| viernes, 10 de junio de 2011 h |

Francisco rosa

Nueva York

La empresa Pharmamar, filial del Grupo Zeltia y especializada en la investigación y el desarrollo de medicamentos procedentes del mar, participó en el Primer Foro Internacional de Biotecnología Marina, organizado el pasado 24 de mayo por la Academia de Ciencias de Nueva York, y que contó además con la presencia de representantes de Pfizer, Nereus o Eisai.

Arturo Soto, director de Desarrollo Clínico de Pharmamar, fue el encargado de representar a la compañía española en el encuentro que, bajo el título “Nuevas fronteras en el descubrimiento de fármacos marinos: desarrollo de nuevas terapias a partir de productos naturales del mar”, sirvió para poner encima de la mesa los desafíos que plantea esta innovadora tecnología. “El principal reto está en que nos enfrentamos a moléculas completamente novedosas cuya estructura química es, por lo general, muy compleja”, resumió Soto.

Complejidades

Esa complejidad, según director de Desarrollo Clínico de Pharmamar, dificulta la producción a escala industrial, debido a que si bien al principio puede parecer suficiente la recolecta del organismo marino en su hábitat natural o el cultivo de éste en granjas marinas, posteriormente hay que recurrir a la síntesis química para alcanzar los mencionados niveles de producción.

Además de escuchar la voz de los expertos, que analizaron el pasado, presente y futuro de la biotecnología marina, Soto tomó parte activa en el foro al realizar una presentación centrada en explicar cómo Pharmamar ha conseguido traspasar con sus avances la puerta del laboratorio. “Mi intención fue la de mostrar que esta tecnología ya es una realidad, y utilicé el ejemplo del primer antitumoral de origen marino a nivel mundial, que ha sido puesto en el mercado por Pharmamar. Expliqué el esfuerzo investigador y la financiación necesarios para que saliera adelante”, apuntó.

Para el director de Desarrollo Clínico de la compañía filial de Zeltia, la celebración de este tipo de encuentros en un sector como el de la biotecnología marina, que es todavía incipiente, es muy necesario. “Estamos ante un área de estudio joven, por lo que es muy importante que los que consideramos al mar como fuente de fármacos podamos compartir el conocimiento adquirido por el bien de la sociedad”, concluyó.