Se ha pasado de verlo como un estorbo a ser algo vital para atraer a la clientela

La formación ofrecida a los farmacéuticos ha sido clave para llegar a este punto

| 2010-09-10T17:01:00+02:00 h |

alfonso martínez

Madrid

La evolución que ha vivido en los últimos años el escaparatismo dentro del ámbito farmacéutico es un hecho palpable que no ha dejado indiferente a nadie: ha pasado de ser algo meramente decorativo a considerarse uno de los aspectos más importantes para aumentar las ventas. Más que una evolución, según indica Juan del Arco, director técnico del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Vizcaya, el escaparatismo “ha vivido una revolución”. Y es que, hace 15 años se entendía el escaparate como “un estorbo, algo que estaba ahí y que había que rellenar”, sin embargo, ahora, la tendencia es la de “entenderlo como un punto clave para atraer y mantener la clientela de una botica”.

En este sentido, el director de la empresa consultora de farmacia Sogifar, José Félix Ugarte, describe como hace años “simplemente se colocaban PLV o carteles de laboratorio, cuando se hacía algo distinto primaban demasiado los aspectos estéticos del escaparate y de la decoración en general”. Sin embargo, ahora se busca, según precisa, “compatibilizar el buen gusto con maximizar el impacto comercial y con el afán de captar clientes para garantizar unas mayores ventas y beneficios”.

A este respecto, se podría decir que el escaparate es la carta de presentación de una oficina de farmacia. “Por muy buena atención que se ofrezca en las farmacias, por muy ordenadas que estén, por muy buen servicio que se preste, si la primera impresión de alguien que entra por vez primera es un espacio sucio, con moscas o mal puesto, la imagen es deplorable”, afirma Del Arco.

El hecho de que el escaparate sea atractivo, sin dejar de ser serio, y que transmita una imagen profesional de salud, ayudará a mejorar la percepción que la sociedad pueda tener de esa farmacia en concreto. Una percepción que fomentará el que los usuarios decidan entrar a ese establecimiento en concreto en lugar de optar por acudir a otro.

De esto ya son conscientes los boticarios. La mentalidad de estos ha evolucionado como lo ha hecho el resto de la sociedad. Esto se debe, según el director técnico del colegio vizcaíno, “a la formación que se les ha impartido”. Y es que, son cada vez más los colegios que ofertan cursos y concursos de escaparatismo para transmitir “la importancia del escaparate como imagen de la farmacia, como imagen sanitaria y como atractivo de la botica”.

Sobre este aspecto, Ugarte tiene muy claro que el escaparate de las oficinas de farmacia se ha convertido en “una herramienta vital a la hora de conseguir una mayor rentabilidad de la oficina de farmacia”. Por este motivo, asegura que existen tres vías que llevan al farmacéutico a incrementar sus ventas: más número de clientes, más ventas por clientes y que estos vengan más a menudo (mayor nivel de fidelización). En su opinión, “el escaparate capta muchos clientes y no hay que olvidar que publicitariamente la farmacia está muy limitada, por lo que su importancia relativa es mayor si cabe en la botica que en cualquier otro establecimiento”.

Consejos útiles

Por otro lado, cabe destacar que a la hora de diseñar la estructura del espacio dedicado a la exposición el boticario puede realizar la labor él mismo o recurrir a un profesional especializado en escaparatismo para que le asesore. Según los expertos, en el caso de que contrate los servicios de una empresa especializada, ésta deberá escuchar lo que el boticario quiere y cómo lo quiere. La distribución del escaparate ha de ser consecuente con el espacio físico disponible, con el entorno y coherente con los objetivos de la farmacia. De ello dependerá, en gran medida, su eficacia.

En cuanto a la rentabilidad según el tipo de escaparate que monte la oficina de farmacia, los especialistas creen que los monotemáticos o los que presentan soluciones a una única necesidad suelen ser más eficaces, sobre todo si se conjugan productos de temporada bajo el enfoque de un tema “paraguas” que dé sentido al escaparate en su totalidad.