La Autoridad Europea de Preparación y Respuestas ante Emergencias Sanitarias (HERA), impulsada por la Comisión Europea, es la nueva organización de la UE que se encargará de coordinar y organizar la respuesta colectiva ante situaciones similares a la ocasionada por la COVID-19. Esta acción coordinada entre los Estados miembro a nivel europeo no es suficiente para Alianza de Salud Pública Europea (EPHA, por sus siglas en inglés), que anima a la UE a consolidar la estrategia a nivel mundial defendiendo así el mantra “nadie está a salvo hasta que todos lo estén”.

La alianza sostiene que la visión europea pone en valor la cooperación y la naturaleza global de las amenazadas para la salud que pueden suponer otros virus y patógenos. Sin embargo, las iniciativas que se ponen en marcha dentro de la nueva organización deberían requerir herramientas médicas críticas accesibles en todo el mundo. Este es el mensaje que lanzan a través de un comunicado de la EPHA la directora de la Alianza Europea para la responsabilidad en I+D y accesibilidad a medicamentos, Rosa Castro, y el portavoz de la organización no gubernamental Defensores de la Salud Mundial (Global Health Advocates), Marcin Rodzinka-Verhelle.

“Si la UE desea que la HERA se convierta en un proyecto verdaderamente global, deberá tratar las herramientas médicas resultantes de las inversiones públicas como bienes públicos globales”

Autores del comunicado

Vacunas, un elemento potencial de desigualdad

La importancia de fortalecer la equidad en la distribución de las vacunas contra la COVID-19 es uno de los principios que la EPHA defiende desde el comienzo de la pandemia. La posibilidad de acceder a los mecanismos efectivos de acceso a las vacunas a nivel global, así como los fondos públicos son dos elementos “cruciales”, según los autores, para evitar desigualdades a nivel mundial.

De hecho, con la llegada de las vacunas a comienzos de 2021, la EPHA compartió su opinión en torno a la nueva organización de la UE, HERA, a través del departamento de I+D y accesibilidad a medicamentos. La alianza destaca el papel de las empresas farmacéuticas y la importancia de consolidar acuerdos conjuntos de compra anticipada más fuertes. “La publicación de algunos de los contratos muestra que la Comisión Europea y los Estados miembros tenían demasiada confianza en las empresas y no incluían salvaguardias concretas para proteger el interés público”, apostillan.

En este contexto, la alianza anima a tomar ejemplo de brotes anteriores de coronavirus, la epidemia de Zika, los brotes de ébola y la pandemia de resistencia a los antibióticos en curso para unificar acciones coordinadas y “hacerlo bien”. La EPHA insiste en que la HERA debe tener un mandato “sólido y amplio con un enfoque impulsado por la salud pública para la previsión, preparación e investigación”, ya que estos elementos pueden ser la base para poder ampliar la producción y distribución de herramientas médicas cuando sea necesario.

La futura HERA, según la EPHA

Las razones que impulsan a la EPHA a lanzar estos mensajes se fortalecen aún más con su idea de lo que debería ser la HERA, en base a seis principios. El primero de ellos es apostar por la gobernanza inclusiva impulsada por el interés público, de forma que las estructuras del nuevo organismo de la UE garanticen el control público entre las partes interesadas: organizaciones de la sociedad civil de salud pública, pacientes, consumidores y pagadores. En este punto, la EPHA indica que, a pesar de que las industrias sean socios importantes, “no deberían formar parte de ninguna estructura de gobierno de la nueva agencia”. Además, insisten en la necesidad de que los procesos de consulta publica sean “transparentes, oportunos e inclusivos” y que las declaraciones de conflictos de intereses sean públicas.

En segundo lugar, consideran que las prioridades de la HERA deben basarse en evidencias de pruebas científicas, así como impulsarse a nivel mundial. Por este motivo, los miembros de la alianza consideran fundamental que la HERA colabore estrechamente con la Organización Mundial de la Salud (OMS) para establecer prioridades y “evitar duplicar esfuerzos de investigación”.

“El Plan de I+D de la OMS, que identifica enfermedades y patógenos en contextos de emergencia de salud pública, debería impulsar el establecimiento de las prioridades de la HERA”

EPHA

En tercer lugar, la EPHA apuesta porque la HERA tenga un enfoque que englobe toda la cadena de acción con líneas de actuación amplias que garanticen la distribución equitativa. La total transparencia y rendición de cuentas a todos los niveles es el cuarto principio que destaca la alianza, que anima a vertebrar la transparencia en todos los niveles de la asociación.

Por otro lado, los resultados de la HERA deben considerarse bienes públicos, según defiende la alianza, porque debe garantizar un impacto social positivo y un rendimiento de las inversiones públicas. Este es el quinto pilar que debería consolidar el nuevo organismo europeo.

“El acceso abierto y los requisitos de datos abiertos deben ser una práctica estándar para garantizar que el conocimiento adquirido con el apoyo de la financiación pública sea accesible y reutilizable”, destaca la alianza.

En último lugar, destacan la eficiencia y la colaboración como otro de los factores clave para maximizar la coordinación y colaboración con la OMS y otros agentes sanitarios mundiales.


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