Nieves Sebastián Madrid | viernes, 28 de junio de 2019 h |

La Asociación de Biotecnología (Asebio) ha presentado el informe anual correspondiente a 2018, en el que se analizan la situación y las tendencias de la biotecnología en España. Uno de los datos más relevantes que presenta el documento es que la inversión en este sector se consolida, aunque desde Asebio consideran que no es suficiente.

Ion Arocena, director general de la entidad, y Jordi Martí, su presidente, coinciden en la idea de que a pesar de que el informe refleja la buena salud de la que goza el sector, queda mucho por hacer. Demandan que aumente la inversión en I+D, para lo que creen que es necesario que se inculque en la sociedad una ‘cultura de la innovación’. Además de concienciar sobre la importancia que tiene la I+D en la evolución de un país, creen que las administraciones deberían aumentar su apuesta por la biotecnología. Tanto Arocena como Martí opinan que desde el Gobierno no proponen iniciativas para avanzar en esta materia, porque las medidas que suelen emprender tienen una visión muy cortoplacista, y la inversión en investigación y desarrollo requiere un período temporal más largo para que el beneficio sea visible.

Resultados del informe

Desde Asebio señalan que una de las informaciones más positivas es la referente a la compra de empresas españolas por multinacionales. En este marco, destacan la compra de TiGenix por Takeda por 520 millones de euros y la de Stat-Dx por Qiagen por 150 millones de euros. Estas alianzas estratégicas son reflejo de la internacionalización del sector, lo que los socios de Asebio siguen viendo como “aspecto imprescindible”.

En la otra cara de la moneda, hay datos negativos. La inversión pública canalizada a través del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) a proyectos empresariales, prácticamente se mantiene, siendo en 2018 de 29,2 frente a los 29,1 millones de euros que se otorgaron en 2017. Esto, en palabras de Arocena choca con la amplia inversión que se acomete desde el sector privado; “las empresas de biotecnología presentan junto a las del sector farmacéutico las mayores ratios relativos a I+D; la inversión en investigación ha aumentado hasta los 680 millones de euros, alcanzando así récords históricos”, indica el director general de la entidad.

En términos generales, se han analizado diferentes indicadores que apuntan a la positiva situación de la I+D en España. Algunos de los hechos que certifican este diagnóstico son el aumento de las operaciones de ampliación de capital privado (con un total de 30 operaciones por un importe superior a los 98 millones de euros) o las casi 200 alianzas que han realizado las empresas asociadas a Asebio, de las cuales la mitad corresponden a uniones público-privadas. Desde la asociación creen que con estos datos se consolida la tendencia de crecimiento que ya se viene observando durante los tres últimos ejercicios.

Impacto en la economía y el trabajo

Asebio destaca en su informe el efecto dinamizador que tiene la biotecnología en la economía española. En la actualidad, el sector aporta el 0,7 por ciento del Producto Interior Bruto español y se han aportado a las arcas públicas 2.500 millones de euros aproximadamente.

En términos de empleo, durante el último año se han generado en España más de 2.400 puestos de trabajo, lo que es sustancialmente más alto que el registrado en otros sectores (aumento del 10,6 por ciento en biotecnología frente al 2,9 por ciento del conjunto de la economía española). Además, una de las características de este sector es que el empleo está muy feminizado. Del total de personas que trabajan en la biotecnología, un 57,5 por ciento son mujeres mientras que dentro del grupo de investigadores la cifra es de un 56,7 por ciento. Estos datos suponen una cifra significativamente más alta que la de la media nacional al analizar otros sectores.