Ainhoa Muyo Madrid | viernes, 26 de mayo de 2017 h |

La tributación de las transferencias de valor dedicadas a la formación de profesionales del Sistema Nacional de Salud continúa siendo una incertidumbre para los agentes del sector sanitario. Estas acciones, como pagos de las inscripciones a cursos, congresos o cualesquiera actividades formativas para las que hayan obtenido previa autorización del centro sanitario en el que presten sus servicios, así como los gastos de traslado y alojamiento que se deriven de la asistencia a las mismas, excepto los de manutención, son considerados parte de la formación continuada de los profesionales, por lo que hasta ahora estaban exentos de tributación.

El pasado 4 de abril el Tribunal Económico-Administrativo Central (TEAC) emitió una resolución que confirmaba las actas de inspección recurridas por una empresa en torno a esto. En éstas, se califican de retribuciones en especie a profesionales sanitarios los pagos realizados a una compañía en concepto de patrocinio de becas para la asistencia a congresos, jornadas, talleres y cursos de dichos profesionales, y exige sobre esas ayudas los correspondientes ingresos a cuenta. Estos pagos corresponden a los ejercicios 2007 y 2008 y fueron revisados en una inspección que comenzó en febrero de 2011 y que finalizó con un acta firmada en disconformidad en febrero de 2013, dos años después de comenzada la inspección.

Como consecuencia a esta resolución, la Subdirección General de Información y Asistencia Tributaria de la AEAT emitió su postura y valoración en torno a la tributación por parte del personal sanitario de los gastos abonados por las compañías farmacéuticas para la asistencia a los congresos y conferencias que organiza y a los que asiste dicho personal. El documento aclara que constituyen retribuciones en especie.

Formación continuada, un derecho

Estos últimos hechos contradicen el criterio aplicado por la Proposición No de Ley aprobada en febrero de 2017 en el Congreso de los Diputados, por la que se instaba al Gobierno a “seguir considerando exentas de tributación las transferencias de valor dedicadas a la formación de los profesionales del Sistema Nacional de Salud”.

Por todo esto, desde Farmaindustria se ha emitido un comunicado recordando la necesidad de esta financiación por parte de los laboratorios farmacéuticos y otros fabricantes y distribuidores de productos sanitarios para financiar la formación continuada. La patronal mencionó también que en España, la ley sanitaria refleja el derecho y la obligación de los profesionales a la formación permanente para actualizar sus conocimientos sobre medicamentos, terapias y productos sanitarios. Además la normativa obliga a las administraciones a promover esta formación, pero la escasez de financiación pública hace que el sector privado asuma esta labor a través de congresos y reuniones.

La industria también ha manifestado la importancia de la formación para mantener la calidad asistencial sanitaria en nuestro país. Esta optimización del sistema genera importantes beneficios para el sistema y los pacientes, por lo que consideran que estas ayudas para asistir a congresos científicos no constituyen rendimientos del trabajo o de la actividad profesional, por lo que no deberían ser tributadas a través del IRPF.

Según la patronal, los beneficiarios de esta formación de los médicos son los propios pacientes y “resultaría contradictorio que una formación imprescindible para el médico y para sus pacientes acabara afectando a la economía personal de los profesionales”.

Por todo ello, desde Farmaindustria un cambio de criterio en la fiscalidad de estas colaboraciones de la industria con los profesionales, lejos de ayudar a mejorar la eficiencia del sistema, podría contribuir a introducir incertidumbres que no beneficiarían ni al Sistema Nacional de Salud ni a los pacientes.

Por último, Farmaindustria ha querido mostrar de nuevo su disposición a colaborar para hallar fórmulas que permitan garantizar que los profesionales sanitarios que prestan sus servicios en el conjunto del SNS tienen actualizados sus conocimientos y todas las herramientas a su disposición para prestar una asistencia sanitaria de la mayor calidad en beneficio de los pacientes.

Reacciones desde todos los ámbitos

Ante la incertidumbre del tema, las reacciones no se han hecho esperar. En el ámbito político, Ciudadanos ha registrado una Proposición No de Ley para asegurar la formación continuada. Consideran que “solo queda una opción para garantizar el acceso a la formación de los profesionales y que no repercuta sobre ellos y los pacientes: que las administraciones se responsabilicen y cumplan su mandato legal en formación continua, innovadora y de calidad”.

Antonio Alarcó, portavoz del PP en la Comisión de Sanidad del Senado, ha afirmado que las farmacéuticas han colaborado en la formación. En cuanto a su tributación considera que “Hacienda y Sanidad tienen que acordar cómo financiar la formación y como se llama la colaboración industria-sociedades científicas, ya que todo lo que sea transparente tiene que estar favorecido”. Además, ha reconocido la necesidad de esta colaboración para la formación, “ya que el sistema no puede financiarla”.

Por su parte, Jesús Mª Fernández, portavoz socialista de Sanidad, se mostró a favor de la tributación de estas ayudas, alegando que “no puede darse a los profesionales un trato diferente al del resto de ciudadanos”, y que la formación “ha de hacerse desde las instituciones sanitarias y no desde los laboratorios”.

Los profesionales no entienden la medida que perjudicaría la actualización de sus conocimientos. Fernando Carballo, presidente de Facme, ha afirmado que está afectando a la presencia de profesionales en congresos y generando inestabilidad. Aún así el presidente de Facme seguirá colaborando con el Ministerio para resolver el asunto, ya que desde Sanidad han contactado con ellos para ratificar su compromiso de febrero de 2017.


La industria ha recordado la importancia de la formación para mantener la calidad asistencial en nuestro país



Las medidas han provocado el descenso de profesionales en los congresos médicos debido a la incertidumbre generada