El desabastecimiento de Ozempic por la adquisición “para adelgazar” está comenzando a ser un problema grave para los enfermos de diabetes. A lo largo de 2022, este fármaco ha alcanzado una altísima demanda, y no precisamente por aquellos que lo necesitan, sino por las personas que lo adquieren para perder peso. En el mes de octubre, la Agencia Española del Medicamento (AEMPS) informó que Novo Nordik, la farmacéutica responsable de Ozempic, había advertido que la disponibilidad intermitente del antidiabético podría mantenerse durante el 2023.

La idea de utilizar Ozempic como adelgazante se ha propagado a través de las redes sociales con una extensa promoción de ‘influencers’ que han anunciado este medicamento como solución prodigiosa. “Se ha puesto de moda, pero esta medicación debe utilizarse bajo supervisión médica, ya que existe un efecto rebote, y puede ser muy peligroso”, advierte Cristóbal Morales, vocal de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) y miembro de la Sociedad Española de Diabetes (SED).

Este fármaco tiene un triple beneficio, según explica Morales, el primero es controlar la diabetes en personas que la padecen; el segundo es controlar el peso de la persona enferma; y el último, prevenir el riesgo cardiovascular.

“Ozempic, aprobado para enfermos de diabetes tipo II, es un fármaco muy eficaz, pero sólo en manos expertas”, asegura Morales, y añade que la venta de estos fármacos en el mercado negro o internet, y por tanto el desabastecimiento intermitente, se ha visto motivada por la promoción en redes. “No es sólo un problema de España, sino global”, afirma.

Aun así, Morales ha lanzado un mensaje de tranquilidad para los pacientes con diabetes que utilizan Ozempic: “Ningún paciente va a quedarse sin su medicación. Existen, por ejemplo, soluciones de tipo oral, como Rybelsus, que tiene el mismo principio activo, la semaglutida”.

Consejo General de Colegios Farmacéuticos

La principal razón tras la escasez del fármaco es un “suministro irregular del mismo, según explica Juan Pedro Risquez, vicepresidente del Consejo General de Colegios Farmacéuticos (CGCOF), quien añade que Ozempic está indicado para pacientes de diabetes tipo II, y no para otras patologías, “aunque también se use para la obesidad”.

Desde la AEMPS ya se ha solicitado expresamente a los médicos que prioricen el uso de medicamentos análogos del GLP-1 de acuerdo con las condiciones autorizadas, es decir, para pacientes con ese tipo de diabetes, aunque apuntan también, como el CGCOF, que se trata de un problema de suministro y que existen alternativas.

Risquez coincide con este último punto, y añade que hay otras presentaciones de la semaglutina. “Existen otros fármacos alternativos dentro del grupo de los inhibidores de la GLP 1, se está trabajando con diferentes dosis”, afirma.

Respecto a la cuestión de la “moda” de consumir este fármaco como adelgazante, Risquez asegura que es “tremendamente peligroso”. “La adquisición en el mercado negro esá taxativamente prohibida y es la puerta más fácil para las falsificaciones”, señala el vicepresidente de CGCOF.

“La gente tiene que ser hiper responsable, tiene que haber un diagnóstico previo, son tratamientos que tienen una afectación en la salud de los pacientes importantísima”, concluye.

Además de esto, otra recomendación que hace la AEMPS tras este problema de suministro es que, en los casos en los que se deba sustituir el tratamiento con Ozempic por un análogo de GLP-1, se deben tener en cuenta que la administración del tratamiento tiene que comenzar una semana después de la última dosis de Ozempic.


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