Tras la decisión de la Comisión Interministerial de Precios de los Medicamentos (CIPM), el Ministerio de Sanidad ha autorizado para su financiación en el Sistema Nacional de Salud tres nuevas indicaciones para Nucala (mepolizumab).

En concreto, a partir de este mes de diciembre, el medicamento de GSK está disponible para pacientes de tres enfermedades eosinofílicas: la rinosinusitis crónica con pólipos nasales (RSCcPN), el síndrome hipereosinofílico (SHE) y la granulomatosis eosinofílica con poliangiítis (GEPA). Para estas dos últimas enfermedades, se trata del primer tratamiento biológico aprobado en Europa.

Además, también se ha autorizado para su financiación la presentación de jeringa precargada (40 mg) para niños de entre 6 y 11 años con asma eosinofílica refractaria grave.

La autorización se produce después de que la Agencia Europea del Medicamento (EMA) aprobara estas indicaciones en noviembre de 2021. Con ella, el medicamento se convirtió en el primer tratamiento aprobado en Europa para su uso en cuatro enfermedades eosinofílicas, ya que también fue aprobado previamente para su uso complementario en pacientes a partir de seis años con asma grave eosinofílica.

Mepolizumab es un anticuerpo monoclonal humanizado (IgG1, kappa) que actúa sobre la interleucina-5 (IL-5) humana con alta afinidad y especificidad. La IL-5 es la citocina principalmente responsable del crecimiento y la diferenciación, del reclutamiento, la activación y la supervivencia de los eosinófilos.

Mepolizumab inhibe la bioactividad de la IL-5 mediante el bloqueo de la unión de la IL-5 a la cadena alfa del complejo receptor de IL-5 expresado en la superficie celular del eosinófilo, inhibiendo de este modo la señal de IL-5 y reduciendo la producción y la supervivencia de los eosinófilos.

Tratamientos para enfermedades eosinofílicas

Para Serafín Sánchez Gómez, jefe de Servicio de Otorrinolaringología en el Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla, la llegada de mepolizumab para el tratamiento de la rinosinusitis crónica con pólipos nasales ha sido “una excelente noticia, tanto para los pacientes como para los profesionales, porque nos permite tratar esas poliposis nasales resistentes a los tratamientos médicos habituales y que además han llegado a operarse incluso varias veces y sufren recidivas y persistencia de los síntomas”. 

En palabras de Ricardo Blanco Alonso, jefe de Servicio de Reumatología del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander, “la granulomatosis eosinofílica con poliangeítis (GEPA) se considera una enfermedad epidemiológicamente poco frecuente y terapéuticamente huérfana”.

“El mepolizumab es el primer fármaco biológico con indicación en la GEPA. La guía EULAR (European Alliance of Associations for Rheumatology) recomienda el uso de mepolizumab en pacientes con GEPA recurrente-refractaria tanto en la inducción de la remisión como en el mantenimiento de la misma”, ha señalado.

“Este fármaco consigue aumentar el porcentaje de pacientes en remisión y un efecto ahorrador de corticoides, pudiendo pautarse en monoterapia o asociado a otros inmunomoduladores. Una ventaja importante respecto a otros biológicos como los dirigidos al TNFalfa o IL-6 es que tiene un muy buen perfil de seguridad”, ha explicado Blanco.

Para María José Muñoz, directora médica de GSK España, “con miles de pacientes en España afectados por enfermedades eosinofílicas, la llegada del primer tratamiento aprobado para cuatro de ellas es una gran noticia. Como compañía, estamos orgullosos de poder ofrecer una alternativa que mejorará su calidad de vida”.

Aprobación europea

La aprobación europea de las nuevas indicaciones se basó en datos de estudios pivotales que investigan el papel de la inhibición dirigida sobre la IL-5 con mepolizumab en estas enfermedades eosinofílicas. Los estudios demostraron:

En los pacientes con SHE, mepolizumab redujo en un 50 por ciento la proporción de pacientes que experimentaron un brote o que abandonaron el estudio respecto a placebo añadido al tratamiento habitual a lo largo del periodo de 32 semanas del estudio.

En pacientes adultos con GEPA, mepolizumab aumentó la proporción de pacientes que alcanzaron la remisión en comparación con placebo, el tiempo acumulado en remisión, así como una reducción en el porcentaje de recaídas cuando se añadió al tratamiento habitual durante un año, con un buen perfil de seguridad.

En pacientes adultos con RSCcPN y al menos una cirugía previa, de los cuales más del 70 por ciento tenían también un diagnóstico de asma, mepolizumab en combinación con el tratamiento habitual, demostró mejoras significativas tanto en la reducción del tamaño de los pólipos nasales como en la obstrucción nasal tras un periodo de 52 semanas de tratamiento en comparación con el grupo placebo.

Por su parte, Marina Blanco Aparicio, neumóloga y responsable de la Unidad Especializada de Asma de Alta Complejidad del Hospital Universitario de A Coruña (CHUAC), ha apuntado que las nuevas indicaciones de Nucala para GEPA suponen “disponer de un fármaco con eficacia demostrada para alcanzar el control del asma y de las otras manifestaciones de la enfermedad, logrando fundamentalmente reducción o retirada de los glucocorticoides sistémicos y disminución de las recaídas”.

Los estudios epidemiológicos, clínicos y fisiopatológicos demuestran que la RSCcPN y el asma están estrechamente vinculados y, a menudo, coexisten. Además, los pacientes con GEPA habitualmente también tienen asma, que a menudo puede ser grave.  Este solapamiento entre distintas enfermedades eosinofílicas incrementa la importancia de conocer el complejo papel de los eosinófilos en las enfermedades.


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