A pesar de la crisis, iniciada en 2008, las farmacéuticas invirtieron un 1,9% más que el año precedente y superaron los mil millones de euros

En los próximos años se producirá una desaceleración de las inversiones a causa de la situación económica y los recortes por los dos RDL

| 2010-12-17T17:12:00+01:00 h |

Carlos Arganda

Madrid

La industria farmacéutica se consolidó como el mayor inversor en investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) en España tras incrementar sus inversiones un 1,9 por ciento durante 2009. De este modo, a lo largo de ese ejercicio se dedicaron más de 1.029 millones de euros a actividades de I+D+i en nuestro país por parte de la industria farmacéutica, según recoge la encuesta sobre actividades de I+D de 2009 que elabora anualmente Farmaindustria entre sus asociados.

Con estos datos, 2009 se convirtió en el segundo año consecutivo en el que se superaron los mil millones de euros en inversión en I+D por parte de las compañías instaladas en España. Sin embargo, cabe destacar que se registró una importante desaceleración de estas inversiones respecto al año anterior, en el que el crecimiento se cifró en un 9,6 por ciento.

Aunque esta cifra de crecimiento de las inversiones, menos del 2 por ciento, está muy alejada del compromiso alcanzado con el Gobierno en los extintos acuerdos del entendimiento de marzo de 2009, fuentes de la patronal de la industria farmacéutica innovadora afirmaron que hubiera sido posible lograr el promedio de inversiones del 15 por ciento anual en tres años si ese primer año no hubiese estado muy influido por los primeros compases de la crisis económica, algo que habría sido utilizado para preparar las inversiones futuras. No obstante, en este momento no hay nadie que apueste por la existencia de crecimientos de las inversiones en los próximos años. Es más, Farmaindustria advierte de que se alcanzarán “tasas negativas”.

En los datos registrados por Farmaindustria también se pone de manifiesto el leve crecimiento en el número de empleados ocupados en I+D en la industria farmacéutica, cuya importancia radica en que se mantuvo estable y no dio lugar a pérdidas de puestos de trabajo durante 2009. De ellos, el 78,8 por ciento eran titulados superiores, un grupo que ha crecido en los últimos años, ya que en 2002 suponían el 64,3 por ciento de los trabajadores dedicados a tareas de I+D.

El informe también analiza el destino de los fondos invertidos en I+D. Así, señala que casi el 40 por ciento, 411 millones de euros, fueron dedicados a investigaciones extramuros a las compañías. Esto es, en colaboración con instituciones públicas o privadas como hospitales o universidades. Cabe destacar que este gasto fue distribuido entre todas las comunidades autónomas, aunque las inversiones se centraron sobre todo en Cataluña, Madrid, Comunidad Valenciana y Andalucía.

En este punto, Farmaindustria destaca las inversiones de más de 87 millones de euros, que suponen un 21,3 por ciento de las inversiones extramuros, realizadas por compañías españolas fuera de nuestras fronteras. Esta inversión es necesaria para la realización de ensayos clínicos en diferentes países para poder lograr la autorización de sus medicamentos en los mercados internacionales, tales como en Estados Unidos, y es una consecuencia lógica de los procesos de internacionalización que han llevado a cabo destacadas compañías nacionales en los últimos años. De este modo, la inversión en el extranjero por compañías nacionales ha pasado de suponer el 13,3 por ciento de las inversiones extramuros en 2002 a más del 21 por ciento en 2009. En términos monetarios el incremento ha sido espectacular, al pasar en solo siete años de 26,7 millones a los 87 registrados en 2009.

Más I+D en fases tempranas

Por otro lado, uno de los principales cambios a destacar que se produjeron en cuanto a la estructura del gasto en I+D de las compañías fue la pérdida de peso de los estudios fase IV en beneficio de los fase II y III. De este modo, mientras que en 2002 el 28,6 por ciento del dinero invertido iba destinado al desarrollo de estudios postautorización, esta cifra quedó en un 18,8 por ciento en 2009.

Por su parte, el informe también precisa que los estudios fase II crecieron en importancia, al dedicárseles el 24,2 por ciento de los recursos frente al 21,2 por ciento registrado en 2002, y los estudios fase III pasaron de un 40,4 por ciento al 48,1 por ciento. Por el contrario, los estudios fase I vieron reducida su importancia en las inversiones realizadas en nuestro país, y pasaron del 9,7 por ciento de 2002 a un 8,9 por ciento el pasado año.

Biotecnología

Al igual que en la encuesta referida a los datos de 2008, en la de 2009 se incluyeron datos sobre inversión en biotecnología, una técnica que cada vez es más utilizada por la industria farmacéutica y que en ese año supuso ya el 20,9 por ciento de la inversión total, es decir, más de 215 millones de euros. Así, la patronal farmacéutica destacó que el 63 por ciento de los participantes en la encuesta utilizaba la biotecnología o alguna herramienta de origen biotecnológico en las fases de investigación preclínica, tanto para fármacos de origen biotecnológico como para aquéllos de síntesis química. En fases preclínicas se utilizan especialmente en las fases de identificación y validación de dianas, hit to lead, optimización de leads y high throughput screening.

Es de destacar, además, que según los datos de Farmaindustria, el 70 por ciento de las compañías que utilizan la biotecnología en esta fase desarrolla total o parcialmente estas actividades en España.

En lo que se refiere a investigación clínica, de todos los participantes en la encuesta, el 70 por ciento utilizaba la biotecnología o alguna herramienta de origen biotecnológico en el desarrollo de sus medicamentos. De ellas, la mayoría, un 79 por ciento, desarrollaba sus actividades total o parcialmente en España.

Así, Farmaindustria registró que hay en estos momentos 49 medicamentos biotecnológicos de origen recombinante en fase de desarrollo, con 174 ensayos clínicos en España, principalmente en oncología, neurología, inmunología, hematología y alzhéimer, desarrollados a través de técnicas de biotecnología.