Sandra Pulido Madrid | viernes, 25 de octubre de 2019 h |

Fue durante la pandemia de la gripe de 1918 cuando se empezó a sugerir que el uso de plasma de personas que habían superado la enfermedad -o la inmunoglobulina intravenosa hiperinmune contra la influenza (hIVIG)- podría tener un beneficio clínico en los pacientes que habían contraído la gripe. Sin embargo, no había resultados concluyentes.

Ahora un estudio mundial publicado en ‘The Lancet Respiratory Medicine’ plantea nuevas estrategias contra esta enfermedad. “Se trata de una inmunoterapia consistente en una gammaglobulina, que llamamos intravenosa hiperminmune, con altos títulos de anticuerpos contra el virus de la gripe que se han obtenido del plasma de pacientes que han superado la enfermedad”, explica a GM Eduardo Fernández Cruz, jefe del Servicio de Inmunología del Hospital Gregorio Marañón, y uno de los coordinadores del estudio. Lo que se ha pretendido demostrar en este trabajo es si estos anticuerpos tenían un efecto protector frente a los virus A y B de la gripe en pacientes infectados y con complicaciones graves.

Cualidad frente a cantidad

En el ensayo se comprobó que en los pacientes infectados con la influenza A no se obtenía una respuesta clínica. “El virus de la gripe A tiene una gran capacidad de mutación frente al B que es más estable” continúa el especialista. De hecho, “cuando dimos la infusión de la gammaglobulina hiperinmune a los pacientes con infección por gripe B observamos un resultado clínico muy importante ya que los anticuerpos frente este virus tenía un efecto protector y hacía que no progresara la enfermedad”, detalla el especialista.

El estudio detectó un efecto beneficioso de la hIVIG en pacientes con gripe B, pero no A, aunque los lotes de hIVIG contenían títulos de inhibición de la hemaglutinación considerablemente más altos para la gripe A que para la B. Se estimó que la afinidad de unión de los anticuerpos contra los virus de la influenza B era 10 veces mayor.

“Por tanto, lo que hemos sacado en claro es que de cara a afrontar próximas pandemias lo que tenemos que tratar es de obtener y diseñar anticuerpos específicos de alta afinidad para que sean mucho mas eficaces para tratar la gripe”, resume.

Aunque los estudios actuales proporcionan pruebas sólidas de que los productos sanguíneos que contienen títulos de anticuerpos considerados protectores no funcionan contra los virus de la influenza A, tal y como destaca el artículo de ‘The Lancet’ los efectos beneficiosos contra la gripe B muestran que la protección depende del contexto. Para los virus de la gripe, es más probable que la calidad y no la cantidad de anticuerpos impulse la eficacia.

Los investigadores consideran que los estudios realizados proporcionan el argumento más sólido hasta el momento para el desarrollo de nuevos correlatos de protección contra la gripe (incluidos nuevos ensayos para identificar y cuantificar anticuerpos verdaderamente protectores), para redefinir los títulos de anticuerpos protectores frente a los terapéuticos, y para aprovechar estas definiciones para desarrollar nuevas armas terapéuticas contra el virus de la gripe.