La psoriasis afecta a más de un millón de personas en España. Se trata de una patología con un gran impacto visible a nivel físico pero que genera otro no menos importante, e invisible, sobre la salud mental y emocional de las personas. Asimismo, se ha demostrado que las personas con psoriasis presentan mayor riesgo de desarrollar complicaciones adicionales, como la artritis psoriásicadiabetes y enfermedades cardiovasculares. De hecho, aproximadamente un 10% de ellas padecen artritis psoriásica, que puede tener consecuencias más graves que la propia psoriasis.

Precisamente, el ‘Foro IMIDs: El impacto silencioso de la Psoriasis y la Artritis Psoriasica’, organizado por GACETA MÉDICA, Marie Claire y MIA, con el apoyo de Janssen, abordó las implicaciones de estas dos enfermedades, su evolución a lo largo de los años y cómo afecta a la vida de los pacientes.

Anna López, dermatóloga del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau y una de las intervinientes en este encuentro, recuerda que en las enfermedades inflamatorias inmunomediadas (IMIDS) el sistema inmunológico está jugando un papel muy importante. “Esto quiere decir que algunos de sus componentes, ya sean las células que están implicadas, las citoquinas o moléculas que actúan como comunicadores entre estas células del sistema inmunológico, están alteradas”, señala la especialista. “Esta alteración tiene que ver con alguna causa de tipo genético que provoca que estos pasen de tener una susceptibilidad a tener una alteración inmunomediada”, añade esta dermatóloga.

Los pacientes con psoriasis pueden experimentar comorbilidades que involucran enfermedades cardiovasculares, enfermedad renal crónica, trastornos psiquiátricos y síndrome metabólico

Asimismo, los pacientes con psoriasis pueden experimentar comorbilidades que involucran enfermedades cardiovasculares, enfermedad renal crónica, trastornos psiquiátricos, síndrome metabólico. Y, a su vez, padecer otras enfermedades inflamatorias, como es el caso de la colitis ulcerosa, la enfermedad de Crohn o la uveítis.

“Este concepto inmunológico que se ha abordado es común en otras enfermedades. Estos ‘mediadores’ que están alterados en la psoriasis y la artritis psoriásica también están presentes en otras enfermedades inmunomediadas como la enfermedad inflamatoria intestinal. Esto provoca que existan pacientes con las tres enfermedades a la vez porque están compartiendo el mecanismo que las induce”, puntualiza la experta.

Hasta un tercio de los cerca de 14 millones de personas que sufren psoriasis en Europa desarrollan artritis psoriásica

Este es el caso de Irene Escribano, paciente de artritis psoriásica, quien cuenta el periplo que sufrió hasta que le diagnosticaron la nueva enfermedad.  “Empecé con psoriasis en placas, pero cuando desarrollé artritis psoriásica (hace más de 30 años) no sabía lo que era. Lo difícil fue llegar al diagnóstico, el cual se demoró cuatro años hasta que en la consulta de reumatología me lo pudieron diagnosticar”, explica Escribano.

En concreto, hasta un tercio de los cerca de 14 millones de personas que sufren psoriasis en Europa desarrollan artritis psoriásica. “Este retraso diagnóstico es muy frecuente. En el 80% de los de los casos aparece después de la psoriasis en un periodo de 10 años. Por tanto, es en las consultas de dermatología donde debemos estar atentos a estos síntomas para derivar al paciente a reumatología”, incide la dermatóloga.

En este sentido, el abordaje multidisciplinar es fundamental para ofrecer una atención integral y holística del paciente con enfermedades inmunomediadas, como el ejemplo del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau.

“Hace ocho años que iniciamos una consulta conjunta entre dermatología y reumatología para atender a aquellos pacientes en los que en el transcurso de su enfermedad psoriásica aparece algún síntoma articular”, continúa Anna López. “También vemos pacientes que tienen artritis psoriásica, pero que nunca han tenido síntomas de psoriasis. Gracias a ello podemos confirmar la mínima sospecha de la enfermedad dermatológica”, añade la especialista.

Por otro lado, está asimismo demostrado que la carga inflamatoria de la enfermedad contribuye al mayor riesgo cardiovascular de estos pacientes. “Hay estudios que han demostrado que es un factor independiente de riesgo cardiovascular. Es decir, solo por el hecho de tener psoriasis presentan mayor riesgo de evento cardiovascular”, resalta la dermatóloga, quien también señala la asociación con el síndrome metabólico. “Por tanto, cuando vemos a un paciente con psoriasis intentamos ver si hay riesgo cardiovascular, si hay diabetes o si tiene hipertensión porque el hecho de corregir estas enfermedades puede mejorar la respuesta al tratamiento de la psoriasis y de la artritis psoriásica”, puntualiza Anna López.

La evolución de los tratamientos

Las pacientes presentes en el Foro virtual recuerdan “lo engorroso” que eran los primeros tratamientos tópicos que utilizaban al principio de la enfermedad como las lociones, champús o cremas. Tratamientos que están muy lejos de la realidad actual.

“La revolución terapéutica se inició hace 15-20 años con la llegada de los primeros tratamientos biológicos que son generalmente tratamientos subcutáneos que van dirigidos contra las moléculas alteradas del sistema inmune. Son fármacos muy seguros y eficaces y en los últimos años han permitido conocer la enfermedad mucho mejor y tratar mejor al paciente”, enfatiza la dermatóloga.

“El objetivo de los profesionales es conseguir que los pacientes puedan olvidarse de la enfermedad y lo podemos conseguir gracias a los tratamientos subcutáneos actuales que se administran cada cierto tiempo”

Anna López

Irene Escribano, señala que ha pasado por todos los tratamientos. “Tópicos, sistémicos y finalmente los biológicos… mientras haya margen de tratamientos para seguir controlando la enfermedad, es lo importante”, apunta.

“El objetivo de los profesionales es conseguir que los pacientes puedan olvidarse de la enfermedad y lo podemos conseguir gracias a los tratamientos subcutáneos actuales que se administran cada cierto tiempo”, subraya la experta en dermatología.

El impacto emocional

El impacto psicológico y emocional que provocan estas enfermedades se convierte en ocasiones en una “carga vital” para los pacientes. Por ello, estar bien informado y conocer lo que les está aconteciendo es una de las principales reivindicaciones de estas personas para hacerse entender y explicar de forma correcta lo que les está sucediendo.

Desde esta visión directa, Nerea Morán, paciente de psoriasis y enfermera, y ponente también en el encuentro, detalla cómo ha evolucionado su enfermedad y cómo afronta su día a día.  “Esta patología me ha acompañado en todas las etapas de mi vida, porque empecé con cinco años. Mi psoriasis es pustulosa y puede abarcar el 90 por ciento de mi cuerpo, lo que te limita prácticamente en todo porque la psoriasis ocupa todo tu cuerpo y tu mente”, relata Morán.

“Cuando eres pequeña no entiendes lo que te pasa, pero con los años vas descubriendo qué es la enfermedad, cuáles son sus causas, cómo puedes aliviar los síntomas y aprendes a vivir con ella. Lo importante es no dejar de hacer lo que te gusta, si bien hacerlo de otra manera”, explica Nerea además de insistir en lo importante que es “estar bien informado”.


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