Los efectos del cambio climático son cada vez más visibles y las consecuencias que puedan tener en la salud continuarán empeorando a medida que dichos efectos se agraven. Dentro del panorama internacional, existen determinados países que están considerados de mayor riesgo a sufrir las consecuencias del calentamiento global. Estas circunstancias ponen en el punto de mira a cerca de 1.000 millones de niños, casi la mitad del total de 2.200 millones que hay en el mundo.

Esta cifra se corresponde a menores que viven en alguno de los 33 países considerados de “muy alto riesgo” que tienen mayor exposición a efectos como olas de calor, contaminación o enfermedades mortales. Así lo señala el primer análisis de UNICEF, agencia de Naciones Unidas para la infancia, correspondiente de valorar los riesgos del cambio climático desde la perspectiva de los niños y que se recoge en el Índice de Riesgo Climático de la Infancia.

El documento ‘La crisis climática es una crisis de los derechos del niño“, presentado en colaboración con el movimiento social-juvenil ‘Fridays for future’ (Viernes por el futuro), conmemora el tercer aniversario de la lucha por el clima de los jóvenes.

La directora ejecutiva de la agencia de la ONU para la infancia, Henrietta Fore, ha señalado que “por primera vez se dispone de un panorama completo que revela dónde y de qué forma los niños son vulnerables al cambio climático, y se trata de un panorama mucho más grave de lo que podíamos imaginar”.

En este contexto, Fore destaca que los riesgos climáticos influyen en los derechos de los niños, desde el acceso a un aire limpio, alimentos y agua potable, hasta la educación o vivienda.

Regiones con efectos climáticos solapados

El documento presenta una clasificación de los países en función de la exposición de los niños a los riesgos climáticos y medioambientales como olas de calor o ciclones, así como la vulnerabilidad de los menores ante el cambio climático.

Considerando estos puntos, los jóvenes que viven en la República Centroafricana, el Chad, Nigeria, Guinea y Guinea-Bissau son más vulnerables a los efectos climáticos.

En este contexto, el documento revela que la precariedad de los servicios existentes que reciben, como el agua y el saneamiento, la atención médica o la educación también fortalece esta vulnerabilidad como “una combinación letal”.

El informe revela que, en relación a la contaminación atmosférica, 1.000 millones de niños están “muy expuestos” a niveles cada vez más elevados. Respecto a la escasez de agua, la exposición afecta a 920 millones de niños. Asimismo, 820 millones están expuestos a olas de calor, 815 millones a contaminación por plomo, 600 millones a las enfermedades transmitidas por vectores, 400 millones a ciclones, 330 millones a inundaciones fluviales y 240 millones a inundaciones costeras.

En relación a estas cifras, el informe indica además que uno de cada tres niños en todo el mundo viven en zonas en las que se solapan al menos cuatro de los efectos climáticos mencionados.

A pesar de que todos los niños del mundo corren el riesgo de las posibles consecuencias del cambio climático, “los datos revelan que los países más afectados se enfrentan a crisis múltiples”. Esta situación podría influir en el desarrollo y progreso de las regiones y aumentar las carencias de la infancia.

Peticiones de UNICEF

Para intentar reducir los efectos del cambio climático, UNICEF ha lanzado una serie de “exigencias” a gobiernos, empresas y actores relevantes. En primer lugar exigen aumentar las inversiones destinadas a la adaptación y la resiliencia al clima. En este contexto, piden adaptar los servicios “más importantes” como los sistemas de agua, saneamiento e higiene, así como los servicios de salud y educación.

Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero es la segunda exigencia de la agencia, con el fin de “evitar los peores efectos e impedir que la temperatura aumente más de 1,5 grados centígrados. Asimismo, piden proporcionar a los niños sobre educación en relación al clima y competencias ecológicas.

Las negociaciones climáticas sirven como el punto de encuentro para tratar los temas más urgentes a nivel internacional. Unicef pide incluir a los jóvenes en las negociaciones y en las decisiones relacionadas con el clima a nivel internacional. En este contexto, estaría incluida la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) que tendrá lugar en octubre y noviembre de 2021.

Por último exigen garantizar que la recuperación de la pandemia de COVID-19 sea “respetuosa con el medio, genere bajas emisiones y beneficie a todo el mundo”.