Carlos Arganda Madrid | viernes, 02 de noviembre de 2012 h |

A pesar de los 83 millones de euros que la implantación de la tasa por emisión y dispensación de recetas prevé recaudar, con esta medida el Gobierno madrileño espera moderar aún más la demanda farmacéutica en la región. Según su consejero de Sanidad, Javier Fernández-Lasquetty, incluso después de la aplicación del copago, “seguimos un 15 por ciento por encima de la media europea en demanda farmacéutica”, algo que está dispuesto a atajar con la implantación del euro por receta a la búsqueda de que “no se expidan ni dispensen recetas no necesarias”.

Pero esta medida, que tendrá las mismas exenciones que el copago, con un límite de 72 euros al año, y que no afectará a los medicamentos que cuesten menos de 1,67 euros, no ha sido ni mucho menos la única contemplada por el gobierno madrileño para garantizar la sostenibilidad del sistema sanitario.

La consejería madrileña ha diseñado un ambicioso plan de mejora, que se incluirá en los presupuestos de 2013 y que revisa, de arriba a abajo, el sistema sanitario público para garantizar su futuro ya que “los ingresos para 2013 han bajado drásticamente”, explicó Fernández-Lasquetty.

El objetivo, según el consejero, es que la reducción del 7 por ciento en el presupuesto sanitario de Madrid no lo noten los pacientes. “Tenemos experiencia en hacer reformas y transformaciones del sistema sanitario sin que afecten a la calidad del sistema ni a la salud de los pacientes”, aseguró el consejero. Sin esas reformas de los últimos años, el presupuesto sanitario necesitaría 1.000 millones anuales más.

Gestión privada capitativa

En el ámbito de las reformas estructurales, explicó que se va a pasar a gestión privada seis hospitales de la red pública, que tendrán una financiación capitativa. Del mismo modo se permitirá la gestión por parte de sociedades de profesionales de un total de 27 centros de salud. Con ello se busca ahorrar costes ya que el coste por paciente es menor en los centros de gestión privada, al tiempo que se busca un sistema “más eficiente y motivador” para el médico.

Por otro lado se va a trabajar en la especialización de centros. Por un lado, el Hospital de La Princesa se dedicará en exclusiva a tratar a pacientes mayores, mientras que el Carlos III será un centro de media estancia para realizar el seguimiento y rehabilitación de pacientes que requieran entre 20 y 30 días de hospitalización.

No serán las únicas medidas de ahorro y reforma, la puesta en marcha de una central de compras para la adquisición de productos y servicios sanitarios también permitirá ahorrar, según los datos de la consejería, un total de 150 millones de euros cada año.