Desde el año 2004, el primer jueves de cada mes de octubre se conmemora el Día Europeo de la Depresión, una iniciativa propuesta por la EDA (European Depression Association) con la que se pretende dar visibilidad y repercusión a esta enfermedad, la cual tiene una alta incidencia en el continente.

Según datos del ‘Proyecto Lumens: dar luz a la salud mental’, promovido por el Consejo General de Colegio Farmacéuticos (CGCOF) Y Neuraxpharm, el 83 por ciento de los españoles sufrieron problemas emocionales en 2021, un año marcado por la pandemia.

Marta Galipienzo.

Este proyecto también tiene como objetivo mejorar la formación especifica de los farmacéuticos para contribuir desde la farmacia comunitaria en el abordaje de los problemas relacionados con la salud mental.

“Los problemas más accesibles dentro de nuestro ámbito, con los que nos solemos encontrarnos en las farmacias, son la depresión y la ansiedad”, explica a EG, Marta Galipienzo, vicepresidenta del CGCOF.

Galipiezno asegura que el 80 por ciento de los pacientes acuden siempre a la misma oficina de farmacia, por lo que el farmacéutico es un profesional sanitario que esta cerca del entorno social de la persona con depresión. “Conocer el entorno para una enfermedad como esta es fundamental, muchos acuden a nosotros también por nuestra gran accesibilidad”, apunta. “En muchas ocasiones sabemos donde trabaja el paciente, como está su familia o, por ejemplo, si tiene antecedentes de depresión ascendente entre los suyos”, añade.

Gracias a formaciones como esta, y a la educación sanitaria que tienen los profesionales del sector, pueden ser capaces de saber cuándo detectar alertas y derivar a un facultativo.

“Debemos saber cómo dirigirlos, cómo relacionarnos y comunicarnos con ellos sin que se sientan estigmatizados”

Marta Galipienzo, vicepresidenta del CGCOF

La falta de sueño, la angustia, el nerviosismo constante, la astenia o las preocupaciones que rozan con la obsesión son algunos de los síntomas de la depresión, a los que un farmacéutico puede estar al tanto.

Existen iniciativas y estrategias que lleva a cabo el CGCOF centradas en salud mental, como el mencionado ‘Proyecto LUMENS’, con los que se busca formar a los profesionales del sector en como tratar y escuchar a los pacientes de depresión, una formación “muy humana”, asegura Galipienzo. “Debemos saber cómo dirigirlos, cómo relacionarnos y comunicarnos con ellos sin que se sientan estigmatizados”, comenta.

Gracias a campañas organizadas por el organismo colegial, que tienen que ver con el suicidio, poco a poco más profesionales son capaces de detectar más de estos signos de alarma. “Estos cursos han sido importantes para detectar la depresión desde la farmacia, puesto que muchas de las personas que consuman el suicidio, vienen previamente de una fase depresiva”, relaciona Galipienzo.

Además de estas tareas, el farmacéutico debe asegurarse del buen uso de los medicamentos y de la buena adherencia.

La adherencia en depresión

Gracias a ‘Adhvierte: prevención de la falta de adherencia al tratamiento’, una campaña promovida por el CGCOF, se cuenta con un registro de datos de adherencia en pacientes con ansiedad o depresión.

De los encuestados, un 61 por ciento tenía falta de adherencia al tratamiento. Un 16 por ciento de estos era por una cuestión de olvido, algo en lo que Galipienzo asegura que tan solo hace falta una gran educación basada en la insistencia. Pero por otro lado, un 15,5 por ciento era no adherente por no tener claro en que consiste el tratamiento de su enfermedad. “En este caso si que podemos ser útiles a la hora de explicar su enfermedad. Gracias al entorno de sosiego y de reposo que simbolizan las oficinas de farmacia”, afirma la vicepresidenta del CGCOF.

Asimismo, explica la importancia que tiene explicar bien en que consiste el tratamiento y los efectos adversos que puede conllevar, para que los pacientes sepan que estos entran dentro de la normalidad y no abandonen, incluso, enseñarles técnicas para sobrellevarlos mejor.

Un 9,8 por ciento, abandonaba debido a que el tratamiento no era efectivo. “En estos casos debemos educar e insistir en que no abandonen la terapia de raíz y que vayan al médico para que cambie su tratamiento actual por uno nuevo más eficaz”, apunta.

También insiste en la relevancia de luchar contra leyendas urbanas relacionadas con la dependencia, un 9 por ciento presentaban falta de adherencia al tratamiento por miedo a generar adicción al mismo.


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