El autocuidado siempre ha jugado un importante papel en nuestra salud y a la hora de prevenir enfermedades. Sin embargo, nunca antes había sido una prioridad en la agenda mundial hasta que llegó la pandemia, que ha puesto de relieve la necesidad de hacer partícipe a todo el mundo.

De hecho, en el evento “Self Care: Whats is the role of citizens in managing their health”, organizado por GSK y POLITICO, se pone el foco en el autocuidado y en cómo la COVID-19 ha provocado que los ciudadanos europeos sean más conscientes de sus hábitos de salud y de la adopción de nuevos comportamientos para el beneficio propio. La salud es lo más valioso en estos momentos de crisis sanitaria, pero algo que se olvida con frecuencia, señala el político rumano Cristian Silviu Bușoi, es que tener salud no se refiere solo a salud física, sino también a salud mental. Y Filippo Lanzi, de GSK, añade que el autocuidado es tener en casa lo necesario para tratar la gripe o el resfriado de nuestros hijos, es mantenerse activo y tener un estilo de vida saludable o realizar acciones que ayuden a prevenir enfermedades.

Aliviar la presión del sistema sanitario

Es mejor prevenir que curar, reza el dicho. Y no le falta razón, pues la prevención es clave lograr tener una buena salud. Sin embargo, no se destina tanto a prevenir enfermedades como a curarlas. “Actualmente, mientras que el 80 por ciento del presupuesto europeo se destina a enfermedades crónicas, solo el 3 por ciento se emplea en la prevención”, señala Filippo Lanzi.

El autocuidado forma parte de esa prevención. Y, aunque el enfoque preventivo puede ser costo-efectivo a corto y largo plazo, Lanzi cree que todavía existen barreras que impiden que el autocuidado alcance su mayor potencial.

Además, la prevención, así como el autocuidado, juegan un papel muy importante al ser capaces de aliviar la presión sobre los sistemas sanitarios. Jurate Svarcaite, directora de la Association of the European Self-Care Industry (AESGP), considera que la realidad de nuestros sistemas de salud es que estaban saturados “incluso antes de la COVID-19”, solo que no ha sido hasta la llegada de la pandemia que esto se ha hecho obvio.

“El autocuidado debe tener un papel más relevante en la estrategia farmacéutica europea, con los farmacéuticos como facilitadores del autocuidado para los ciudadanos”

Clive Needle, asesor de políticas en la EuroHealthNet asegura que los sistemas de salud están mandando un mensaje de esfuerzo a la ciudadanía. Por eso, considera que la gente necesita una oportunidad para participar en el cuidado de su propia salud y en beneficio de su comunidad. Del mismo parecer es Duarte Santos, presidente de la PGEU, quien coincide en apoyar a los pacientes y “proveerles de un papel importante”.

Farmacias y farmacéuticos, imprescindibles

El autocuidado no significa que una persona se cuide sola. “No queremos que la gente se aísle sin buscar consejo o sin la ayuda de expertos”, indica Filippo Lanzi. “El rol del profesional de la salud, en primer lugar el farmacéutico, a la hora del autocuidado es crucial”. Según Lanzi, las farmacias comunitarias son las que pueden dar más facilidades a los ciudadanos para un correcto autocuidado, gracias a la extensa distribución de sus oficinas. “El 58 por ciento de los europeos tienen la posibilidad de acceder a la farmacia en cinco minutos”, apunta.

Asimismo, Jurate Svarcaite hace hincapié en la importancia de la farmacia durante la pandemia: “Lo primero que hizo la gente fue ir a comprar paracetamol a las farmacias para estar bien equipados en casa y asegurarse de tener productos suficientes como para manejarse por sí solos en caso de tener síntomas de COVID-19 o resfriado”. Según la directora de AESGP, éste es el mejor ejemplo para mostrar que se puede confiar en la gente para cuidar de su propia salud.

Por todo ello, Lanzi aboga por que el autocuidado “tenga un papel mayor en la estrategia farmacéutica europea”. Y, a su juicio, esto se conseguiría invirtiendo en un programa de educación en salud, promoviendo a los farmacéuticos como los facilitadores del autocuidado para los ciudadanos y cooperando entre las compañías. Para reafirmarse, cita a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen: “Tenemos que aprender de la pandemia y está claro que necesitamos construir una Unión Europea de la Salud más fuerte”.

Colaboración público-privada

Clive Needle apuesta por la colaboración público-privada como solución a la sostenibilidad de los sistemas de salud y las economías. “Los países están invirtiendo en los sistemas de salud, en atención primaria, en prevención… No voy a decir que hagamos una oportunidad de la crisis, porque ha sido devastadora, pero podemos aprender a construir un nuevo futuro. La colaboración público-privada es importante para sostener las economías europeas”, argumenta. “Tenemos nuevas tecnologías, nueva innovación, aunque no es cuestión de invertir, sino de ser solidarios y trabajar unidos”, señala Needle, aunque para Bușoi, invertir en digitalización derivaría en una red europea de registros sanitarios. Sea cual sea la mejor solución para construir un futuro mejor, la realidad del presente es que la pandemia ha traído nuevos retos y, según Duarte, hay que trabajar unidos y colaborando con los profesionales”.

¿Cómo hacer frente a la Salud Mental?

“Después de cinco o seis meses hemos aprendido que tenemos que invertir en Salud Mental”. Así lo afirma Kristine Sørensen, fundadora de la Global Health Literacy Academy. Sin embargo, ¿la Salud Mental tiene cabida en los presupuestos europeos?

A través del novedoso Programa EU4Health, la Comisión Europea propuso invertir 9.400 millones de euros para fortalecer los sistemas de salud. Pero, como destaca Cristian Silviu Bușoi, este presupuesto se reduce en función del tamaño de cada país y se queda en unos 1.700 millones. Bușoi califica de “decepcionante” esta bajada y se pregunta cómo hacer frente a la salud mental y el autocuidado con un presupuesto tan reducido. Por eso, asegura, desde su partido están luchando en el Parlamento Europeo para intentar incrementar esa cantidad.

“Una de las prioridades es el cáncer, en concreto, el cáncer pediátrico; otra es la salud mental”, explica el político. “Necesitamos centrarnos más en esto porque vemos un incremento de la tasa de suicidio en jóvenes”.


TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR…