| domingo, 23 de noviembre de 2008 h |

lucía gallardo

Barcelona

España es uno de los países más avanzados en la implantación de receta electrónica, motivo por el cual encabeza el proyecto europeo epSOS, que tiene por objeto conseguir que el sistema sea interoperable entre países. Analizar la evolución de los modelos autonómicos y conocer experiencias en otros estados fue el propósito de la jornada organizada el Departamento de Salud de Cataluña.

Esta comunidad tiene un papel destacado en el proyecto epSOS porque, a través de la Fundación TicSalut, desarrollará la prueba piloto que debe demostrar el funcionamiento de la aplicación del estándar HL7, que permitirá la interoperabilidad entre los distintos modelos. El Ministerio de Sanidad, el Servicio Andaluz de Salud y el de Castilla-La Mancha, completan las instituciones que participan en la iniciativa europea, de la que forman parte 27 entidades de 12 países.

Uno de los referentes es Dinamarca, cuya experiencia fue expuesta por Henrik Bjerregaard, del Centro para la Telemática de la Salud, que explicó que el 90 por ciento de prescripciones se realiza de forma electrónica. Su sistema permite a los profesionales acceder a las prescripciones de los dos últimos años, una medida que no estuvo exenta de polémica.

Por su parte, Roberto Zuffada, de la Dirección General de Sanidad italiana, señaló que en Lombardía el proyecto ya es una realidad, con 50 millones de prescripciones electrónicas. Su modelo permite también compartir información sobre diagnósticos y pruebas médicas, y funciona con dos tarjetas, una para el profesional y otra para el paciente, con la que puede acceder a otros servicios, más allá de los sanitarios.