c. r. Bruselas | viernes, 05 de junio de 2015 h |

El uso de las autorizaciones condicionales de comercialización podría optimizarse en el marco jurídico europeo, clarificando aún más los requisitos legales y sus aspectos de procedimiento, así como mejorando la confianza y la percepción que a fecha de hoy existe “por parte de todos los interesados”. La ‘mala prensa’ que las nuevas vías de acceso a la innovación constituyen una de las principales dificultades y limitaciones en el uso de estas herramientas, según constataron representantes de la Dirección General de Salud Pública y de la Agencia Europea del Medicamento durante la segunda reunión de Stamp.

Entre las principales conclusiones a las que ha llegado el Comité de Medicamentos de Uso Humano de la EMA en torno a las autorizaciones condicionales se contempla, por ejemplo, la posibilidad de remitir a las compañías información basada en la experiencia acumulada hasta la fecha y la posibilidad de involucrar a todos los agentes —especialmente a la industria, que en primera instancia parece la más escéptica— al diálogo temprano.

Justo lo contrario ocurre en el caso del piloto de licencias adaptables, que tiene más difícil convencer a los estados miembro. Es el caso de España, tal y como reconoció a este periódico (ver EG núm. 696) Mercedes Martínez, consejera técnica de la dirección general de Cartera Básica de Servicios del SNS y Farmacia. Desde su punto de vista, el modelo proyectado genera más incertidumbres y limitaciones que el modelo actual, basado en ensayos clínicos.