Profesionales, gestores y políticos coinciden en responsabilizar al usuario para asegurar la sostenibilidad
| 2010-07-16T16:06:00+02:00 h |

j.g. / e.m.c.

Madrid

A pesar de su aparente buena salud, a corto plazo la situación económica del SNS es muy complicada. A medio plazo, su calidad y equidad se resentirán si no se introducen cambios estructurales. Con este telón de fondo, Semergen y la Sociedad Española de Neurología organizaron la semana pasada un encuentro para debatir sobre la sostenibilidad del SNS en el marco de los Cursos de Verano de la Universidad Complutense de Madrid. Profesionales, gestores y políticos coincidieron en señalar que una de las claves para asegurar la sostenibilidad del sistema pasa por aumentar la responsabilidad de usuarios, profesionales y gestores, y por bajar el gasto en farmacia.

Ana Pastor, coordinadora de Participación Social del PP, instó a acometer reformas estructurales. “Bajar el sueldo a los sanitarios ni se ha consensuado ni soluciona nada”, señaló. En cambio, apostó entre otras cosas por mejorar la eficiencia del sistema estableciendo con carácter anual una previsión de gasto en medicamentos; potenciando la competencia en el mercado de medicamentos genéricos; estudiando un cambio en el sistema de retribución de las oficinas de farmacia; regulando la modalidad de prestación farmacéutica en el ámbito socio-sanitario y estableciendo la regulación básica de la informatización integrada de los procesos de prescripción y dispensación.

Menos gasto, más salarios

También en el ámbito de la política farmacéutica parece necesario acometer reformas estructurales. Fernando Lamata defendió una línea de equilibrio y de prudencia que pasa por consolidar y fortalecer el sector farmacéutico en los próximos años para hacerlo más eficaz. Mantener un escenario de estabilidad para que la industria farmacéutica mantenga sus 40.000 empleos y reforzar la investigación en nuestro país son dos claves para, en su opinión, para esta reforma estructural.

El consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha respaldó las medidas coyunturales adoptadas por el Gobierno central que en el caso de los recortes a la industria farmacéutica tendrán un impacto de crecimiento cero en la factura a final de este año y de una disminución de un 5 por ciento el año próximo, según sus cálculos. No obstante, recalcó que se trata de “medidas puntuales” que, en parte, se incorporarán a la evolución del gasto en los siguientes años pero irán perdiendo impacto en los siguientes, que en ningún caso deben confundirse con las medidas estructurales, que han de meditarse con serenidad, acuerdo y mirando a largo plazo.

Entre la batería de propuestas de futuro, el consejero aboga por suavizar el crecimiento del gasto farmacéutico en los próximos diez años para reducir su peso en el sistema sanitario y permitir un margen de crecimiento relativo en otros factores, “singularmente la retribución de los profesionales”.

Lamata plantea también contener la demanda reforzando la responsabilidad de los ciudadanos en el cuidado de la salud y el uso racional del sistema sanitario, una tarea en la que han de colaborar los profesionales para la cual es preciso reducir la carga burocrática e incentivar al médico a través de un aumento en las retribuciones variables. En cualquier caso, el consejero se opone a la reforma del copago en cualquiera de sus fórmulas. El aumento de la financiación debe venir, en su opinión, por vía fiscal.

La opinión de los profesionales, sin embargo, es muy distinta. Para Ignacio Cantero, vocal de Semergen, el incremento imparable de la demanda de servicios sanitarios y la insuficiencia de los recursos sanitarios bajo el actual modelo colapsan el sistema. Por ello, en su opinión, no basta con incrementar los recursos públicos y privados, sino que hay que asegurar, en primer lugar, una correcta utilización de los mismos por parte de todos: usuarios, profesionales y gestores.

Gestionar la demanda, optimizar la oferta en calidad y coste, y asegurar un modelo de financiación sostenible son ejes sobre los que debe pivotar, según Semergen, la reforma del SNS. Cantero propone medidas concretas tendentes al copago, como estrategia orientada a implantar esquemas de pago compartido en asistencia y farmacia, como los que ya existen en Francia, Suecia, Bélgica, Italia o Portugal. Cantero hace referencia a los tiques moderadores con un tope máximo de contribución anual y con exenciones para personas con pocos recursos y enfermos crónicos. Esta medida, aclara, no tiene “afán recaudatorio” sino de “reducción de la hiperfrecuentación”.