GM Madrid | viernes, 20 de julio de 2018 h |

Un grupo de investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) desvelan el mecanismo por el que la grasa parda, un tipo de grasa ‘buena’ que quema energía para mantener la temperatura corporal adecuada, se activa para producir calor eliminando el exceso de grasa.

En los últimos años, los investigadores han estudiado el funcionamiento del tejido adiposo para entender mejor cómo se puede luchar contra los problemas causados por la obesidad. “Frente a la extendida visión de que la grasa no tenía una función fundamental, en los últimos años se ha visto que ésta podría ser la una solución al problema de la obesidad”, detallan. El equipo de investigadores, dirigido por Guadalupe Sabio, han demostrado en más de 150 muestras de tejido adiposo humano, que la proteína p38 alfa se encuentra en menor cantidad en las personas más obesas y sugieren que “la p38 alfa podría regular una proteína clave para activar la grasa parda, denominada UCP1, que es la responsable de eliminar el exceso de grasa en forma de calor”.

En sus investigaciones con ratones modificados genéticamente los científicos han demostrado que su ausencia en el tejido adiposo les protege frente a la obesidad a pesar de ser alimentados con una dieta grasa. Esta protección “se debe a que la falta de la proteína p38 alfa activa la grasa parda, eliminando así el exceso de grasa blanca en forma de calor”, explican. Además, el estudio muestra que estos ratones, carentes de p38 alfa, están protegidos también frente a la diabetes y al hígado graso.

Para la coordinadora , estos resultados son “muy prometedores”, ya que “sugieren que la inhibición farmacológica de p38 alfa podría ser utilizada como terapia contra la obesidad”.

La investigación también arrojó que la proteína p38 alfa controla la activación de otra proteína de la misma familia, p38 delta, que sería la encargada de regular la temperatura. Así, subrayan, “cuando los ratones son sometidos a bajas temperaturas, p38 delta se activa, aumentando la actividad de la grasa parda”. Los ratones carentes de p38 alfa tienen sobreactivada la p38 delta, lo que les protege frente a la obesidad.