‘Toledos’ y ‘Alpuentes’ deberían dejar la pancarta y analizar la actuación del departamento de Pajín
| 2011-05-13T15:15:00+02:00 h |

Sergio Alonso es redactor jefe de ‘La Razón’

Es cierto que durante las campañas electorales está instalada en el común de los mortales la creencia resignada de que todo vale. Sin embargo, alguien debería trazar la raya y decir basta. Una cosa es divulgar sandeces, lanzar al aire falsas promesas e, incluso, aderezar la realidad con adornos imaginativos para que no aparezca tan cruda a ojos de los electores, y otra intentar engañarles de forma miserable con bulos mezquinos y ruines. Es lo que pasa con el PSOE de Madrid, un partido sumido en el pozo por obra y gracia de Tomás Gómez, para desgracia de los trabajadores que aún conservan su empleo sojuzgados y de los que lo han perdido por culpa de un Gobierno miope e incapaz de afrontar la crisis. Ignorando los errores de sus antecesores, especialmente los de Rafael Simancas, Gómez y sus colaboradores han rescatado para la causa electoralista sanitaria las cantinelas del copago y la privatización. No dudan para ello en aprovechar la mano tendida que les prestaba algún representante médico afín, para intentar hacer estérilmente proselitismo entre los profesionales a los que el gobierno socialista les ha recortado el sueldo. Tampoco les ha temblado el pulso a la hora de poner en juego a todo tipo de peones pancarteros, ‘Willys’ Toledos, ‘Monchos’ Alpuentes, plataformas que no representan a nadie y pseudo asociaciones defensoras de la misma Sanidad Pública que el Ejecutivo ha resquebrajado con su nefasta gestión. Fruto de ello es la falacia de que Esperanza Aguirre quiere extender el copago en la jurisdicción madrileña. Lamentable.

De Aguirre y sus consejeros sanitarios se podrán decir mil cosas y formular otras tantas críticas. Es sabido que hay hospitales que renquean, centros de salud que languidecen y experimentos que funcionan peor de lo esperado. Pero de ahí a dar por sentado su afán por obligar a los ciudadanos a pagar más por los servicios o medicamentos, o a cobrarles por operaciones o consultas, va un trecho. El de la mentira y la insidia consciente de alguien que deshonra la memoria de su propio partido. Porque conviene recordar que Carlos Ocaña, secretario de Estado de Hacienda bajo el actual Gobierno, el que defendió a capa y espada la extensión del copago. De esto no dice nada Willy Toledo y el resto de corifeos que le ríen las gracias al PSOE. Tampoco dicen nada de la querencia del tripartito catalán, capitaneado por los socialistas, hacia el sector privado. José Montilla no sólo no frenó los acuerdos con clínicas privadas y mutuas heredados de CiU, sino que las extendió, con la diferencia de que encima no les pagaba y la Sanidad en Cataluña está hoy en la cochambre más absoluta, mostrando la senda que les espera al resto de las autonomías a la vuelta de unos meses por culpa de la nesciencia económica del PSOE. ‘Toledos’ y ‘Alpuentes’ deberían reunirse con Gómez sin la pancarta en la mano, y analizar detenidamente la actuación del departamento que hoy comanda Leire Pajín. Se darían cuenta de que un ex ministro socialista, Bernat Soria, colabora hoy con una compañía farmacéutica. Que tiren del hilo e indaguen, en vez de lanzar soflamas falsas que encima no reportarán voto alguno a los socialistas madrileños.

Preguntas sin respuesta

¿Qué sociedad científica de primaria ha aceptado la petición de CiU de aplacar los ánimos de los médicos catalanes ante los recortes? ¿Qué ‘contraprestación’ recibirá a cambio de Boi Ruiz?

¿Cuántos consejeros del PP han caído ya en la cuenta de que la pifiaron al respaldar el ‘acuerdo-timo’ de Trinidad Jiménez contra la bancarrota?

¿Qué dijo el PSOE cuando Mariano Barbacid se enfrentó a Celia Villalobos de forma parecida a como hoy lo hace con Cristina Garmendia?

¿Qué alto cargo del Ministerio de Sanidad no aguanta más la despreocupación de Leire Pajín por los asuntos sanitarios y reconoce en público que está deseando que acabe esta etapa?