O. M./Redacción | miércoles, 06 de marzo de 2013 h |

El recinto ferial de Motjuïc, donde se celebra Infarma 2013, se convirtió ayer martes en un escenario en el que los farmacéuticos catalanes pusieron de manifiesto su malestar por un nuevo retraso en los pagos de la factura farmacéutica por parte de la Generalitat, que supone que las facturas de las farmacias se abonarán durante 2013 con cuatro meses de retraso, frente a los dos con que se paga ahora, con lo que la factura de noviembre se pagará el 30 de marzo. Así, durante más de tres horas, cerca de un millar de titulares de oficina de farmacia acudieron a la convocatoria de reunión informativa convocada por los presidentes de los cuatro colegios de farmacéuticos de esta comunidad autónoma Jordi de Dalmases, presidente del Consejo de Colegios de Farmacéuticos de Cataluña y del COF de Barcelona; Josep Aiguabella, presidente del COF de Lérida; Joaquím Nolla, presidente del COF del Tarragona; y Joan Fajula, presidente del COF de Gerona; encuentro en el que se puso sobre la mesa la posibilidad de llevar a cabo un cierre patronal como el que se llevó a cabo el pasado 25 de octubre.

Una ‘medida de fuerza’ que las cuatro instituciones someterán a votación en reuniones que se llevarán a cabo la semana que viene. En este sentido, De Dalmases señaló ante los farmacéuticos presentes en la reunión que “celebraremos una votación en cada colegio para decidir qué medidas ponemos en marcha”. Unas medidas que tienen en el cierre patronal su mayor exponente, aunque durante la reunión celebrada ayer se pusieron sobre la mesas otra serie de posibles actuaciones y medidas de presión (se registraron un 652 iniciativas que se agruparon en cuatro bloques: relaciones con el CatSalut y receta electrónica, medidas de fuerza, financiación y entidades financieras y otras), entre las que se encontraría, por ejemplo, el desconectar el sistema de la e-receta (Sifare), practicar la insumisión fiscal, ambas rechazadas por poder ser delictivas, así cobrar el cien por cien de las recetas dispensadas al paciente si el precio del medicamento es inferior a 20 euros por envase.

Estas ‘medidas de fuerza’ se unirían a las que ya se han llevado a cabo desde que el pasado 25 de febrero se comunicó desde el CatSalut la imposibilidad de llevar a cabo los pagos previstos. Así De Dalmases informó de que se ha dirigido un escrito al presidente de la Generalitat, Artur Mas, quien aún no ha respondido; de que se han mantenido conversaciones con las patronales sanitarias para organizar un frente común del sector concertado; de que ha habido conversaciones con los partidos políticos con representación parlamentaria; de contactos con el Parlamento Europeo con el fin de solicitar al Banco Europeo de Inversiones líneas de créditos blandos canalizadas a través de las entidades locales que permitan financiar el capital circulante que la mora ha generado; de la advertencia realizada al Parlamento de Cataluña sobre el riesgo de colapso del sistema sanitario; de la alerta al Defensor del Pueblo de Cataluña sobre el riesgo que se corre de no poder suministrar los medicamentos a la población; de diversas reuniones mantenidas con diferentes entidades bancarias…

Difícil solución

Lo que sí parece claro es que la situación de la farmacia es complicada, y así lo precisó el presidente de los farmacéuticos catalanes en la reunión de ayer. “No tenemos visos de que esto se solucione de inmediato”, advirtió De Dalmases, que añadió que es una situación que “depende de muchas cosas que se nos escapan, que no dependen de los farmacéuticos y, seguramente, tampoco dependen del Departamento de Salud”.

Sobre este particular, hizo mención al Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) y a que a pesar de que en febrero Cataluña ha cobrado el mismo “no llega para pagar las facturas farmacéuticas”. Por ello, solicitó que se busque “que el reparto de la crisis se haga de una forma proporcional”. “No podemos ser nosotros, con la debilidad que tenemos como autónomos, quienes tengan que financiar al sistema público. Acabamos poniendo en juego nuestra casa y nuestra familia para poder seguir haciendo funcionar la farmacia y poder suministrar los medicamentos”, indicó.

De igual modo, subrayó que los farmacéuticos no quieren ser “moneda de cambio de un problema que no nos corresponde, que nos está impactando en nuestra línea de flotación”. Asimismo, informó de que en poco tiempo se han cerrado 13 farmacias en Cataluña y se preguntó: “¿Qué sucederá en el mes de marzo? ¿Cuántos de nosotros no aguantaremos? Necesitamos tener una respuesta, proporcionada y unánime. Vamos a celebrar una votación en cada colegio para decidir qué propuestas ponemos en marcha”.