Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología – ESC 2013

br

R.C. Madrid | viernes, 06 de septiembre de 2013 h |

Edoxabán, un inhibidor directo del factor Xa de toma oral y administración diaria, ha demostrado una eficacia comparable a warfarina, tras un uso inicial de heparina, en el tratamiento y prevención del tromboembolismo venoso (TEV) sintomático recurrente. Así ha concluido el ensayo en faseIII Hokusai-VTE, presentado en esta edición del Congreso Europeo de Cardiología, publicado en la edición online del New England Journal of Medicine y considerado como uno de los más importantes del encuentro por Keith Fox, presidente del Comité Científico.

Los resultados del estudio, que ha contado con una muestra de 8.292 pacientes con trombosis venosa profunda (TVP) sintomática aguda, embolia pulmonar (EP) o ambos, destacan también la superioridad de este anticoagulante oral frente a warfarina en el criterio principal de valoración de seguridad de hemorragia clínicamente significativa. Ante estos resultados, Harry Büller, director del Departamento de Medician Vascular del Centro Médico de Amsterdam, ha asegurado que es una “grata sorpresa el hecho de que la combinación de edoxaban con heparinas de bajo peso molecular en pacientes con embolia pulmonar ofrezca reducciones clínicamente significativas de hasta el 50 por ciento en recurrencia de la enfermedad”.

Otro de los estudios seleccionados por Fox es Decaaf (Delayed Enhancement: MRI determinant of successful Catheter Ablation of Atrial Fibrillation), cuyos resultados muestran que “el estadío de fibrosis auricular previo a la ablación cardiaca es un poderoso predictor independiente de resultados en fibrilación auricular”, tal como asegura Nasir Marrouche, del Centro Carma de la Universidad de Utah. “Si un paciente se encuentra en un estadío tres o cuatro de fibrosis, su oportunidad de ser curado es del 30 o 35 por ciento pero, si se encuentra en un estadío temprano, sus oportunidades ascienden al 60 u 80 por ciento”.

Infarto de miocardio

Otro de los ensayos destacados del Congreso ha sido el estudio Prami (Preventive Angioplasty in Miocardial Infarction), que viene a aclarar un famoso dilema médico: en pacientes que han sufrido un infarto de miocardio, la conveniencia o no de realizar una intervención coronaria percutánea (PCI) en los vasos sanguíneos parcialmente bloqueados, pero no responsables del infarto, además de realizar la PCI en la arteria causante del bloqueo. Según los resultados de esta investigación presentada ahora, de este bloqueo adicional sí se derivaría una mejoría significativa de los resultados.

También en infarto de miocardio, el estudio Taste (Thrombus Aspiration in ST-Elevation myocardial infarction in Scandinavia) ha demostrado que la aspiración del coágulo de sangre o “trombo” antes de realizar una PCI no mejora la supervivencia de estos pacientes. Un resultado interesante porque, actualmente, esta técnica está contemplada en las guías de la Sociedad Europea de Cardiología para el tratamiento de pacientes con infarto de miocardio y elevación del segmento ST.

Además, durante el Congreso también se han presentado estudios sobre los efectos de nuevos antidiabéticos y datos que revelan que el uso de losartan es capaz de reducir la dilatación de la aorta en pacientes con síndrome de Marfan. Asimismo, el estudio Pure ha puesto de manifiesto que, si bien existe más riesgo cardiovascular en países con más ingresos, la realidad es que la tasa de mortalidad por estas patologías es mayor en países con menores ingresos. ¿La razón? Los sistemas de salud.