c. ossorio Barcelona | viernes, 24 de febrero de 2012 h |

La Agencia de Calidad en la Innovación de los Servicios Sanitarios de la Generalitat catalana contará a partir de marzo con un nuevo observatorio de “buenas prácticas”. Así lo anunció el consejero de Salud, Boi Ruiz, en la inauguración de la jornada “Innovación en la Gestión: ¿Cómo conseguir más valor en la atención sanitaria?”, celebrada la pasada semana en la escuela de negocio IESE en Barcelona. “Necesitamos mejorar y crear nuevas formas de organización para ganar en productividad, innovar para generar nuevos procesos, lo que significa generar ideas”, declaró Ruiz.

A su juicio, desarrollarlas y ponerlas en práctica es el camino a seguir, así como evitar “caer en la trampa de grandes debates con poco desarrollo y poca traslación”. Asimismo, el consejero defendió que la crisis no puede poner trabas a la innovación, algo que valora como “una obligación moral”. Así, la agencia se centrará en la aplicación de sinergias entre centros hospitalarios en aras de compartir técnicas, recursos y capital humano, como ya hacen algunos grupos de hospitales.

Durante el acto, se presentó el centro de investigación sobre gestión e innovación sanitaria que el IESE ha puesto en marcha, con la colaboración de Accenture, con el objetivo de “profesionalizar y hacer más eficiente” al sector. Richar Bohmer, profesor de Harvard y experto en gestión sanitaria, ensalzó las tecnologías que están destinadas a simplificar los problemas complejos, ya que si bien la innovación tecnológica médica avanza a pasos de gigante, no es el caso de la gestión de la asistencia, a menudo ineficiente y poco orientada al paciente.

A su juicio, hay que crear equipos que “hagan de la adopción de la innovación su propia estrategia”, y apostar siempre por la integración de equipos multidisciplinares, ya que la existencia de grupos diversificados puede generar conflicto de competencias y objetivos. Para el rediseño de los procesos de asistencia sanitaria, además de investigar nuevas vías de mejora, también considera necesario restringir el acceso masivo al sistema incrementando tasas con el fin de “aumentar dramáticamente la productividad en salud”.