El Consejo General de Farmacéuticos (CGCOF), a través de las Vocalías Nacionales de Dermofarmacia, Alimentación y Óptica Oftálmica y Acústica Audiométrica, ha puesto en marcha la campaña de “Cuidados del verano 2022”.

Y es que en verano las actividades al aire libre nos exponen a agentes agresores externos, como altas temperaturas o radiación solar, especialmente radiación infrarroja, luz visible y radiación UV. Por ello, una completa protección de nuestra piel y ojos frente a la radiación solar, acompañada de una correcta alimentación basada en una hidratación constante, son los pilares fundamentales de los cuidados durante el periodo estival.

El CGCOF señala en uno de los documentos de la campaña que es conveniente extremar las precauciones, especialmente en niños, ancianos, mujeres embarazadas y personas polimedicadas, para reducir el riesgo de situaciones como: golpes de calor, fotoenvejecimiento, síndrome de agotamiento por calor, quemaduras solares, picaduras de insectos, cáncer de piel a largo plazo, entre otras.

En este sentido, el Consejo General de Colegios Farmacéuticos ha presentado una infografía con las medidas básicas de precaución que los ciudadanos deben tomar. Entre ellas destacan evitar la exposición al sol en las horas centrales del día, así como exposiciones prolongadas, utilizar fotoprotector adaptado a cada tipo de piel, consumir entre 2 y 2,5 litros diarios de líquido, hidratar la piel después de la exposición al sol, utilizar ropa protectora durante las actividades al aire libre y proteger los ojos con gafas de sol que cumplan la normativa europea CE.

Playa, campo o ciudad: protégete igual

Por otro lado, desde el CGCOF apuntan que hay ciertos consejos de protección específicos según la zona en la que nos encontremos. Por lo que hay que tener en cuenta que hay determinados factores que influyen en la radiación solar, por ejemplo, a mayor altitud, mayor radiación: “Cada 1000 m de altura que ascendemos la proporción de UV aumenta un 10 por ciento”.

No debemos confiarnos al estar debajo de la sombrilla en la playa o la piscina ya que según indican desde el Consejo General de Colegios Farmacéuticos, la radiación solar te afecta igualmente ya que se refleja o dispersa en la arena (hasta un 17 por ciento), al igual que ocurre cuando estamos cerca del agua (5 por ciento) o rodeados de ella (25 por ciento). En este sentido, recomiendan volver a aplicar el fotoprotector cada 2 horas o después de baños de más de 30 minutos y usar lentes de categoría de filtro 3.

En el campo y en la montaña también ocurre como con la arena de la playa, la radiación solar se refleja o dispersa en la hierba (3 por ciento), en el agua (5 por ciento) y sobre todo en la nieve (85 por ciento). Por lo que el CGCOF sugiere utilizar un fotoprotector Sweatproof para mantener su factor de protección frente al sudor y llevar ropa adecuada con un factor de protección ultravioleta.

En la ciudad, sin embargo, el efecto que produce la reflexión o la dispersión de la radiación solar en el asfalto es del 2 por ciento. En las ciudades donde hay mucha contaminación, se ve reducida la intensidad de la radiación solar, pero la polución acelera el fotoenvejecimiento desencadenando procesos oxidativos en la piel y dañando el ADN celular. En estos casos sugieren no olvidarse de proteger la piel y los ojos cada día también y usar fotoprotectores con activos antioxidantes y anticontaminación.


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