se utilizaban menos, han ido desapareciendo como exanatida o lyxumia (lixisenatida) y Pérez advierte “que a final de año ya no vamos a disponer de ellos empeorando más la situación”. En sentido, añade que “la única opción que había era una formulación oral de uno de los que ya está inyectable, pero aparecen las restricciones de prescripción al ser una innovación terapéutica limitándolo más aún”.

Incomodidad para los profesionales sanitarios

Asimismo, apunta que hay que sumar las trabas propias de cada comunidad autónoma y cada hospital. Por lo que, el especialista prevé que este problema se va a extender a lo largo del 2024, generando una gran incomodidad tanto para los profesionales sanitarios, por el aumento de la presión asistencial por las consultas de las pacientes a esta situación, como para los pacientes que se ven privados de un medicamento que lo tienen prescrito.

La escasez se produce en medicamentos muy concretos: Ozempic (semaglutida), la insulina ultrarápida Fiasp y el glucagon inyectable

En este sentido, Juan Francisco Perán, presidente de la Federación Española de Diabetes (FEDE) indica que la escasez se produce en medicamentos muy concretos: Ozempic (semaglutida), la insulina ultrarápida Fiasp y el glucagon inyectable. Por esa razón, ha hecho una consulta a la Agencia Española del Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) por esta situación y la AEMPS ha confirmado el desabastecimiento debido al la utilización de estas terapias para otras indicaciones. Además, el presidente apunta que la escasez de glucagon inyectable se repite cada verano, ya que los pacientes de manera preventiva se llevan más dosis de las necesarias ante cualquier imprevisto que pueda ocurrir en sus viajes de estivales.

En definitiva, este desabastecimiento supone una sobrecarga para los profesionales y tiene un impacto relevante en la salud de los pacientes. Por ello, y con el objetivo de evitar o paliar estos problemas “se recomienda su uso únicamente de acuerdo a las condiciones autorizadas, y sustituir el tratamiento por las cada vez menos opciones de medicamentos disponibles del mismo grupo terapéutico”, resalta Antonio Pérez.


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