Virginia Cortina

Presidenta del COF deVizcaya

| 2011-01-21T15:45:00+01:00 h |

iria gonzález

Bilbao

Los próximos meses vienen cargados de trabajo para Virginia Cortina, que acaba de renovar su cargo como presidenta del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Vizcaya. Con una candidatura “completamente continuista”, Cortina seguirá al frente de los farmacéuticos vizcaínos para sacar adelante los retos que plantea el futuro y que hoy analiza para EG.

Pregunta. En primer lugar, enhorabuena por su reelección. ¿Cómo afronta el trabajo de los próximos años?

Respuesta. Con ánimo, con ganas y con ilusión. En estos tiempos difíciles para todos, hace falta tener mucha ilusión, pero tengo el ánimo suficiente para seguir.

P. ¿Qué balance hace de su anterior mandato?

R. Estos cuatros años han sido muy productivos. No se puede hacer más con menos. Hemos hecho todo lo que hemos podido, no todo lo que hemos querido. Hemos conseguido acuerdos importantes, como el de ayuda domiciliaria y el del test del sida en farmacias. Hay que tener en cuenta que hemos tenido cambio de Gobierno y, a pesar de ello, hemos mantenido esos dos acuerdos.

P. Hablemos ahora de nuevos desafíos, como la implantación de la receta electrónica.

R. Estamos en ello. Hemos firmado un convenio con una subvención de dos millones de euros. Este dinero vamos a usarlo para acondicionar toda esa tubería central que va desde la farmacia hasta el servicio de salud, pasando por los colegios, para implantar la receta electrónica. Lo que nos toca ahora es ilusionar a nuestro colectivo porque los profesionales de las farmacias están aburridos de oír hablar del tema.

P. En cuanto a las guardias nocturnas, ¿qué medidas plantean para su racionalización?

R. Lo que queremos es revisar las guardias nocturnas, que aquí se hacen mediante comarcalizaciones, para optimizarlas en las zonas donde se pueda. Las guardias nocturnas no son rentables, pero yo no voy a la rentabilidad. Si hay necesidad de tener un profesional sanitario toda la noche en una farmacia, ese servicio lo vamos a dar porque somos profesionales comprometidos con la sociedad. Multiplicaríamos por cinco las guardias si realmente fuera necesario. Pero hay un término medio. Hay que pensar en el farmacéutico que trabaja noche tras noche para no atender ninguna urgencia. La gente tiene que estar mentalizada de que es un servicio de urgencia, no para olvidos, es para necesidad.

P. Cambiemos de tema: unidosis. Por ejemplo, Guipúzcoa ya desarrolló un proyecto piloto, ¿qué conclusiones se extrajeron?

R. La conclusión fue que aquello no era efectivo por ningún lado. Respecto a la unidosis, yo veo dificultades. Unas de orden jurídico, que las resolverán como crean convenientes, y otras de cómo se va a hacer: cómo se va a cobrar, si van a tener otros precintos… Estoy en un mar de dudas. Sinceramente, no lo veo como un ahorro porque, por otro lado, va a tener otros muchos costes.

P. Retomemos el tema de los test del sida en farmacia. ¿Esta iniciativa es un claro ejemplo de la necesidad de ampliar la cartera de servicios de la botica?

R. Efectivamente. Soy absolutamente partidaria de este tipo de trabajos, porque dan un incentivo profesional al farmacéutico. Se siente más necesario, con más relaciones con el sistema sanitario, lo que favorece su interrelación profesional.

P. ¿Debería remunerarse esa cartera de servicios?

R. Eso es evidente. Cualquiera que trabaja quiere que le paguen, pues nosotros lo mismo. Es una remuneración como reconocimiento a tu trabajo. Me parece impensable lo contrario.