Juan Nieto
Subdirector de El Global
| viernes, 05 de junio de 2015 h |

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Renovarse o morir, se trata de una máxima que siempre debe estar presente

Decía el gran Miguel de Unamuno que el progreso consiste en renovarse. Una máxima a aplicar a todos los aspectos de la vida y a todos los colectivos profesionales (no únicamente a esa FIFA que ha estado secuestrada desde hace años por un señor suizo, Joseph ‘Sepp’ Blatter, como antes lo estuvo por un señor brasileño llamado João Havelange), entre ellos, la distribución farmacéutica de gama completa. Una renovación que ya fue iniciada hace tiempo por la gran mayoría de la compañías distribuidoras farmacéuticas que operan en nuestro país, lo que les ha permitido aguantar la crisis y adaptarse al difícil entorno en el que les ha tocado desarrollar su actividad profesional. Sin embargo, el renovarse o morir es una máxima que siempre debe estar presente y, en este caso, la renovación debe seguir su curso. No vale pararse ahora, el cambio es constante, continuo, por lo que los procesos de renovación deben seguir.

Un proceso de renovación que, por ejemplo, ya tiene fecha en el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos: el 24 de junio. Será ese día cuando Jesús Aguilar y todo su equipo (vocalías nacionales incluidas) oficialicen la renovación de la máxima institución farmacéutica española. Se trata de una renovación tranquila, sobre todo porque muchos de los ‘nuevos’ no son tan nuevos, pero, al fin y al cabo, es una renovación.

Y qué decir de la oferta de empleo FIR (Farmacéutico Interno Residente) para el año que viene. La marcha atrás dada por el Ministerio de Sanidad, que en un principio manifestó su intención de congelar el proceso, se puede considerar también una renovación. ¿O no? Es posible que solo sea un parche a una ocurrencia que no midió bien las consecuencias que podía tener. Como en el caso de Blatter, que seguro que nunca imaginó irse por la puerta de atrás. Pero… Renovarse o morir.

Peter Jennings:“As a journalist, one tends to think there’s nothing off limits”. (“Como periodista, uno tiende a pensar que no hay nada fuera de los límites”).