carlos b. rodríguez Valencia | viernes, 17 de mayo de 2013 h |

Recién aterrizado a la presidencia de la Sociedad Valenciana de Medicina de Familiar y Comunitaria (SVMFiC), a la que llegó el 27 de abril, Álvaro Bonet tiene muy claro que es muy difícil el momento que le ha tocado gestionar, marcado por la reforma de Ana Mato y el impacto del Decreto-ley de Medidas en Farmacia de Manuel Llombart.

Pregunta. ¿Cómo valora el momento que le toca gestionar?

Respuesta. Complicado, como siempre. Las dificultades económicas hacen que se deban extremar las cautelas a la hora de tomar decisiones pero por otro lado es también cuando debemos abordar algunos asuntos olvidados.

P. En marzo, semFYC lanzó una encuesta online sobre el decreto-ley valencianos. ¿Qué opinan los médicos?

R. El decreto-ley incluye medidas muy importantes, y la más trascendente para los médicos es la necesidad de prescribir en base a algoritmos. Dejando a un lado lo que puedan decir los tribunales, pensamos que no atenta contra ningún derecho básico de los médicos, lo que no quiere decir que no condicione su capacidad de prescripción, que sí que lo hace.

P. ¿Cómo se han concretado finalmente estos algoritmos?

R. Plantean, de forma secuencial, alternativas terapéuticas al médico en base a características teóricas de los pacientes. Hasta aquí no suponen nada nuevo. Lo diferente es que, para pasar del primer nivel de elección de fármacos al segundo y al tercero, el médico debe aportar información, es decir, debe justificar ese salto.

P. ¿Se han implementado en diálogo con los médicos?

R. Se ha creado un comité, denominado Capote, en el que están presentes las sociedades científicas. Son miembros de estas sociedades los que, junto a profesionales designados por la consejería, diseñan los algoritmos.

P. ¿Qué discordancias plantean desde la perspectiva terapéutica?

R. Hasta el momento solo se ha elaborado un algoritmo, el de hiperlipemias, y lo que se ha acordado se ajusta bastante a lo que la semFYC y la SVMFiC defienden. La mayor discrepancia por nuestra parte viene porque, al basarse en las guías de la sociedades europeas, es un algoritmo muy proclive al tratamiento farmacológico en pacientes de riesgo moderado y muy exigente en los valores de LDL a alcanzar en pacientes en los que no está claramente demostrado el beneficio de un control tan estricto. Nuestras aportaciones han intentado matizar ambos aspectos para permitir una mayor capacidad de actuación al médico.

P. ¿Cree acertado que la selección del fármaco más costo-efectivo se haga desde la perspectiva de la Agencia Valenciana de Salud?

R. Siempre defendimos una prescripción basada en la mejor evidencia disponible. Desde hace años tenemos una guía terapéutica que apoya el uso de fármacos por su mejor coste-efectividad. Nuestra principal discrepancia con la medida es que la vemos demasiado condicionada por la urgencia del ahorro y por no tener la seguridad de que irá acompañada de otras que mejoren la Atención Primaria.

P. ¿Garantizan los algoritmos la libertad de prescripción?

R. Aún no se ha puesto en funcionamiento ninguno, por lo que no tenemos experiencia real pero en principio no hay ningún fármaco excluido. Lo que existe es un escalonamiento de exigencia creciente a la hora de seleccionar los distintos fármacos.

P. ¿Qué opina de la decisión de fijar en 11 euros el gasto medio por receta prescrita en la red sanitaria valenciana pública?

R. Es un indicador que lleva tiempo usándose. Este año está en los acuerdos de gestión que, por cierto, no son acuerdos porque los médicos no acordamos nada sino que recibimos de forma impuesta lo que la consejería decide. Por otro lado, 11 euros es el coste medio por receta en el SNS. La Comunidad Valenciana está por encima. A la SVMFiC le parece que este indicador no es el mejor para valorar el gasto, porque confunde a los médicos y trasmite a la población la idea de que al médico le pagan por dar lo más barato.

P. ¿Qué indicadores propone?

R. El coste por paciente ajustado por enfermedad da más información. En cualquier caso, creemos que un solo dato, sea el que sea, no debería emplearse ni para valorar el trabajo de un médico ni mucho menos para retribuirlo. En ese sentido, pedimos a la consejería que elabore cuadros de indicadores de actividad, en los que se contemplen algunos de farmacia pero también de resultados asistenciales y esos indicadores se empleen en la incentivación.

P. ¿Se incentivará a los que prescriban por debajo de los 11 euros?

R. Esperamos que no por el bien de todos: médicos, pacientes y Administración.

P. ¿Qué opina del sistema de incentivos incluido en el decreto?

R. No especifica nada, con lo que volvemos a los acuerdos de gestión, que la SVMFiC ha criticado en más de una ocasión.

P. ¿Recetar el fármaco más barato puede mermar la calidad de la prestación farmacéutica?

R. Puede ser una medida rechazable o encomiable, depende de que se recete lo más barato de lo más efectivo o lo más barato de lo menos indicado. La OMS publica listas de medicamentos esenciales que, en general, son efectivos y baratos. A veces aparece en la farmacopea un fármaco innovador muy caro que desbanca a los existentes por su efectividad. Tan injustificado es olvidar los medicamentos esenciales como rechazar la financiación de los nuevos.

P. ¿Confirman los médicos de familia las denuncias de que hay pacientes que no toman medicamentos por motivos económicos?

R. El copago ha hecho que algunos pacientes tengan dificultades para adquirir algunos fármacos. El caso más sangrante es el de las personas excluidas del SNS que han pasado a tener que pagarlos en su totalidad y cuya situación la SVMFiC intenta denunciar. En cuanto a los que mantienen su cobertura, distinguiría dos situaciones: los que recibían medicamentos coste-efectivos y no pueden pagarlos y los que estaban recibiendo fármacos muy caros que pueden tener sustitutos más económicos e igual de efectivos. Los primeros pacientes en peligro de padecer consecuencias graves por dejar la medicación; los segundos tal vez nunca habrían debido recibir esos medicamentos y el cambio a los más baratos es una opción perfectamente admisible.

P. ¿Qué opina del debate sobre los equivalentes terapéuticos?

R. Que es preciso estar seguro de la equivalencia. El médico debe seguir la mejor evidencia disponible y si esa evidencia avala varias opciones, elegir la más eficiente.

Pregunta. En su candidatura a la presidencia de la SVMFiC exponía que la Sanidad y la Atención Primaria “pasan por momentos muy difíciles, que pueden ser incluso peores en los próximos meses”…

Respuesta. La valenciana es una de las comunidades con más déficit y en la que los recortes han sido más drásticos. El anterior consejero diseñó un plan de cesión de la gestión a empresas privadas que nos hacía pensar en una reducción importante de los recursos. El nuevo equipo ha dejado ese plan en suspenso, pero a la vista de lo que está sucediendo en otras comunidades no descartamos que pueda ser reactivado.

P. Apuesta también por “definir mejor” las relaciones con la industria farmacéutica…

R. Han sido siempre buenas, aunque necesitan una clarificación. La SVMFiC tiene entre sus tareas mejorar la formación de sus socios, por lo que tiene grupos de trabajo que organizan jornadas, talleres, sesiones y elaboran documentos, guías e informes. Algunas actividades son interesantes para la industria y reciben ayudas de ella.

P. ¿Cuál es el modo apropiado de colaborar?

R. Qué la industria no quiera condicionar nuestras iniciativas y que nosotros mantengamos una actividad clara y coherente en todo momento. Es posible recibir ayudas para actividades científicas de la industria y no ser rehén de nadie.