“La pandemia ha sido una prueba de esfuerzo para la sociedad y para la industria; ha puesto a prueba la capacidad de producción y suministro de medicamentos al mismo tiempo que se mantenía la investigación clínica como al modelo global de I+D de medicamentos”. Con esta premisa, Juan López-Belmonte, presidente de Farmaindustria, inauguraba el ‘XVII Seminario Industria Farmacéutica & Medios de Comunicación’.

Como ya ha hecho la patronal en diversas ocasiones, López-Belmonte valoraba el papel que ha realizado la Agencia Española del Medicamento y el Producto Sanitario (Aemps) en materia de coordinación, definiéndola como “muy adecuada y sensata durante todo el proceso”.

El presidente de Farmaindustria también recordaba datos para poner en valor al sector: “el 93 por ciento de los medicamentos que utilizamos a diario vienen de la inversión de la industria farmacéutica”. Siguiendo este hilo aludía al vínculo “entre el aspecto económico, el de la salud y el social, porque cualquier impacto en estos factores repercute en los demás”.

Oportunidad a varios niveles

Con todo esto, López-Belmonte remarcaba que el país tiene “una gran oportunidad con la industria farmacéutica como sector tractor en el corto plazo; en el medio plazo creemos que España tiene que basar su sistema productivo en la innovación y el conocimiento”. Así, animaba a explorar “todas las oportunidades en investigación y producción, más, teniendo en cuenta que España se ha convertido en referencia en ensayos clínicos en los últimos años”

Además del papel en I+D, el presidente de la patronal ponía en valor la capacidad de anticipación del sector. “En otras industrias se han detectado problemas de suministro; en la industria farmacéutica, tanto en España como en Europa, tenemos mecanismos para hacer frente a estas situaciones”, indicaba. Uno de los elementos que podría impactar en este aspecto, según planteaba, es “la excesiva dependencia de terceros”. Para evitar estas situaciones expresaba que con “un marco adecuado de actuación se puede recuperar la posición y evitar problemas estratégicos”. En esta línea precisaba que “Farmaindustria propone una línea basada en dar más estabilidad y reforzar el tejido productivo con las implicaciones que esto tiene, por ejemplo, en la creación de empleo”.

Para concluir, López-Belmonte señalaba que “una industria no se crea ni fortalece en una legislatura; necesitamos un plan para la industria farmacéutica a largo plazo que reconozca el valor de la innovación tanto disruptiva como incremental y garantice el acceso, ya que hemos perdido posiciones en este aspecto”.