En el marco de las actuaciones para fomentar la competitividad de la industria farmacéutica resulta inevitable hablar de Profarma. Este plan comenzó hace más de 30 años, tiempo durante el cual se ha caracterizado por una capacidad de adaptación y mejora continuas. Desde su última gran renovación, en 2005, Profarma funciona en base a cuatrienios (2005-2008; 2009-2012; 2013-2017 y 2017-2020). Los albores del próximo (Profarma 2021-2024) han coincidido con el año más trascendental para el sector sanitario y farmacéutico a nivel global. La crisis del coronavirus sitúa a Profarma, quizá, ante uno de los mayores cambios de su historia.

A principios de 2020, el Gobierno ya estaba trabajando en nuevos aspectos a valorar para adaptar Profarma “a la nueva coyuntura y situación del sector farmacéutico en España”. Así lo aseguraba una respuesta parlamentaria al PP firmada el 7 de abril de 2020, en plena crisis por la COVID-19. El Ejecutivo quería involucrar a “todos los Ministerios implicados” (Industria, Comercio y Turismo; Sanidad y Ciencia e Innovación) para establecer los aspectos (industriales, económicos y de I+D+i) a valorar”. Finalizadas esas reuniones, el Comité de Coordinación de Profarma propondría las modificaciones para priorizar las que se consideran más relevantes.

Pero la COVID-19 modificó la agenda. En la búsqueda del consenso sanitario con el que abordar la reconstrucción surgió la necesidad de potenciar la industria ante rebrotes o futuras pandemias. En este contexto, Profarma se alzó como una de las reclamaciones más reiteradas por los expertos y en las conclusiones de los grupos parlamentarios.

Fruto de ello es el punto 52 del bloque sanitario del dictamen de la Comisión para la Reconstrucción: “Es preciso tener en cuenta todas las aportaciones de las compañías con impacto en el empleo (especialmente de alta cualificación), en la producción y exportación y en la I+D y transferencia tecnológica, sea cual sea la aportación. También primar el apoyo al desarrollo de productos para necesidades consideradas importantes o mal atendidas (por ejemplo, determinadas enfermedades raras)”.

“Un mandato” para reforzar Profarma

Las implicaciones de este punto deberían ser directas o, como resalta José Martínez Olmos, “un mandato” para reforzar Profarma. El hoy profesor de la EASP, ex secretario general y ex portavoz de Sanidad del PSOE en el Congreso y en el Senado fue uno de los expertos que durante su paso por la Comisión para la Reconstrucción abogó por esta reforma.

José Martínez Olmos

Preguntado al respecto de sus propuestas concretas, Martínez Olmos ve una oportunidad para “hacer más presentes los ensayos clínicos en el país”. También para favorecer una “mayor presencia de plantas de producción” que permita ir “reduciendo el grado de dependencia” de otros mercados. En términos generales, dice, es hora de asegurar “todavía más” el reconocimiento de la innovación como elemento clave para el sistema sanitario y para el sistema productivo es una “política de gobierno”.

Conseguir esa visión “única” de medio y largo plazo no sólo requiere, para Martínez Olmos, la implicación de ministerios y comunidades autónomas. Sobre todo pasa, dice, por “escuchar mucho” a los agentes, “fundamentalmente la industria de medicamento”. Y la industria coincide en que España se encuentra en un momento clave para aprovechar toda la potencialidad de su sistema de producción e investigación.

Al igual que para el Gobierno, el balance de las tres últimas convocatorias de Profarma también también ha sido positivo para el sector industrial farmacéutico. Las patronales consultadas por la revista Economía de la Salud-EDS subrayan que ha supuesto un estímulo para mejorar la contribución de la industria al desarrollo sanitario y económico de España. En efecto, Farmaindustria, AseBio, Aeseg, BioSim y anefp coinciden. Todas destacan que Profarma ha contribuido a potenciar actividades y acciones de la industria farmacéutica con una repercusión directa en aspectos tan claves para su competitividad como pueden ser la investigación, la innovación, el empleo o la reputación. Éstas son sus respectivas recetas para Profarma 2021-2024.

Farmaindustria

Se ha dicho anteriormente. Si por algo se ha caracterizado siempre Profarma ha sido por saber adaptar sus criterios de evaluación a las necesidades del país, tanto desde el punto de vista de la estrategia industrial como desde las necesidades sanitarias. La capacidad evolutiva de Profarma es también, para Farmaindustria, la clave de su futuro.

“Un aspecto fundamental, tal como ha mostrado la experiencia de la pandemia por coronavirus, será estimular la capacidad de producir en España medicamentos esenciales o estratégicos. En Farmaindustria confiamos en poder trabajar con los ministerios de Industria y Sanidad en esta línea, que tendría consecuencias positivas desde el punto de vista sanitario y también desde el económico y social, por el refuerzo del tejido productivo y del empleo que implicaría”, concluye la patronal.

AseBio

Asebio cree que Profarma debe revisarse para mejorar su impacto en el ecosistema innovador español. Para ello, añade, “necesita reconocer e incentivar fórmulas de colaboración de las empresas farmacéuticas con el tejido de empresas innovadoras de nuestro país, como las empresas biotecnológicas y los centros de investigación, premiando que ejerzan su efecto tractor sobre el ecosistema”.

Los aspectos mejorables trasladados por la Asociación Española de Bioempresas son varios: Entre los más reseñables, que sean tenidas en cuenta, con la máxima valoración, la investigación que las compañías farmacéuticas realizan en colaboración con PYMEs innovadoras y centros públicos de investigación con independencia de si esta actividad es cofinanciada o no con fondos públicos, así como las operaciones financieras de adquisición (total o parcial) de PYMEs biotecnológicas por parte de laboratorios farmacéuticos o vehículos de inversión participados por estos.

AseBio también propone que sea considerada la inversión total en investigación clínica que se realiza en España, con independencia del origen del flujo, y también el conjunto del gasto en innovación, incluyendo consorcios, que realizan las compañías en España en el sector sanitario, o los acuerdos de las empresas con las administraciones para fomentar la investigación o acciones en salud pública. Para la patronal, también es importante que se considere un valor añadido la participación en clusters, plataformas, redes o asociaciones público-privadas que incluya la promoción de la innovación entre sus objetivos, y que se considere como un valor añadido el valor de las exportaciones (no solo balanza comercial).

Aeseg

La patronal de genéricos plantea tres grandes propuestas. La más importante, “el equilibrio en la potenciación de las dos grandes actividades de valor añadido que quiere fomentar Profarma” —inversión en plantas industriales y fomento de la I+D— a la hora de puntuar a las empresas participantes. El Comité Científico de Evaluación de Profarma tiene un peso del 65 por ciento en las valoraciones. De esa cifra, el 42 por ciento se otorga a I+D y el resto, a inversiones y proceso de industrialización o de plantas de fabricación. La patronal entiende que “sería interesante que estos parámetros se igualaran“.

La razón, explica Aeseg, está en la propia idiosincrasia del sector del genérico, donde prima la inversión en producción. Gracias a este esfuerzo, las compañías contribuyen a incrementar el empleo y participan en las exportaciones. “En definitiva, contribuimos de manera clara al compromiso de incrementar el PIB español. Pero si a la hora de evaluar los esfuerzos se le da una ponderación bastante menor que a la inversión en I+D, el sector se considera disminuido”, argumenta Ángel Luis Rodríguez de la Cuerda, director general de Aeseg.

La patronal también considera interesante la posibilidad de que los informes emitidos sean más explicativos. Actualmente, dichos informes solo hacen referencia a qué grupo y categoría son otorgados a la empresa participante. Justificar la puntuación, o incluso emitir un informe detallado serviría, según De la Cuerda, como un “incentivo” para mejorar de cara años posteriores.

Por último, en un momento como el actual, en el cual el Gobierno pide a la industria una mayor colaboración, Aeseg cree que sería importante buscar “nuevos incentivos económicos”, complementarios a las exenciones parciales en el pago de tasas. Ello podría, dice, animar a incrementar las inversiones en el país o actuar como un “efecto llamada” para compañías radicadas fuera del país.

BioSim

Para la Asociación Española de Biosimilares, Profarma podría ser un programa que el Gobierno integrara en el “Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia” que ha de presentarse en los próximos meses a la Comisión Europea para acceder a los fondos de “Next Generation EU”. Las razones son su orientación hacia la mejora de la productividad y la economía, “y porque encaja de pleno con las estrategias europeas en esta materia”. Para hacer de Profarma un programa “de alcance más estratégico” e integrado en las políticas de Recuperación, BioSim considera que todas las asociaciones del sector deberían trabajar en una propuesta conjunta.

En todo caso, BioSim cree que Profarma se puede reorientar y mejorar en relación “con las nuevas exigencias y circunstancias sanitarias y económicas” que se están viviendo en España. “Pensamos que en su modelo de análisis de las empresas se debería valorar, de forma especial en este momento, un criterio relativo al impacto positivo en la sostenibilidad del sistema sanitario”, trasladan. También es de especial importancia para el ámbito de los biosimilares la mejora del sistema de incentivos asociado al programa. Una posibilidad consistiría en sean mejor valoradas las compañías que produzcan y/o comercialicen biosimilares al mercado español, haciendo especial énfasis en aquellas que contribuyan al crecimiento del tejido industrial español de este segmento, dado que contribuyen a la sostenibilidad”.

Esta mejora de la valoración de las empresas relacionadas con los biosimilares también podría generar, concluye BioSim, el incentivo necesario para aumentar la capacidad de atraer capitales y de generar empleo contribuyendo positivamente al PIB.

Anefp

Teniendo en cuenta el entorno actual de superación de la crisis sanitaria provocada por la COVID-19, “y tomando buena nota y aprendiendo de las necesidades de cara a posibles futuras crisis que pudieran venir y, por tanto, dando respuesta a uno de los objetivos de este plan como es la potenciación de las actividades que aportan un mayor valor añadido”, la Asociación para el Autocuidado de la Salud considera muy relevante aumentar en el Plan Profarma el valor de la producción en España, ponderando los que apuestan por ella, máxime teniendo en cuenta su aporte y repercusión directa en factores como empleo, investigación e I+D.

El dictamen de la Comisión para la Reconstrucción recoge la propuesta de revisar y actualizar Profarma.

¿QUÉ OPINAN LOS GRUPOS EN EL CONGRESO?

Ciudadanos

“Apoyamos medidas de carácter fiscal que permitan la implantación de nuevas industrias del sector de la biomedicina en general aprovechando la gran industria farmacéutica que tenemos en España como atracción para este tipo de industrias. También queremos facilitar una ley de mecenazgo que permita atraer donaciones a mecenas con importantes desgravaciones en el sector de la ciencia y de la industria, otorgando seguridad jurídica”.

Unidas Podemos

“Profarma es un programa de fomento, ya que la Administración pública trata de incentivar el desarrollo I+D+I en la industria farmacéutica (…) Nosotros pensamos que, si hay financiación pública, directa o indirecta, las administraciones públicas deben participar en la elección de los objetivos de la investigación y, además, el proceso de investigación debe ser transparente para conocer los gastos reales de la totalidad del procedimiento”.

PP

“Es precisa una actualización, porque estamos hablando de un Plan que arranca en 1986, ha de contar con incentivos fiscales actualizados y debe tener una orientación específica en lo relativo a los medicamentos huérfanos, primar el apoyo al desarrollo de productos para necesidades consideradas importantes, o mal entendidas como las enfermedades raras. La inversión en nuevos centros de I+D, la realización de ensayos clínicos en España ha de tener un papel importante”.

PSOE

“Desde el Grupo Parlamentario vamos a esperar a que la nueva Secretaria de Estado plantee las propuestas del Gobierno para hacer valoraciones. Como ha sido una reciente reincorporación, vamos a darle un margen mínimo para que puedan trabajar en ello”.

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