E.M.C Madrid | jueves, 11 de octubre de 2018 h |

“Tenemos que transformar los hospitales hacia los pacientes que tenemos, y también hacia los que seremos nosotros”. Con estas palabras Francisco Javier Martínez Peromingo, geriatra del Hospital Rey Juan Carlos de Móstoles y coordinador Sociosanitario de los Hospitales Públicos de Madrid del Grupo Hospitalario Quirón, se ha referido a la necesidad de incorporar programas de prevención y atención al paciente frágil en los centros sanitarios.

El especialista explicó la experiencia en su hospital con la puesta en marcha del Programa R+Activa, impulsado por Nestlé Health Science, que contempla un doble abordaje que va de la intervención nutricional a la actividad física en el anciano pre-fragil y frágil.

Martínez Peromingo aseguró que el desarrollo de un programa de este tipo, que incentiva la actividad física incluso durante el ingreso, con recordatorios para que los pacientes se muevan y pequeños recorridos a la medida de sus posibilidades, permite reducir los reingresos y la mortalidad y acorta la estancia media en el hospital. Tal y como afirmó, son algunas de las conclusiones previas de un trabajo a punto de publicarse que recoge los resultados con 400 pacientes en seis meses.

Su intervención tuvo lugar en el II Congreso de Alimentación, Nutrición y Dietética celebrado recientemente en Madrid por el Consejo General de Dietistas-Nutricionistas.

Colaboración entre profesionales

En el marco de una mesa de diálogos con la industria, con ponencias seleccionadas por el comité organizador entre las propuestas realizadas por las diferentes compañías de alimentación, el director de Salud y Nutrición de Coca Cola Iberia, Rafael Urrialde, abogó por un acercamiento entre los profesionales sanitarios, de la nutrición y de la industria alimentaria para trasladar una información adecuada a la sociedad.” Al igual que en medicina existe un acercamiento entre la industria farmacéutica y los profesionales de la salud, es necesario que ese acercamiento también se produzca en el terreno de la alimentación”, expuso. Una colaboración que remarcó como crucial y que puede derivar en puntos de encuentro para abogar, por ejemplo, por un consumo responsable de ciertos alimentos como puede ser el azúcar, sentenció.

Urrialde remarcó que el gestor real del concepto del alimento es el profesional de la salud, y reconoció que no es fácil hacer llegar a este colectivo el esfuerzo de las compañías para, por ejemplo, reducir el contenido de azúcar añadido en las bebidas. En la misma línea, abogó por que la industria se aleje también de ofrecer mensajes medicalizados.

Para finalizar, recordó la ausencia de una encuesta dietética nacional que ofrezca datos precisos sobre este consumo, y abogó por impulsar consensos y diseñar herramientas comunes.