La Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios (MHRA) de Reino Unido autoriza una nueva indicación para el anastrozol. Se trata un tratamiento hormonal que se venía utilizando para el cáncer de mama en mujeres posmenopáusicas. Sin embargo, ahora se ha demostrado que también puede utilizarse para prevenir la aparición de la enfermedad. Según las previsiones, se calcula que los casos podrían reducirse en un 49 por ciento en 11 años.
El anastrozol es un inhibidor que actúa reduciendo la cantidad de estrógenos que produce el organismo mediante el bloqueo de una enzima llamada aromatasa. Las pruebas se basaron en el estudio IBIS-II, un ensayo internacional, aleatorizado, doble ciego y controlado con placebo, que demostró que menos mujeres desarrollaron cáncer de mama en el grupo de anastrozol en comparación con el grupo placebo.
El fármaco se ofrecerá a 289.000 mujeres posmenopáusicas con riesgo moderado de desarrollar cáncer de mama. El tratamiento se administra en comprimidos de un miligramo una vez al día durante cinco años. “Se trata del primer fármaco que se reutiliza a través de un nuevo programa líder mundial que nos ayuda a aprovechar todo el potencial de los medicamentos existentes en nuevos usos para salvar y mejorar más vidas”, ha declarado Amanda Pritchard, Directora General del National Health Service (NHS).
En 2017 fue recomendado por primera vez como una opción preventiva por el Instituto Nacional para la Salud y la Excelencia en el Cuidado (Nice), pero, con el medicamento sin licencia en este uso, la captación se mantuvo baja. Los efectos secundarios más frecuentes son sofocos, sensación de debilidad, dolor o rigidez en las articulaciones, artritis, erupciones cutáneas, náuseas, dolor de cabeza, osteoporosis y depresión. Al igual que con cualquier otro medicamento, la MHRA revisará atentamente la seguridad y eficacia de Anastrozol. Se recomienda a cualquier persona que sospeche que este medicamento le está produciendo un efecto secundario que hable con su médico, farmacéutico o enfermero.
El cáncer de mama es el tipo de cáncer más frecuente en el Reino Unido. La mayoría de las mujeres diagnosticadas con este tipo de tumor tienen más de 50 años, pero las más jóvenes también pueden padecerlo. De hecho, se estima que alrededor de una de cada siete mujeres será diagnosticada de cáncer de mama a lo largo de su vida.
