Casi 4’5 millones son los test de autodiagnóstico de COVID-19 que las farmacias han dispensado en este 2021, la amplia mayoría de ellos desde que el pasado 22 julio se habilitara su libre dispensación sin receta médica. Esto ocurrió tras la aprobación por el Consejo de Ministros del Real Decreto de venta y publicidad de pruebas de autodiagnóstico.

Según datos de la consultora Iqvia, las farmacias que ya han dispensado varios millones de autotest, actualmente están viendo una reducción de las ventas en comparación con el boom inicial. Un inicio en el que incluso muchos establecimientos agotaron sus stocks.

En el análisis por Comunidades Autónomas, desde que se habilitó la venta libre de test, Cataluña es la región que se coloca a la cabeza del ranking con mayor venta de este tipo de dispositivos, acumulando un 24 por ciento de las ventas totales de España. Andalucía le sigue con un 18 por ciento de cuota y la Comunidad de Madrid se sitúa tercera en el podio con un 11,4 por ciento. En el otro extremo, Navarra y La Rioja, son las CCAA con menor venta de test con un 0,85 por ciento y 1 por ciento respectivamente.

CGCOF

Ana López Casero, miembro del Comité Directivo del Consejo General de Farmacéuticos hace un balance de la participación de las farmacias totalmente positivo.

“Está siendo sin duda una herramienta fundamental en la detección precoz que los ciudadanos estaban esperando y demandando”

Ana López Casero, miembro del Comité Directivo del Consejo General de Farmacéuticos

Además, añade que cuando la farmacia participa ganan todos: el SNS, los profesionales y por supuesto los ciudadanos. “Ha habido sin duda un salto cualitativo y cuantitativo en la gestión de la pandemia con la participación de la farmacia.”

López Casero, explica que los primeros días hubo una altísima demanda que poco a poco se ha ido estabilizando. Y que el hecho de que en España se dispensen estos test en las farmacias comunitarias, supone el poder contar con el asesoramiento de un profesional sanitario como el farmacéutico, experto en este tipo de productos.

Por otro lado, subraya que desde la Organización Farmacéutica Colegial se está en contacto permanente con la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios para conocer aquellos productos correctamente autorizados y garantizar la seguridad que aporta el canal farmacéutico a la dispensación de los mismos.

Destaca también que desde el primer momento insistieron en la necesidad de que, para poder obtener el mejor resultado en términos epidemiológicos era necesaria una coordinación entre Comunidades Autónomas y farmacias – a través de los Colegios – para el registro y notificación de los datos, mediante el desarrollo de protocolos conjuntos.

Aragón, Canarias, Cantabria, Cataluña, Galicia, La Rioja, Murcia, y Navarra, que suman más de 17 millones de ciudadanos, cuentan con protocolos y/o sistemas de información para la recogida y gestión de datos. Los acuerdos suscritos varían y las funciones atribuidas a los farmacéuticos, pero todos coinciden en el objetivo de que como establecimientos sanitarios las farmacias puedan asegurar la trazabilidad de los resultados, sobre todo cuando estos son positivos, contribuyendo a frenar la propagación de la enfermedad.

Por su parte, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, ya valoró muy positivamente la venta de antígenos en farmacias. “Ha sido muy bien aceptada por la ciudadanía y es un elemento más para la detección, que es lo más importante en plena onda epidémica”, señaló en la rueda de prensa del Consejo Interterritorial del pasado 25 de agosto.

Anefp

Por otro lado, Jaume Pey, director general de Anefp (Asociación para el Autocuidado de la Salud) ha valorado también muy positivamente la libre dispensación de autotest en farmacias ya que según explica, esto puede ayudar mucho a cambiar nuestra mentalidad a la hora de dar poder al ciudadano cuando el producto esta pensado de esa manera. Aunque remarca, que debe ser integrador con todas las profesiones sanitarias, porque siguen teniendo un “importante rol: la farmacia nos puede aconsejar y ayudar y el médico es quien tiene que dar el diagnostico final.”

“Nosotros desde Anefp tenemos como objetivo que el ciudadano también sea un participe activo en la política de salud pública de los países, como ocurre en otros países de Europa”

Jaume Pey, director general de Anefp

Además, ha valorado también la importancia de la comunicación. “Hemos conseguido que muchos ciudadanos habiendo dado positivo, hayan hecho un confinamiento, esto es extraordinario porque somos muchos los que hemos podido estar afectados.”

Por último, ha querido recordar que esto ya se hizo con los autotest de sida o de fertilidad en el pasado, que también son sin receta médica, y que lo que se ha hecho con la COVID-19, continúa abriendo un camino para dar confianza al ciudadano, al poder participar de manera activa en la política de prevención.

Alianza General de Pacientes

Pilar Martínez Gimeno, presidenta de la Alianza General de Pacientes se ha sumado también a la valoración positiva y la ha calificado de una medida “acertada”.

Sin embargo, subraya que, ante la facilidad de acceso a los tests, “sería idóneo considerar una supervisión y acompañamiento por parte de los farmacéuticos en la obtención de las muestras, pues de esta manera se monitorizarían correctamente los resultados y sería factible enviar informes a la administración”.

Y añade que “como esto no se ha considerado, se echa de menos la realización de una campaña de educación para la salud en la población donde se instruya como efectuar correctamente las pruebas, teniendo en cuenta la posibilidad de que éstas puedan dar resultados de falsos negativos, o falsos positivos si son realizadas en domicilio sin supervisión de profesionales sanitarios”.

Por otro lado, Martínez Gimeno señala que, valorando su parte más útil, está claro que la mayoría de las personas que adquieren un test, o tienen interés en conocer si son positivos o negativos, lo hacen porque piensan hacer algo al respecto con ese resultado como medida de prevención y para sentirse más seguros ante la opción de visitar a familiares o realizar una actividad en la que participan muchas personas, etc. En este sentido, la responsabilidad ciudadana juega un gran papel importantísimo en la prevención de contagios.


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