iria gonzález Jaén | viernes, 13 de enero de 2012 h |

Los boticarios andaluces viven pendientes de la convocatoria de la primera subasta de medicamentos prevista para enero. El colectivo mantiene ahora sus esperanzas en que el Gobierno que preside Mariano Rajoy frene esta medida aprobada in extremis por el Parlamento de Andalucía a finales de 2011. Así lo explica a EG el presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Jaén, José Manuel Arias de Saavedra, que acaba de aterrizar en la Real Academia Nacional de Farmacia, un hecho que acoge “agradecido e ilusionado”, dentro del contexto de “preocupación” que vive por la situación del sector.

Pregunta. ¿Cómo encajó la farmacia andaluza el último golpe del año en forma de subastas de medicamentos?

Respuesta. Mal. Llevamos un año con el tema y, después de haber colaborado con Consejería de Salud para que consiguieran liquidez para acabar el año, no nos lo esperábamos. El último real decreto-ley a nivel nacional dejaba muy claro quién tiene la competencia en materia de precios de los medicamentos, que es la administración central. Tampoco nos esperábamos el procedimiento que han utilizado, que ha sido hacerlo por decreto ley.

P. El cambio normativa complica las cosas a nivel jurídico, ¿no?

R. Las cosas se complican enormemente. Una ley no la pueden recurrir los particulares. Nos preocupa mucho porque dicen que no nos influye económicamente, pero sí influye sobre el modelo de farmacia. Ahora que hemos conseguido consolidar nuestro modelo mediterráneo de farmacia de proximidad y que ha desaparecido el fantasma del pleito que teníamos con la Unión Europea, nos surgen problemas dentro de nuestras fronteras. Si esto se lleva a la práctica y prolifera, profesionalmente la farmacia perdería mucho. Tenemos confianza en que la administración central presente un recurso de inconstitucionalidad.

P. Pero el PP andaluz se abstuvo en la votación. ¿Qué pasará con las subastas si los populares ganaran las elecciones autonómicas?

R. Si fueran coherentes, deberían suprimir esta ley, o no desarrollarla. Este tema es malo para la industria, es malo para la distribución y es malo para nosotros.

P. Además de las subastas, la medida extiende la factura informativa a las farmacias.

R. Es un trámite burocrático más, otra manera de hacer propaganda del sector público, de que parece que está haciendo un esfuerzo. El esfuerzo no es de la administración, es de todos los españoles que contribuimos con nuestros impuestos y cuotas de la seguridad social al mantenimiento del sistema.

P. ¿Está ya la farmacia andaluza cansada de ser el laboratorio de experimentos de nuevas medidas?

R. Hemos sido siempre el banco de pruebas de todas las nuevas medidas. Lo de la prescripción por principio activo entendíamos que era bueno para las dos partes. De hecho, la administración andaluza consiguió situar los costes medios por receta por debajo de otras regiones. Y, profesionalmente, nos dio un papel decisorio a la hora de gestionar los stocks. Ahora esto va en sentido diametralmente opuesto. Esto lo que se carga es la actuación profesional del farmacéutico.

P. Al menos, los boticas rurales de Andalucía recibirán una doble ayuda derivada de las subastas y del RDL 9/2011, ¿no?

R. Toda ayuda siempre es buena, por pequeña que sea. Pero en el decreto ley que acaba de aprobar la Junta de Andalucía no está dicho cómo se va a hacer. Habrá que esperar un desarrollo del mismo, con lo cual, si tienen que promulgar ahora un reglamento, esto se demorará.

P. Por otra parte, en la recta final del año salvaron los impagos con acuerdos financieros. ¿Están satisfechos con la solución alcanzada?

R. Sí, si lo vemos en el contexto general de otras regiones. En el último extremo, la falta de liquidez era de la administración regional. Nuestro sector ha cumplido con sus obligaciones. Los proveedores de esa factura están pagando y la economía de la farmacia no puede financiar el sector entero. Cuando dejan de pagar una factura a la farmacia es el valor entero del medicamento lo que dejan de pagar.

P. ¿Qué esperan de cara a 2012?

R. Necesitamos tranquilidad y estabilidad legislativa. Creo que ya se han tomado todas las medidas de índole económica que se han podido tomar. Vamos a ver qué resultado producen, pero aquí, antes de evaluar una, ya se están inventando otra. Lo que nos preguntamos es si el limón da para que se estruje más.

P. De hecho, hay quien teme que la llegada de Pilar Farjas al ministerio venga acompañado de otro ‘cataloguiño’.

R. No sé cuál será la intención. Siempre hemos oído de la política farmacéutica del PP que incidía sobre los precios de referencia. En cualquier caso, la medida que se tome, que sea igual para todas las regiones. La cartera de servicios de la farmacia debe ser la misma. Es un derecho del ciudadano.

P. Sin embargo, en Cataluña, por ejemplo, ya se articula el cobro de un euro por receta.

R. Otro galimatías. Que cada región legisle lo que quiera no es bueno para el sistema ni para el usuario. El asegurado catalán no puede ser distinto al andaluz. Nuestra Constitución consagra un sistema sanitario uniforme. Eso es pervertir el sistema.