A pesar de que la COVID-19 apareció hace más de dos años, las compañías farmacéuticas como Boehringer Ingelheim siguen aplicando una de las lecciones más valoradas por los profesionales de este sector: la importancia de invertir en I+D. Por ello, Peter Ploeger, director general de Boehringer en España, ha asegurado que los mejores resultados del ejercicio 2021 para la empresa se reflejan en la inversión en este sector, al igual que en una mejor calidad de vida de los pacientes gracias a ello. Por ende, Ploeger detalla que, en los próximos cinco años, Boehringer invertirá más de 25.000 millones de euros en investigación y desarrollo.
Pregunta. ¿Cómo definiría la situación actual de la compañía tras los meses más duros de la pandemia?
Respuesta. Durante los primeros meses de la pandemia, estuvimos enfocados en que los pacientes pudiesen tener acceso a los medicamentos que necesitaban y en cooperar con las entidades profesionales clave para minimizar el impacto del seguimiento de las patologías. Sin duda, nos convertimos en parte del esfuerzo colectivo para luchar contra la COVID-19 y, aunque el área de virología humana no sea una de nuestras áreas primarias de actuación, ofrecimos y ofrecemos ciencia, tecnología, expertise e iniciativas con el objetivo encontrar soluciones médicas para combatir el SARS-CoV-2.
P. ¿Qué actuaciones llevaron a cabo durante este periodo pandémico?
R. A principios del primer trimestre de 2020, empezamos nuestra I+D dirigida a posibles tratamientos para la COVID-19, puesto que se trataba de un asunto global que nos concernía a todos. Con la llegada de la pandemia aumentamos significativamente nuestra inversión en I+D en busca de medicamentos y tratamientos innovadores para enfermedades para las que no se dispone de soluciones médicas adecuadas o satisfactorias. En ese sentido, a nivel global, en 2021 invertimos 4.100 millones de euros en I+D. Esto supone un 11,7 por ciento más que el año anterior, y representa la segunda mayor inversión anual en I+D en los 136 años de historia de la compañía. En 2021, en España hemos también marcado un hito porque invertimos más de 42 millones en innovación durante este periodo.
P. Por lo tanto, ¿los resultados del ejercicio de 2021 han sido los esperados?
R. Los números hablan por sí solos. Incluso en momentos convulsos para la sociedad, en España, hemos conseguido participar en más de 36 ensayos clínicos internacionales, 30 de los cuales son en fase I y fase II, con moléculas que ni siquiera tienen nombre. Ese es nuestro mejor resultado: potenciar la investigación y ser capaces de mejorar la calidad de vida de los pacientes.
P. Una de las áreas en las que trabaja la organización es la atención a la cronicidad. ¿Qué importancia tiene este segmento actualmente?
R. Nuestro proyecto ‘Horizonte Cronicidad 2025’, es la principal plataforma de sensibilización y cronicidad que tenemos en España. Entre otras cosas, reclama una mayor coordinación asistencial y un trabajo verdaderamente multiprofesional e interdisciplinar. Es otra de las apuestas de Boehringer Ingelheim España por estar cerca de los pacientes. Es un trabajo conjunto y diario con entidades clave del sistema sanitario que nos permite escuchar y conocer de primera mano la realidad del sector.
P. ¿Qué papel juega la filial española de Boehringer Ingelheim en la actividad de la compañía a nivel global?
R. España es un eje estratégico de la compañía. Un ejemplo es el centro de Sant Cugat, desde donde exportamos productos farmacéuticos a más de 100 países. Además, acabamos de anunciar que vamos a coger la producción nacional, desde esta planta barcelonesa, de productos Jardiance, en el marco de la Alianza de Boehringer Ingelheim y Lilly, para el tratamiento de la diabetes mellitus tipo, con una inversión de 17 millones de euros para crear una nueva línea de producción. Prevemos que la planta llegará a producir 1.000 millones de comprimidos al año, y se exportarán a nivel mundial, principalmente a Estados Unidos, a partir del 2024. Ello demuestra nuestra capacidad y competitividad para ofrecer e implementar innovaciones terapéuticas gracias a nuestra red de producción en España. Como muestra representativa de la apuesta de la compañía por España, cabe destacar que, en el centro de Sant Cugat tenemos tres centros que dan servicio a nivel global. Por un lado, el Centro Global de Servicios de Asuntos Regulatorios, y, por otro lado, dos hubs tecnológicos. Uno de ellos en tecnologías de la información, teniendo en España el centro mundial de ciberseguridad y gestión de redes de la compañía, y otro en la digitalización, siendo el único hub internacional de la empresa que tiene como objetivo optimizar nuestra comunicación digital con clientes y pacientes.
P. En España, ¿en qué momento se encuentra la innovación?
R. Una de las piezas clave de Boehringer en España es la innovación. Contamos con dos centros dedicados a la investigación clínica y de procesos farmacéuticos, donde disponen de un equipo especializado en I+D+i, conformado por más de 160 profesionales. Nuestro complejo ubicado en Sant Cugat del Vallés es estratégico para la actividad de la compañía a escala global.
P. ¿Y a nivel global?
R. A nivel global, el ritmo de innovación de la investigación inmunológica de la compañía nos ha permitido aportar soluciones también en el campo de las enfermedades raras, como es la psoriasis pustular generalizada, a menudo letal, que no tiene tratamiento aprobado a nivel mundial. Nuestras terapias, en este ámbito, han sido calificadas como revolucionarias por parte de la FDA. Asimismo, otros puntos de inflexión para el I+D de la compañía este año son las fibrosis pulmonares, sistema nervioso central y la oncología.
P. ¿Cuál es la actividad de investigación de Boehringer en España?
R. España destaca por participar en 36 ensayos clínicos internacionales de salud humana, que supone una inversión de 9,4 millones de euros. De estos, 30 son en fase I – todos ellos del área de oncología – y fase II – de inmunología, oncología, respiratorio, sistema nervioso central -, a los que se suman otros 20 estudios de desarrollo clínico local. Además, recientemente hemos alcanzado un acuerdo con Google Quantum IA para favorecer la investigación y aplicación de casos de uso de vanguardia, para la computación cuántica en la investigación y desarrollo farmacéutico, y para las simulaciones de dinámica molecular. Con esta alianza nos convertimos en la primera compañía farmacéutica del mundo que hace un esfuerzo de computación cuántica de este calibre.
P. ¿Qué lanzamientos tiene previstos la compañía?
R. En temas de lanzamiento, a nivel global, el canal comercial de I+D de salud humana está focalizado en llevar a cabo cerca de 100 proyectos clínicos y preclínicos. Un enfoque clave de la investigación es profundizar en las conexiones entre las distintas enfermedades. Como el conocimiento de la interconexión de los sistemas cardiovasculares general metabólico, que ha permitido extender el uso de medicamentos a la insuficiencia cardíaca, así como a una amplia gama de enfermedades renales crónicas.
P. La llegada de esta pandemia ha puesto de relieve la importancia de adoptar un enfoque ‘One Health’ en el ámbito de la salud. ¿Cómo tiene integrado este concepto Boehringer Ingelheim dentro de su filosofía?
R. Para cuidar de las personas también es importante cuidar de los animales y del medio ambiente. Todo esto está muy relacionado. Es un compromiso firme con el que continuaremos este año, con el objetivo de que Boehringer sea un catalizador para que entidades privadas y públicas, y profesionales de diversos ámbitos, tengan un espacio de diálogo para impulsar medidas tangibles que nos permitan llevar el concepto One Health de la teoría a la práctica.
P. ¿Qué objetivos se marca la compañía a corto, medio y largo plazo?
R. En cuanto a los objetivos empresariales, queremos invertir aún más en I+D que, al final, es el motor. También queremos invertir en las oportunidades a largo plazo que hemos identificado, sobre todo, en el campo de Oncología, tecnologías digitales y datos. A nivel global, para los próximos 5 años, la compañía quiere invertir más de 25.000 millones de euros en investigación. Además, se prevén gastos de capital para tecnologías de producción innovadoras, con una inversión de más de 7.000 millones de euros previstos para este periodo. Esto incluye una mayor expansión de nuestras capacidades de producción farmacéuticas.
