La necesaria transformación de la distribución farmacéutica en una “tecnológica”

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La distribución farmacéutica es el miembro clave en la cadena de valor del medicamento que consigue que éste llegue en tiempo y forma a quien lo necesita. En principio, parece que sólo se ocupa de “mover” medicamentos, y por ello lo llamamos distribución farmacéutica. Por este mismo razonamiento, a la multinacional Amazon, lejos de llamarle “distribuidora de consumo”, la consideramos una empresa tecnológica. Y nadie duda de ello.

No parece que haya mucha más tecnología en Amazon si la comparamos con la que se requiere para la gestion y logística del medicamento. Tampoco Amazon gestiona productos de alto valor en innovación y tecnología asociada, a diferencia de la distribución de medicamentos. Pero Amazon salió a bolsa en 1997, y tres años antes vendió su primer producto (un libro). Mientras que las empresas y cooperativas farmacéuticas nacieron a principios del siglo XX, las más relevantes sobre los años 30 y 40.

Tecnología del medicamento

La tecnología que hay en el trazado, seguimiento y control del proceso logístico de los medicamentos, entre otras actividades de lo que llamamos “distribución farmacéutica”, está al nivel de cualquier tecnológica que se precie, y mucho más. Yo no creo que Amazon sea capaz de realizar la trazabilidad de un envío de un suplemento dietético que haya sido entregado, aunque tampoco le interesará hacerlo ni ofrecer el servicio por no estar obligada a ello.

Pero la distribución farmacéutica actual ha avanzado también en otros servicios de distinta naturaleza según la estrategia de cada entidad. Resulta paradójico que una de las compañías de alto componente tecnológico, como es la internacional IQVIA (antes IMS), se apoye, para uno de sus servicios estrella, en los datos y la información sobre medicamentos que le suministra la distribución farmacéutica.

“Es preciso abandonar la idea obsoleta de que el cometido de la distribución es mover medicamentos y proporcionar servicios con un escaso margen”

Y es que la distribución farmacéutica no se ocupa sólo de la logística del medicamento, se ocupa de que el medicamento, junto a otros productos de interés y cuidado de las personas, alcancen su máximo potencial, asegurando su disponibilidad antes de la propia demanda, o corrigiendo y regulando el suministro. Y todo el proceso se controla con datos e información generada de interés.

Se dice en la Facultad de Farmacia que el medicamento es una sustancia activa y su información. Y eso implica el uso de tecnologias que faciliten ambas cosas para trabajar de manera adecuada con medicamentos. Porque conocer el medicamento implica tanto su uso como la informacion precisa sobre su gestión. El medicamento requiere predecir su demanda, corregir y asegurar su trazado o cerciorarse de los suministros. Y, cuando no sea posible que llegue, anticiparse y atenuar su efecto cuando sea posible.

El salto necesario

Las economías de alcance de las entidades de distribución farmacéutica son extraordinarias. Por un lado ofrecen un canal seguro a las compañías farmacéuticas y por otro lado proporcionan y gestionan el medicamento o producto sanitario necesario a las farmacias. Pero entre medias hay oportunidaes por descubrir, si se tiene la visión y la capacidad para ello.

Por esa razón, el tamaño importa, y las distribuidoras que están preparadas para dar el salto a la tecnología del medicamento, son las que dominan el mercado y lo dominarán cada vez más. Históricamente, la distribución farmacéutica ha ido consolidando sus posiciones de forma lenta con los años. Para ver cambios en el mercado hay que considerar periodos prolongados, porque la estabilidad ha sido la pauta.

Pero en un entorno donde el cambio es la norma, y la tecnología está cada vez más influyendo en los hábitos y las demandas de los usuarios y clientes, es preciso dar el salto a la tecnología, a las visiones de futuro que anticipen escenarios. Es preciso abandonar la idea obsoleta de que el cometido de la distribución es mover medicamentos y proporcionar servicios con un escaso margen.

El medicamento es innovación y es tecnología. Este sector que nació en las primeras décadas del siglo pasado se ocupa de gestionar el medicamento, encontrar y diseñar procesos para su seguimiento y trazado y para su control y puesta en las manos de profesionales o pacientes. Pero tambien debe tener datos e información del propio proceso en tiempo real, mejorando los procesos basados en la tecnologia puntera. Pero hay más servicios por descubrir por las mentes preparadas para dirigir las riendas de las empresas tecnológicas en tiempos de cambio.

Tecnológicas de la gestion del medicamento

El reto también incluye encontrar la fórmula para explicar la tecnología y capacidades, aún por explotar, que lleva a cabo el sector de la distribución, aunque no todos los actores tienen la visión ni la decisión de transcurrir por la senda de la tecnología. La distribución farmacéutica debería renombrarse como el sector de la Tecnología Farmacéutica (como la asignatura de farmacia) o un término similar.

Y pensar como una empresa tecnológica requiere de mentes orientadas a las oportunidades de negocio que pueden trasformar lo único que ancla a la distribución con el pasado: sus escasos márgenes para los medicamentos con receta, frente a los altos márgenes de las tecnológicas. Quizás otro reto es que la tecnología que ofrece el sector debe ponerse en valor por las administraciones sanitarias, y eso implica hacer algunas cosas de distinta manera, dando paso a las nuevas visiones y a las personas que puedan liderar las transformaciones que ocurren en contadas ocasiones.