c. r. Barcelona | viernes, 02 de noviembre de 2012 h |

La propuesta independentista del presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha generado múltiples alicientes e incertidumbres de cara a los comicios autonómicos del 21 de noviembre. ¿Qué consecuencias puede tener para el sistema sanitario catalán una proclama de este tipo? CiU ha ofrecido las claves en un programa electoral que piensa en los agentes del sector farmacéutico como un “motor económico y agente de salud”.

Las promesas sanitarias de CiU parten de la necesidad de potenciar el modelo sanitario catalán “y sus características propias y diferenciales como uno de los pilares ya construidos del futuro estado propio”. ¿Cuáles son esas peculiaridades? Según las bases del programa, el tener la tasa más alta del mundo en trasplantes; ser modelo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en cuidados paliativos; representar el 8 por ciento de la actividad de investigación biomédica de la Unión Europea y el 2 por ciento del total mundial y contar con cinco de las diez principales instituciones de España en materia de publicaciones de investigación biomédica.

El peso que tiene en Cataluña mueve al partido del Gobierno a dejar de pensar en el sector farmacéutico como algo más que un generador de la factura pública de medicamentos. “Orientaremos nuestras políticas farmacéuticas para que la necesaria contención del gasto farmacéutico sea compatible con el progreso de un sector económico esencial para el país, tanto en términos de empleo como de actividad en I+D”, dice el programa.

Esta declaración de intenciones va unida a varias propuestas concretas: CiU apuesta por orientar la prestación farmacéutica a la cronicidad y la obtención de resultados en salud e impulsar un partenariado entre la administración y la industria farmacéutica “que permita crear un marco estable de relación, colaboración e interacción”. Además, tiene intención de fomentar los acuerdos de riesgo compartido y de crear un clúster estratégico del sector, “promoviendo su internacionalización, competitividad, innovación y captación de inversión extranjera”. La apuesta por colaborar con la innovación e investigación del sector farmacéutico también incluye en el programa de CiU medidas para favorecer la transferencia de conocimiento con el sector público, impulsando su viabilidad.

El sector farmacéutico será también clave en la propuesta de CiU de liderar un gran proyecto universitario y de investigación, ligado a las empresas y a la mejora de la productividad. Sus propuestas para I+D biomédica incluyen la elaboración de un mapa de investigación en salud y de las infraestructuras existentes para favorecer la cooperación y la sinergia entre grupos; el fomento de la participación de la I+D catalana en las convocatorias de la Unión Europea; la potenciación de la Cataluña BioRegión y la promoción de la transferencia de conocimiento y una evaluación del impacto de la investigación.

Farmacias y pacientes

La red de oficinas de farmacia catalanas también tiene menciones propias en las promesas electorales de Mas, que manifiesta la defensa del actual modelo de farmacia, así como el impulso de un “nuevo marco de relación con las oficinas de farmacia, promoviendo el papel del farmacéutico como agente de salud y reconociendo los servicios que ofrece al ciudadano”. En concreto, CiU habla de fomentar la implantación de servicios asistenciales en la oficina de farmacia, creando una “cartera de servicios” en estos establecimientos.

Por otro lado, otra de las características que el actual presidente catalán quiere otorgar al sistema sanitario es su participación. El papel que el programa electoral de CiU promulga para los ciudadanos iría dirigido no solo a fomentar su corresponsabilización en su propia salud mediante un uso adecuado de los recursos, sino también su rol en la toma de decisiones. Para ello se reforzará, entre otras cosas, el papel del Consejo Consultivo de Pacientes de Cataluña.

Mas promete mejorar el sistema sanitario público asegurando un “cumplimiento estricto” de los presupuestos. Sobre esta promesa reside la necesidad de impulsar una incorporación de las tecnologías médicas basada en criterios de efectividad y eficiencia y de acuerdo con un proceso de evaluación basado en el conocimiento científico. En ese objetivo tendrá también un papel destacado una “Hacienda propia” que permitirá “gestionar la tesorería y las políticas de incentivos fiscales al sector sanitario como eje estratégico del nuevo modelo de economía productiva de Cataluña, orientada al conocimiento y la innovación”.